ʚ𝘛𝘩𝘳𝘦𝘦ɞ

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𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Taehyung se dio cuenta de que Jungkook era realmente insistente, curioso, insistente, perseverante e insistente, de nuevo. Hasta la hora de salida estuvo haciéndole preguntas sobre la escuela, queriendo saber más sobre el castaño, insistiendo en conseguir su número y hablando sobre él mismo para transmitirle confianza.

Con todo lo que habló ya sabía cual era su color favorito; sus gustos musicales, su talla de ropa, el distrito donde vivía, que le gustaban los deportes y pasar tiempo con amigos, que era menor que él, sus materias favoritas y las que no le gustaban, y sobre todo, sabía que no pararía hasta que Taehyung aceptara ser su amigo.

Taehyung no comprendía el porqué de su insistencia e interés, tampoco supo porqué lo estaba acompañando hasta la estación de tren, ni porqué mintió con tomar el mismo tren solo para esperar a que se hubiera subido a salvo. Fue un acto tan lindo que no pudo evitar que su corazón se acelerara al verlo sonreírle aún cuando el tren avanzó varios metros.

—No... no te emociones.— Se dijo a sí mismo.

Cuando llegó a su casa, ingresó murmurando un llegué aún sabiendo que no habría nadie para contestarle. Solo recordó lo sucedido con Seojoon cuando vio la foto que él había tomado de ambos, en ambos rostros se mostraban sonrisas, pero sólo la de uno era sincera.

Tomó la foto que estaba a un lado de su monitor  y la rompió en varios pedazos, lanzándola al pequeño contenedor de basura a un lado de su escritorio. Se tiró en su cama y decidió que solo dormiría hasta la hora de la cena, cerrando los ojos con una sola imagen en su cabeza; Jungkook sonriéndole.

Se despertó alrededor de las 11 con el estómago rogándole por comida. Llamado al que respondió sin mucha vacilación, después de todo, la comida no se haría sola.

Tomó un baño largo antes de comenzar a cocinar.

Mientras preparaba algo rápido y poco elaborado, su teléfono sonó avisando que alguien lo llamaba, miró la pantalla sin dejar de colar el arroz y sonrió un poco al notar que su primo le estaba llamando. Atendió y se colocó el teléfono entre su hombro y su mejilla para seguir cocinando mientras hablaba.

—Hyung, ¿no es muy tarde para hablar sobre videojuegos? 

Hola, primito de mi corazón, yo estoy bien, muchas gracias por preguntar, sí, sí comí, gracias por preocuparte tanto.— Habló con sarcasmo el chico al otro lado de la línea.

—¿Por qué eres tan dramático, Daehyun?

¿Porqué me odias, Taehyung?

—Sabes que te quiero, maldito drama queen.— Dijo terminando  de colocar su comida en el plato.

Aww, yo también te amo mucho, maldito nerd.— Respondió con una voz exageradamente cariñosa.

—Jamás te dije que te amaba, tampoco exageres.

¿Tienes algo que hacer el domingo a la noche?— Preguntó ignorando sus palabras anteriores.

—Pues-

¡Perfecto! Entonces iré a buscarte eso de las ocho, iremos a ver a un lugar que te sorprenderá— Dijo emocionado, sin intenciones de aceptar una respuesta negativa de parte del castaño.

𝓓𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻𝓸𝓾𝓼𝓵𝔂  𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora