ʚ𝘍𝘰𝘶𝘳ɞ

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𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Estuvo con el corazón el garganta desde que volvieron a clases hasta que éstas se terminaron. Temía que el amigo de Minjae se haya enterado de lo ocurrido con su amigo y fuera por Jungkook, pero por suerte, éste no vino a clases hoy, por lo que el cobarde de Wooseok no se atrevería a enfrentarlo él solo.

Luego de la confesión de Jungkook, obviamente no pudo evitar sentirse avergonzado con cada cosa que diga o haga. No todos los días alguien se te confiesa de esa forma; te dice que se quedó flechado desde hace un mes, que se cambió de escuela solo para conocerte y que va a conquistarte.

Es algo shockeante, lindo, pero shockeante.

—¿En qué piensas?— La voz de Jungkook lo sacó de sus pensamientos.

Nuevamente le acompañó a la estación de trenes. Le preguntó si pensaba en hacerlo todos los días y dijo que si, y no le pidió que no lo hiciera, ya que sabía que lo haría aunque le dijera que no. Justo ahora lo estaba mirando con esos ojos tan lindos, mostrando su preocupación esa que no recibe hace mucho de nadie, más que de sus familiares.

—En que mañana Minjae te recibirá en la entrada con todos sus amigos para golpearte, por idiota.— Respondió, enojándose de nuevo.

—Te dije que no te preocupes por eso, soy fuerte.— Dijo levantando su brazo derecho mostrando sus bíceps.— Mira, toca, es grande.

Taehyung no pudo evitar malpensar sus palabras, lo que lo hizo apartar la mirada, avergonzado. 

Volvió a ver al menor, quien estaba haciendo poses extrañas mostrándole los músculos de sus brazos.

—¿Qué haces? Me avergüenza solo verte.— Dijo sin poder evitar reírse ante las poses exageradas que hacía.

—Solo muestro mis encantos.— Le guiñó un ojo mientras seguía haciendo poses cada vez más extrañas.

—Ya basta, la gente comienza a notar que te faltan unos tornillos.— Bromeó tocando su cabeza con el dedo, sin dejar de reír.

—Tus palabras no me duelen, Tae.— Dijo llevando una mano a su pecho. —Me queman, me lastiman, mi corazón lo siente... no espera, eso es por ti.— Dijo sonriéndole coqueto.

—¿Siempre fuiste tan Don Juan?— Preguntó rodando los ojos, rindiéndose en ocultar el rubor en sus mejillas.

—Puedo ser muchas cosas, incluso podría ser tu novio, pero aún no me quieres lo suficiente.

—Cállate de una vez.— Pidió tapándose el rostro con las manos.

Por suerte para Taehyung, su tren llegó y podría irse sin antes de que le de un ataque de vergüenza y termine incluso aceptando algún cumplido del menor, solo para que se callara. Antes de que el tren estuviera a su vista, Jungkook lo llamó.

—Estoy algo apurado, así que me voy ahora, pero...— Buscó algo en sus bolsillos y se lo entregó en sus manos, de forma que el castaño debía aceptarlo si o si.— Es para que cuides tus labios. Son lindos, pero siempre están lastimados, y no deberías de seguir lastimándolos.

Taehyung  miró de qué se trataba lo que había colocado en su mano y se quedó observándolo con la boca entreabierta; era un bálsamo labial con sabor a cereza.

—Nos vemos mañana.— Saludó mentiras se alejaba caminando de espaldas. —¡Úsalo!

Cuando el tren se detuvo a espaldas del castaño, Jungkook ya se había ido. Se quedó unos segundos observando el lugar por donde se había marchado, luego se giró para subir al tren que no lo esperaría. Dentro se quedó observando aquel labial detenidamente, como si fuera algo extraño, algo que nunca pensó que tendría en sus manos. Y es que el sabía que sus labios estaban muy malheridos debido a que se los lastimaba seguido, pero nunca se sintió con la necesidad de cuidarlos o curarlos, hasta ese momento.

𝓓𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻𝓸𝓾𝓼𝓵𝔂  𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora