ᴛʜʀᴇᴇ

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LUDA MAE HABÍA QUEDADO MÁS que encantada con aquella joven, es todo lo que ella quiso en su vida, una niña bonita, educada y de vez en cuando tímida, su hija de ensueño y la había encontrado en aquella pequeña llamada Samantha

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LUDA MAE HABÍA QUEDADO MÁS que encantada con aquella joven, es todo lo que ella quiso en su vida, una niña bonita, educada y de vez en cuando tímida, su hija de ensueño y la había encontrado en aquella pequeña llamada Samantha.

Desde que la vio entrar ya sabía lo que haría con ella, la llevaría a casa para hacerla su primera hija mujer, lograr lo que siempre anhelo en su vida y corazón maternal. Vivir con tantos hombres la estaba volviendo loca y deseaba que su lindo hijo Thomas tenga una hermana que cuidar, proteger y amar, veía a su hijo un poco triste y aburrido al tener que hacer lo mismo todos los días, un pequeño cambio en su vida no vendría mal, no vendría nada mal para la familia Hewitt.

Oh, su pequeño gran bebé, Thomas, tan obediente y cariñoso, servicial y protector con su madre, su figura materna.

Aquellas mujeres que son acompañantes de Sam, empiezan a mirar y recorrer la tienda con la atenta mierda de Luda Mae puesta en ellas, no le gustó para nada como aquella rubia había tratado a la pequeña y la otra no haya hecho nada para callarla. Ella podía hacerla feliz, darle un entorno tranquilo y lejos de aquellas arpías mal vivientes.

Una mujer y un hombre sentados en una mesa miran a ambas mujeres y la de cabello negro los mira también, sintiendose intimidada, pero los evita y decide hablar con Bailey sobre su novio y su relación. La muchacha de cabello rubio no responde y toma la mano de la morocha, ambas se dirigen al mostrador y la rubia le pregunta a Luda Mae dónde se encuentra el baño, la anciana con pesadez y disgusto señala el camino con la mano mirandolas con aburrimiento, ambas chicas se dirigen por el camino señalado por la anciana. Los motoqueros sentados las vuelven a mirar y luego se miran entre ellos.

Luda decide dejar de lado la aburrida revista que se encontraba leyendo luego de haber recibido el dinero de Sam. Busca con la mirada a la joven y la encuentra en el mismo lugar de antes, parada a unos metros de ella aún comiendo lo que había comprado.

- Sam.

La joven se gira a ver a Luda y se mantiene callada con la galleta en mano esperando a que la anciana vuelva a hablar.

- Ven aquí.- La llama con un movimiento de mano también.

La joven se acerca con miedo de que la anciana empezara a decirle barbaridades sobre las novias de sus hermanos y la terminara hechando del lugar por el comportamiento un tanto malo de las mujeres. De seguro ni siquiera le importa como la tratan aquellas mujeres, de seguro quería burlarse de ella por no defenderse y alzar la voz por ella misma.

- ¿Ellas son tus amigas?- Pregunta con interes.

- No, son las novias de mis hermanos.- Responde Sam dejando en el mostrador las galletas y la bebida.- Desde que llegaron a mi vida me han tratado así, en parte ya me acostumbré.

Aunque las odiara, no quería tener problemas con gente que no estaba metida en su asunto. Aveces se pasaba de buena persona y aquellas mujeres se aprovechaban de eso.

- No tienes que soportar sus malos tratos.- El tono de regaño no se hace ver tanto, ya que también lo dice con compasión y preocupación.- La violencia no tendría que ser algo normal en tu vida y menos viniendo de aquellas mujeres que no son nada en tu vida.

- Lo sé, pero si digo algo mis hermanos me regañaran por haberles hablado mal a sus novias.- Sam rueda los ojos, demostrando el disgusto hacia ellas.

- Entonces no son buenos hermanos si hacen eso, un hermano daría la vida por su pequeña hermanita.- Luda la toma de las manos y la mira.- El amor de un hermano se crea cuando la madre anuncia la presencia de un pequeño ser dentro suyo y aumenta aún más cuando logran ver su rostro, sus pequeñitas manos, sus piecitos diminutos y ahí es cuando el niño promete cuidarla toda su vida, protegerla de cualquier mal y ser el mejor hermano mayor del mundo.

Sam siente su pecho caliente al oír las hermosas palabras de Luda Mae, nunca creyó encontrar a una anciana asi de buena en medio de la nada en una carretera desolada. Luda Mae la mira expectante, viendo que la joven no mueve ni un dedo, simplemente parpadea.

- Antes de qué ellas llegaran a nuestras vidas ellos si eran así, en especial Dean quien estuvo más tiempo conmigo, Eric se la pasaba yendo de guerra en guerra, era como un día de campo para él.- Susurra tratando de evitar llorar.- Recuerdo la vez que yo quería un columpio en el árbol del jardín de casa y en una hora ya lo tenía ahí listo para usarlo tanto como pudiera, Dean lo había hecho, no le pidió ayuda a mamá o a sus amigos, lo hizo el mismo para mí.

Luda Mae siente una presión en su pecho y sus ojos quieren derramar las lágrimas acumuladas a la hora de escuchar a la joven. Nunca se había sentido así, únicamente cuando encontró al pequeño Tommy en la basura.

-Mi pequeña, no tendrías que haber sufrido todo eso, eres una persona muy buena y respetuosa.- Se lamenta mirando el rostro afligido de la joven.- Sabes, yo siempre quise una hija como tú, en casa falta una figura femenina y alguien más que me ayude con las comidas y las tareas de la casa.

Sam se sorprende al oír a Luda decir aquello, fue un poco atrevido decir eso, ella es simplemente una desconocida que paró en la carretera por la novia de su hermano. En parte estaba agradecida por aquello, conoció a Luda Mae y entabló una buena conversación ella, vio su lado materno salir a flote y darle consejos a pesar de ser una completa desconocida.

-Yo... No puedo aceptar, lo siento.- Sam niega la propuesta.

Después de todo tenía a su madre esperándola en casa y no quería abandonarla.

-No tendrás que verlas nunca más y no tendrás soportar sus maltratos, serías una jovencita libre de tantas maldades innecesarias en tu corta vida.- Luda Mae intenta persuadirla.

En la cabeza de Sam se había creado una pelea interna de si aceptar, alejarse de Chrissy y Bailey o seguir con sus hermanos, llegar a casa con su madre y seguir soportando los maltratos de aquellas mujeres. Luda Mae espera paciente la respuesta positiva esta vez, estaba muy segura que podía convencerla.

No todos los días en la carretera de Texas se presentaba una joven amable y bella. Luda Mae no lo dejaría pasar.

Desea tanto que Tommy tenga a alguien con quién formar un lindo vínculo, a parte de ella, pues los demás integrantes de la familia lo tratan mal y con desprecio. En su mente tenía miles de escenarios donde Tommy cuida de Sam, dónde juega con ella, le demuestra cariño con acciones y palabras, dónde la jovencita le enseña palabras nuevas y lo ayuda a recuperar su habla. Sabía muy bien que Tommy no era bien visto y nunca logró tener amigos, nunca jugó en compañía y nunca habló con los niños de su edad, todo esto fue por su mal formación en su rostro, más específico, en su boca. Al llegar a la adultez no cambio nada, empeoró las cosas y era maltratado en el trabajo, por sus compañeros y en especial su jefe.

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⏰ Última actualización: Apr 12 ⏰

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𝗗𝗔𝗗𝗗𝗬 𝗜𝗦𝗦𝗨𝗘𝗦╰ ᵀʰᵒᵐᵃˢ ᴴᵉʷⁱᵗᵗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora