𝓓𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻𝓸𝓾𝓼𝓵𝔂 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 | KookV

ʚ𝘛𝘸𝘦𝘭𝘷𝘦ɞ

𓂃 ࣪˖ ִֶָ𐀔

Lo primero que hizo cuando regresó a su lugar fue colocarse la pomada que le habían dado para las marcas y el dolor en su cuello. Maldijo al trastornado primo de Jungkook, deseando que éste le diera una buena paliza en el ring.

Luego de pensarlo por unos momentos, se preguntó de cuál sería la razón del odio de ese chico hacia el menor, o si solo era una rivalidad muy enfermiza de parte del desgraciado que lo lastimó sin razón.

Él ni lo conocía y fue a molestarlo en vez de demostrar que es capaz de hacerle frente a Jungkook sobre el ring.

—Seguro le tiembla el culo porque sabe que va a perder, ay— Se quejó al tocar un parte donde sus uñas habían raspado.— Maldito Wowon.

—Mi hijo es mucho mejor que mi sobrino al cual le faltan muchas peleas para alcanzar su nivel.— Respondió el hombre a su lado.

Taehyung se sorprendió ante su repentina respuesta, incluso no había notado la presencia de ese hombre de mediana edad que observaba al frente con una mirada desinteresada.

—¿Su hijo?, ¿acaso el violento de Wowon es su hijo?— Preguntó sin importarle hablar mal de él frente al hombre.

—Es Wonwoo.— Corrigió.— Y si, soy su padre y un miembro exclusivo del lugar desde-

—Si, bueno, tampoco le pregunté demasiado.— Cortó sus palabras sin ánimos de seguir aguantado a más gente molesta.

Estaba enojado. Y cuando se encontraba así, su lado más malvado y sarcástico se multiplicaba. No sabía si era algo bueno o malo, pero si peligroso.

—Que muchacho más maleducado.— Contestó el hombre ofendido.

—¿Maleducado yo? Mejor hubiera criado mejor a su hijo para que no vaya por la vida ahorcando a jóvenes en baños públicos.— Apuntó a su cuello para mostrarle sus marcas.— ¿Ve esto? Su estúpido hijo lo hizo y yo ni siquiera lo conocía.

—Mi hijo es incapaz de hacer cosas tan poco éticas como esa— Lo miró de pies a cabeza y sonrió con superioridad.— Al parecer, el mal gusto de mi sobrino aún no ha cambiado. Tu eres su pareja ¿verdad?

—Y a usted que le importa.

—Desagradable, totalmente desagradable.

—Mejor vuelva al geriátrico, anciano, la emoción del lugar podría hacer que le pete el corazón.— Respondió con falsa preocupación.

—¿Acaso sabes a quién le estás hablando de esa forma, mocoso de clase baja.

—Como si fuera el presidente, ni me importa, criador de dinosaurios.— Insultó esta vez más por diversión que por enojo.

Era divertido molestar al hombre.

—A penas estoy en mis cuarentas, no tienes idea de lo que dices, inculto.

—No mienta, si usted ayudó a construir la torre Eiffel, segurísimo.

—En mi vida había conocido a alguien tan desagradable y que se animara a hablarme de esa forma, espero que estés consciente de las consec-

—Cálmese, señor. Sus pulmones seguro ya no aguantan hablar tanto en tan poco tiempo.

—Da gracias a dios porque éste es un día especial para mi hijo, de lo contrario-

—Eso está muy bien, incluso las derrotas son tan importantes, de ellas se aprendes muchas cosas.

—El hombre iba a responder, pero la voz del locutor resonó en el lugar, obligándolo a callarse.