ʚ𝘌𝘭𝘦𝘷𝘦𝘯ɞ

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𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Jungkook estaba feliz, demasiado como para concentrarse en lo que su equipo le estaba diciendo. Con Taehyung sentado en sus piernas era inevitable observar su rostro sin quedar embobado con la cabeza en cualquier otro lado menos allí.

—¡Jungkook, te necesitamos aquí!— Lo regañó su entrenador.

El azabache parpadeó varias veces y pronunció un leve "¿decías?" Que hizo que el hombre de edad media se golpeara la frente tratando de mantener la calma.

—Mejor voy ya a mi lugar.— Dijo el castaño notando que su presencia distraía al menor.

No quería que por su culpa cometiera muchos errores en la pelea y resultara muy herido. Se levantó de las piernas del menor dándole un beso para que no protestara por irse. El menor le entregó una pequeña credencial con el número de su asiento, que era uno de las primeras filas, cosa que agradeció mucho.

—No dejes que te golpeen mucho.— Le dijo con un tono de burla.

—Definitivamente voy a ganar.— Le dijo en un tono lascivo, haciendo que el mayor se avergonzara al recordar al acuerdo que habían llegado si él llegaba a ganar.

No le contestó y fue en busca de su lugar, sentándose allí a esperar que la pelea comience. Iba a comenzar en una media hora, cosa que le hizo agradecerse a si mismo por haber traído el teléfono para poder distraerse.

Jungkook esta vez sí comenzó a escuchar a su entrenador con atención, recordando que ésta vez no iba a ser una simple pelea normal. Esta vez debía enfrentarse a nada más ni nada menos que su propio primo, Jeon Wonwoo, que era dos años mayor que él.

Éste tenía más experiencia en las peleas, era más grande en edad y era un completo hijo de puta con él. Desde niños siempre buscaba la forma de hacerlo enojar, jugarle una broma o intentar bajar su autoestima de distintas formas. Pero ésta vez sabía que era distinto.

Ésta vez podría golpearlo sin que alguien de la familia hiciera un escándalo.

Quince minutos después se encontraba en los vestidores calentando un poco para matar el tiempo, cuando escuchó unos pasos acercarse y una voz irritante comenzar a hablarle.

—Que maravillosa noche será ésta, ¿no lo crees, primito?— Preguntó un pelinegro vestido completamente de negro parándose frente a él

—Ya lo creo.— Respondió sin mirarlo.— Hoy no puedes esconderte detrás de la falda de tu madre.

El más alto ignoró sus palabras y se centró en hacer a lo que venía, que era molestarlo para que peleara con enojo y tuviera ventaja sobre él. Un peleador con la cabeza fría ganaba la mayoría de las pelead y él lo sabía muy bien.

—Antes vi a mi querido tío.— Comenzó a hablar con falsa empatía.— Creí que se quedaría pero luego lo vi irse, ¿Hoy tampoco está para ti?

—No quiere ver como su hijo golpea a su sobrino y le quita el protagonismo, te tiene cariño.— Respondió calmado.

Sabía las intensiones que tenía, pero eso solo era peor para él. Jungkook enojado es incontrolable y tentar a la suerte era de tontos. Era difícil hacer que se molestara, no le importaba mucho lo que digan los demás, mucho menos si era su estúpido primo.

Continuó golpeando el saco sin mucha fuerza, midiendo la velocidad de sus golpes más que nada, mientras ignoraba las provocaciones del mayor sin problemas. Eso comenzaba a molestar al más alto, hasta que notó una marca oscura en su cuello y recordó que anteriormente lo había visto con un chico, supuso que era su novio y decidió ver si hablando sobre él conseguía molestarlo.

𝓓𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻𝓸𝓾𝓼𝓵𝔂  𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora