⁰³

600 53 3
                                    

Había pasado mucho tiempo desde que Mitsuri se convirtió en un pilar después de una difícil prueba, pero seguía siendo tan alegre y adorable como siempre.

- ¡Mitsu-neechan, estoy agotado! - exclamó Zenitsu mientras se dejaba caer en el suelo.

- Oh, Zenitsu, ¿ya te estás rindiendo? Recuerdo cuando suplicabas que te entrenara hace unos años - respondió Mitsuri con una sonrisa juguetona, tratando de motivar a Zenitsu para que no se rinda.

- Por cierto, tengo una noticia emocionante para ti. Mañana vamos a entrenar en la casa de Rengoku-san, el Pilar de la Llama - anunció Mitsuri, haciendo que los ojos de Zenitsu se iluminaran de emoción.

- ¡¿En serio?! ¡Rengoku-san es genial! - exclamó Zenitsu, abrazando a Mitsuri emocionado.

- Sí, pero recuerda, él también es mi amigo,pero aun así que debemos dar lo mejor de nosotros - dijo Mitsuri con ternura.

Aunque Zenitsu estaba exhausto de tanto entrenar, Mitsuri mostró un poco de compasión.

- Ya que estás tan cansado, vamos a hacer algunos estiramientos para relajar los músculos - sugirió Mitsuri con dulzura.

- Está bien, supongo que soy bueno en eso - respondió Zenitsu, tratando de ocultar su agotamiento.

Mitsuri guió a Zenitsu en una serie de estiramientos, asegurándose de que se relajara y se acostumbrara adecuadamente.

- Ahora, coloca tus pies en esos troncos y mantente así durante media hora - dijo Mitsuri, mirando a Zenitsu con una mezcla de diversión y ternura.

- ¡¿Media hora?! - exclamó Zenitsu, sorprendido por la duración.

- Confío en ti, Zeni-chan. Sé que puedes hacerlo - dijo Mitsuri, alejándose con una sonrisa cariñosa,por la reunión de pilares que ahora se dirigía.

La chica estaba tan emocionada que no pudo contener su alegría.

Corrió a toda velocidad durante al menos media hora, pero para ella, eso era solo un calentamiento. ¡Era una pilar, después de todo! Finalmente llegó al lugar de reunión, donde se encontraban todos sus compañeros. Solo faltaban Obanai Iguro y Shinazugawa Sanemi, pero eso era normal, porque eran muy amigos.

-Mitsuri, ¡eres increíble!-, pensó para sí misma mientras se unía a las conversaciones animadas con todos los demás pilares. Sin embargo, no pudo evitar notar que el pilar del agua, Giyuu, se mantenía en silencio.

Después de un rato, los dos pilares restantes finalmente llegaron y la reunión comenzó. El patron de los pilares, con su voz profunda y tranquila, preguntó quiénes tenían un tsuguko. Mitsuri, llena de orgullo, levantó la mano rápidamente.

-¡Yo! ¡Yo tengo uno!- exclamó con entusiasmo.

El líder asintió y pidió a Mitsuri que presentara a su adorable tsuguko, Zenitsu.

Con una sonrisa radiante, Mitsuri habló con pasión sobre su compañero.

-Quiero presentarles a mi increíble tsuguko, Zenitsu. Es un chico con un corazón lleno de amor y una determinación inquebrantable. Cada vez que lo veo luchar, mi corazón se llena de orgullo. Estoy emocionada de ser su mentora y guiarlo en su camino hacia la grandeza. Juntos, superaremos cualquier desafío y crearemos un vínculo especial que durará para siempre. Zenitsu es mi rayo de luz y estoy emocionada de verlo brillar en todo su esplendor-

-Kanao Tsuyuri Quiero presentarles a Kanao Tsuyuri, una chica increíblemente valiente . Su habilidad en la batalla es realmente impresionante y estoy emocionada de tenerla como compañera

-¿Nadie más?-

Todos se quedaron en silencio, esperando si alguien más tenía un Tsuguko. Pero nadie más lo tenía, así que la reunión terminó.

Shinobu y Mitsuri se dirigieron a la finca de Oyokata-sama, intrigadas por el motivo. Mitsuri preguntó emocionada:

-Shinobu-chan, ¿por qué crees que nos ha llamado?-.

Shinobu respondió con cariño

-No lo sé con certeza, pero no te preocupes, Mitsuri. Estaré aquí para ti, pase lo que pase-

Al llegar a la finca, Mitsuri se sentó junto a un pilar, mientras Kagaya permanecía sentado en el suelo. Oyokata-sama murmuró -Shinobu, Mitsuri, por favor, acérquense-

Ambas se acercaron con curiosidad. Oyokata-sama continuó

-Estoy considerando a Kanao y Zenitsu como sus Tsugukos. Pero antes de tomar una decisión final, quiero asegurarme de que estén completamente seguras y comprometidas con esta responsabilidad-

Shinobu y Mitsuri asintieron con determinación.

-Estamos seguras y dispuestas a guiar y proteger a Kanao y Zenitsu en su camino- afirmaron al unísono.

Oyokata-sama sonrió, apreciando su dedicación. -Muy bien, quiero que reflexionen sobre esta responsabilidad. Cuando estén listas, podrán decírmelo-

Después de esta declaración, las dos se fueron a sus fincas. Mitsuri se unió a Kyojuro para entrenar

¡El tsuguko de el amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora