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Enzo Vogrincic

Abril, 2017

Levante mi mirada al momento de sentir el brusco sonido de tu puerta. Tus piernas estaban llenas de pequeñas curitas de animalitos.

Vi como tu madre se asomaba por la ventana, atiné a saludarla con mi mano, mientras tu corrías como una niña pequeña hacia mi bicicleta.

Extrañaba esto, no importa si te veo casi todos los días. Quería volver a esos viejos recuerdos, cuando ambos solo nos preocupábamos por dar nuestras vueltas por la cuadra, riéndonos de todas las cosas boludeces que decíamos.

Capte tus manos en mi asiento, era mi señal para comenzar a pedalear. Sentía como si las rueditas nisiquera tocaban el suelo, la verdad es que siempre que me abrazas experimentaba la sensación de estar en el cielo.

Todo el camino te mantuviste cerca de mi, cerca de mi corazón. Preguntándonos en donde iríamos, en que lugar del tiempo nos teletransportaríamos.

No éramos niños, no éramos esos niños que salían a la cuadra, pero amaba pensar que seguíamos siendo esos. Amaba hundirme en mis pensamientos, amo que estemos así de cerca.

Quería explotar esta bomba que se escondía en mi interior, pero era difícil, siempre lo ha sido. Quería retroceder el tiempo, quería que las rueditas de entrenamiento volvieran a la bicicleta, que nosotros estemos juntos todo el tiempo, como antes.

Siempre haz estado en dos ruedas, dos ruedas que te llevan directo a mi corazón. Me dejo llevar por tus chistes tontos, me siento vivo contigo.

Eres el dulce caramelo que siempre se me debió prohibir, pero simplemente no puedo dejar de consumirte. Porque amo cada cosa pequeña que haces, cada sonrisa tonta que me sacas.

Prometo no empujarte a la suciedad, prometo no caernos como en los viejos tiempos. Llevo curitas de gatitos por si te llegas a escapar de mi, te curaría todas las heridas que te provocaras lejos de mi.

Quiero montar mi bicicleta todo el tiempo, todo el tiempo que sea suficiente para saciarme de ti. Solo vivo para que tu corazón lata en el mismo instante que el mío.

Se que nunca te lo he dicho, pero hace mil primaveras que te amo y aún así siento que necesito amarte más. Pero tu me haces sentir como un criminal, que debe estar encerrado para no arruinar tu corazón.

No es que quiera preguntarte si puedo ser tu esposo, pero quiero llamarte mía y despertar con tu dulce sonrisa. Con tus bromas boludas que me hacen sentir en el cielo.

Me gusta ver como te haces la pelotuda, me gusta llamarte boluda, me gusta sentir que estoy en un sueño contigo. Perdería la cabeza solo por estar toda mi vida así contigo.

El atardecer golpeando su suave viento, mientras sentía que la bicicleta esta cada vez más arruinada, temía eso. Temía perder la perfección, tenía miedo de que no estuviéramos toda la vida así.

Quería detener el tiempo, detener los palpitares acelerados de mi corazón. Creo que lo notaste, y en un par de segundo comenzaste a exigir que acelerará, ¿no ves lo que provocas en mi?

Me sentía obligado a obedecerte, como siempre lo he hecho, esperando como un cachorro pequeño su galletita. Quería que fueras mi galleta, mía.

Sentí como tu agarre se hacia más fuerte, ambos sabíamos que estábamos llegando a nuestro destino, estabas emocionada como todas las veces anteriores. Tus chistes y anécdotas resurgieron, eras una forra conmigo en recordar todas esas cosas.

Al llegar sentí el vacío que provocaste al bajarte del lugar, te vi correr hacia el gran árbol y ver como tus suaves manos golpeaban el áspero suelo.

Ahí estábamos como siempre, poniendo curitas en tus heridas, intentando sanar todo el dolor de tu alma.

Mi cuerpo comienza a perder su peso cuando dices mi nombre, cuando me agradeces con tu dulce sonrisa. Me siento en un trance al darme cuenta que estamos en la posición de antes, solo que ahora tus brillantes ojos no contienen las lágrimas.

No quiero mirarte de lejos, ya no quiero envejecer sin ti, no quiero hacerme el tonto acerca de todo lo que me provocas. Pero tengo miedo de ser quien sienta mucho, mientras que tu me sigas viendo con ojos de amistad.

Se que tengo miedo, se que tu lo deberías tener. No es el momento ni el lugar, ni el instaste ni nada, pero temo perderte. Lo quería intentar, pero el nudo de mi garganta se hacia más fuerte, mas intenso.

Que te puedo decir, me gusta estar contigo, me gusta todo de ti. En mi cabeza sigue grabado el instante en donde te pase a tirar la pelota a la cara, y tu respondiste tirandola de vuelta pero en mis bolas. Tu risa y mi sufrimiento fueron el inicio del amor más puro que he podido sentir, el cual provoca que nunca he podido intentar mirar a otra mujer con los mismos ojos que te miro a ti.

Jazmín, ¿tu me amarías si fuera una
hormiga? ━ fue la pregunta más forra que se me pudo ocurrir, sabía que ibas a responder de una forma boluda pero antes iba a hablar yo ━ te amo chupa verga ━ dije de una forma rápida y solo te chape.

. . .








Este cap, esta inspirado en training wheels de melani martínez, por si gustan escuchar la canción!!!

muchas gracias a las personitas que votaron en el anterior cap, bendiciones lesbianasss 🎀

𝑶.𝑺  /  𝙇𝙎𝘿𝙇𝙉 𝘾𝘼𝙎𝙏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora