Siete estrellas en el cielo [Cancelix]

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Porque las estrellas más brillantes, son las siete que están en el cielo.

🌻💛









—¡João Pedro Cavaco Cancelo! —el gritó le hizo dar un salto en su lugar, los tres niños y el alfa se quedaron estáticos. Cuando Félix entró en la sala todos estaban listos para correr. Pero la sonrisa del omega los confundió. —La cachorra ha pateado... —dijo entre lágrimas. 

Los cuatro se levantaron para tocar la pancita abultada de Félix, los niños hasta posaron sus cabezas sobre la panza esperando escuchar o recibir la patada por parte de la primera y única integrante femenina de la familia. Los tres cachorros, frutos de su amor incondicional y futuros hermanos mayores. 

—Me asustaste, amor... —Cancelo beso las mejillas de su omega con amor. Dejó que sus cachorros sintieran a su cachorrita en camino. 

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Si hace diez años le dijeran a João Félix que terminaría casado con su mejor amigo, y que tendrían tres hermosos cachorros les diría que están locos y que mejor se mediquen. Pero hoy en día, esa es su realidad diaria. 

—Siguiente... eso es... —Félix rodó los ojos ante la insistencia del camarógrafo de tener una toma más de su pancita. Era su quinto mes de embarazo y a su esposo no se le ocurrió otra manera de anunciar lo que ya casi todos sabían que con una linda sesión de fotos para la revista Vogue. 

Sus chicos también habían participado, pero con cuidado de no mostrar sus rostros. Eso es algo que han logrado mantener a lo largo de los años, el anonimato de sus niños. Ser las estrellas más aclamadas de Hollywood no era fácil, más cuando se trata de criar a sus niños. Y uno más en camino, era una de las familias más queridas de la famosa ciudad. 

—Paaapi... Alicia me pateó. —Guillen acusa mientras señalaba la barriga de su papá, el niño de cinco años tenía un lindo puchero en sus labios. 

—Es mentira, papi. El solo quiere que te enojes con Ali. —Diego defendió a su hermanita en camino. 

—Quiero helado. —Pau murmuró, sus mejillas estaban cubiertas de chocolate. Pero él tenía hambre otra vez, Félix se rió porque sus cachorros siempre eran así. 

—Amores... dejen a papi, que Ali es muy pesada. —dijo Cancelo con el ceño fruncido. Félix negó mientras se alejaba de ellos, sin duda que estos venían del mismo alfa. 
Miraba con atención el set que habían montado, vio a Sergi acercarse a él. 

—¿Cómo va la bebé? —preguntó. El omega mayor era siempre reservado, casi nunca hablaba pero con él era todo lo contrario. 

—Bien, feliz porque tú serás su padrino. —Sergi se rió con ganas, los otros tres eran sus ahijados también. Pero no le veía el problema a eso. 

—¿Cómo vas con eso? —preguntó, para ese punto ambos estaban sentados. Sergi le estaba quitando los excesos de maquillaje que él mismo colocó anteriormente. 

—Me voy a divorciar y me iré a Turquía, tengo contrato como estilista para una nueva novela. —dijo con una sonrisa corta. Félix miró a través del espejo al mayor. 
Sabía de los escándalos causados por el alfa de este, y que lo incluían a él. Por el simple hecho de ser su pareja. 

Félix acariciaba su pancita mientras dejaba que Sergi limpiara toda su cara. 

—Estoy feliz por ti... tú más que nadie merece alejarse de este mundo y más de ese animal. —ambos terminaron riéndose por el apodo hacia el alfa del español. 

—Y tú... he visto que la película en la que trabajaste está entre las más taquilleras. No me sorprendería que estés nominado, tu actuación fue sensacional como siempre, lindo. —Félix sonrió orgulloso, el más que nadie sabe todo el esfuerzo que puso en el último filme que realizó. 

Luces... Cámara... ¿Gol? [Barça Hollywood Version] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora