H E L P M E ෆ

Capitulo 8

- Sugu... —

Ni siquiera pudo decir más o si quiera hacer algún gesto, además del de sorpresa que plasmaba su lindo rostro. Se sintió apresado por los brazos del pelinegro del mechón en cuanto se dió vuelta para poder responder.

- Oh Yuuji, ¿Dónde te habías metido? -

Pregunto el oji ámbar sin soltar al pelirrosa.

- Estuve tan preocupado por ti, te llamé, te mandé mensajes... Nunca respondiste, ¿Estás bien? -

Pregunto soltando al pelirrosa para analizar su cuerpo, aún que no logro distinguir mucho por el suéter algo grande que tenía el oji miel, pero seguía luciendo hermoso y lindo, siempre con sus pestañas rizadas, algo de rubor en sus mejillas, sus labios rosas y brillantes, y su linda nariz respingada.

- Suguru-san, ah... Yo si, estoy bien jeje-

Dijo mostrando una de sus características sonrisas muy lindas, iba a volver a mencionar algo, pero vio como el niño pelinegro que venía con jalo un poco se su suéter, entonces poso su atención en el.

- Megumi, ¿Sucede algo? -

Pregunto acariciando tiernamente una de las menjilas de lindo niño.

- Yuuji de dónde... ¿De donde es el niño? -

Cuestionó el azabache agachándose un poco para mirar mejor al pequeño alli presente.

- Oh es Megumi, larga historia jeje -

- Quisiera conversar contigo Yuuji, podríamos ir a una cafetería un momento, por favor -

Dijo el pelinegro del mechón mientras mirando con algo de súplica ante aquella petición dirigida para el pelirrosa.

- Llevo prisa, pero no creo que pase nada, anda vamos -

Dicho eso se dirijieron a la caja registradora, pago por sus compras, fue hasta el estacionamiento solo para dejar aquellas cosas en el automóvil y volvió para tomarse un café con el oji ámbar. Megumi tomaba tranquilamente una malteada mientras el pelinegro mayor y el pelirrosa hablan.

- Dime ¿Paso algo? Desapareciste como... 4 meses ya, Yuuji -

- Pues me mudé jeje, por temas de trabajo y no tuve tiempo de avisarles Suguru-san, lo lamento tanto... -

Dijo desviando un poco la mirada mientras movía un poco la cucharilla en la taza de café. Suguru supo que algo andaba mal, no podía seguir viendo cómo aquel lindo chico le ocultaba cosas, con determinación tomo suavemente la mano del pelirrosa, y dirigió la mano un poco a su rostro para olfatear el aroma dulce y agradable del ojo miel, de ojos casi dorados, aún que he de admitir, que el aroma del pelirrosa era algo diferente, seguía siendo agradable, pero olía diferente.

- Hmm... Es diferente... -

Menciono sin soltar la mano del pelirrosa.

- Ahh cambie de jabón jeje -

Dicho eso apartó su mano y le dió un sorbo a su taza de café.

- Yuuji, sabes que puedes decirme si es que pasa algo -

Tras decir eso vio como el pelirrosa medito un poco lo dicho, no sabía que iba a decir a verdad era algo confuso todo ello, aún que anhelaba tanto una respuesto, no importa si era positiva o negativa, solamente quería saber, así podría estar un poco más tranquilo. Escucho resoplar al pelirosa, tras ellos volvió a mirarlo, está vez esperando una respuesta más concreta.

— he estado ocupando con algo de trabajo y... —

Quería decir más pero algo dentro suyo se lo impedia, algo le decía algo tipo "hey detente". Eso lo perturbava.

— ¿Y...?—

Repitió lo mismo que el pelirosa al escuchar como su hablar cesó, debía saber, quería saber, el necesitaba saber que lo que estaba pasando.

— Es una larga historia Suguru-san, preferiría contarlo en su momento —

Dicho ello volvo a dar otro sorbo a su taza de café, cerro sus ojos un momento meditando las cosas, si es verdad que quería volver a su vida anterior, con su departamento y amigos, pero también adoraba aquel espacio de los Fushiguro.

— Ya veo, toma —

Se escuchó la voz "resignada" del azabache, y también se veo con extendió su mano dandole así un pequeño broche para el cabello, era algo 'simple', pero era hermoso.

— ¿Eh?, no pued....—

Iba a rechazar aquel pequeño obsequio, pero nuevamente vio la mirada con anhelo de ser correspondida y aceptaba, no quiso decir más, y solamente todo aquel pequeño broche y se lo puso inmediatamente en su cabelo, recogiendo un poco la parde la oreja.

— se ve te lindo —

Dijo el azabache mirando con una ligera sonrisa al ojo miel, quien solo se limito a devolver con una cálida y más hogareña sonrisa.  Tras ello el azabache se ofreció a llevarlo a su casa o donde se estaba quedando, aún que lo rechazó, sería perjudicial si Suguru se enteraba de su paradero, no sabía que podría pasar. Así que tras ellos solo vio irse al azabache, sin antes despedirse y con una 'promesa' de contactarse con el un día de estos.

Al final se fue con Megumi devuelta a casa, un poco preocupado, pero ya pensaría en eso otro día, ahora tenía que tratar de contactar otra vez con el señor Fushiguro, almenos para que pasaran navidad juntos, por Megumi, sabia que le haría feliz a l niño pasar una fecha así con su padre.

Todo el camino se la paso pensado, vio a lado suyo al pequeño azabache durmiendo en el asiento del copiloto, se veía tan tierno.