⁰¹

876 77 2
                                    

El pequeño Zenitsu, con apenas seis años, lloraba desconsoladamente bajo la lluvia, abandonado por sus padres. En ese momento, una valiente y compasiva Mitsuri, de trece años, corrió hacia él, empapada y preocupada por su bienestar.

-¡Waa! ¡Mamá me va a regañar, estoy empapada!- exclamó Mitsuri mientras se acercaba de cerca al lugar donde estaba el pequeño Zenitsu.

Ella notó al niño rubio y lo encontró visiblemente triste y solitario.

-Hola, hace frío. No deberías estar aquí-, dijo Mitsuri sorprendida mientras se acercaba al pequeño. Sin dudarlo, compartió su paraguas con él y lo levantó para protegerlo de la lluvia.

El pequeño Zenitsu continuaba llorando sin consuelo, y Mitsuri, con sus ojos verdes llenos de preocupación, preguntó

-¿Qué haces aquí? ¿Y tu mamá?-

-N-no t-tengo mamá m-me d-dejo s-solo-lloro Zenitsu amargamente mientras Mitsuri lo abrazaba tristemente

-¡Ay! No te preocupes, no estás solo. Siempre estaré aquí para ti-, dijo Mitsuri mientras abrazaba al pequeño y secaba sus lágrimas.

-Entonces te llevaré a casa con mi mamá y mi papá. Mi hermano se mudó, así que tendrás un lugar para quedarte con nosotros-informó Mitsuri, haciendo que Zenitsu dejara de llorar.

Mitsuri, con su paraguas, llevó a Zenitsu a su casa, asegurándose de que no se mojara con la fuerte lluvia.

Al llegar, la madre de Mitsuri preguntó curiosamente: -Hola, hija, ¿quién es él?-

Nadie sabía cómo, pero la pequeña Mitsuri había logrado convencer a sus padres de acoger a Zenitsu, principalmente porque ellos se sentían solos sin criar a alguien.

-Zen, lávate tú solo. Yo solo te ayudaré con el pelo-advirtió Mitsuri con una sonrisa en su rostro.

-Está bien, Mitsuri-chan- dijo Zenitsu con su expresión triste.

Zenitsu se bañó por sí solo, excepto por el cabello. Según Mitsuri, su cabello negro era hermoso y le recordaba a su antiguo aspecto.

-¡Y listo! ¡Así está mejor!- exclamó Mitsuri feliz al ver el cabello de Zenitsu, ahora más limpio y bonito.

Zenitsu se miró en el pequeño espejo y le gustó más su nuevo aspecto que el anterior. Se sentía satisfecho con el cambio y estaba emocionado por mostrarle a Mitsuri cómo lucía.

Mitsuri, por su parte, presentó el antiguo cuarto de su hermano, que ahora era solo suyo. Estaba orgullosa de tener su propio espacio y deseaba compartirlo con Zenitsu.

Mitsuri también incitó a Zenitsu a llamarla "Hermana" sin mencionar su nombre. Quería que su relación se fortaleciera aún más y que se sintieran como hermanos de verdad.

-¡Zeni-chan! ¿Qué quieres de desayunar? - preguntó feliz Mitsuri, mirando a su madre.

-M-mitsu-neechan, lo que sea de tu preferencia - comentó Zenitsu, causando sorpresa en Mitsuri.

-¡Está bien! - exclamó feliz Mitsuri, mientras Zenitsu permanecía sentado junto a ella.

En ese momento, el hermano menor de Mitsuri se acercó y preguntó -¿Y él quién es?-

-Es nuestro nuevo hermano - informó Mitsuri, dejando a su hermano menor pensativo.

-¿Cuándo dio a luz mamá? - preguntó el pequeño de ojos verdes, pero Mitsuri simplemente lo ignoró.

Los tres niños continuaron comiendo juntos hasta que Mitsuri entabló una conversación con Zenitsu.

-Zeni-chan, ¿qué te gustaría ser cuando seas grande? - preguntó Mitsuri con curiosidad.

-Me gustaría ser fuerte para proteger a los débiles - respondió Zenitsu con orgullo.

-¡A mí me gustaría casarme con un chico fuerte y lindo! - exclamó Mitsuri emocionada, mientras su rostro se sonrojaba.

Los dos pequeños se miraron el uno al otro, atónitos por la respuesta de Mitsuri.

¡El tsuguko de el amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora