2.2K 69 0
                                    

Ya habían pasado 4 días desde su última conversación. Tres días antes de la gala y unas horas luego de esta, el ambiente aún estaba un poco agitado. Juanjo, en busca de un respiro, se refugió en la terraza con una taza humeante de café. Martin lo vio tan tranquilo mirando el cielo, no sabía qué hacer, pero decidió acercarse.

Martin se sentó a su lado en silencio hasta que decidió hablar. - Hola - dijo suavemente.

Juanjo bajó la mirada y le devolvió el saludo, - Hola.

Era una noche muy pacífica; la luz de la luna iluminaba la terraza, las estrellas brillaban y una brisa acompañaba el ambiente. - ¿Cómo estás? – preguntó Martin, su mirada buscando la de Juanjo.

- Un poco cansado - respondió Juanjo - ¿Y tú?

- También un poco cansado - admitió Martin, aún observando a Juanjo.

Ambos se sumieron en un silencio, pero Martin finalmente decidió abordar el elefante en la habitación. - Juanjo, necesito explicarte por qué sucedió lo de Álvaro. De repente, el ambiente se sintió pesado.

- Mira, no es una justificación, pero él... Álvaro no se esconde. Fue un impulso estúpido. Yo te dije que eso no me molestaba, pero en el fondo sí. No me gusta tener que esconderme cada vez que te quiero besar o tocar. Me duele, y yo sé que lo intentas y siento mucho haber herido tus sentimientos, pero tal vez fue una forma equivocada de buscar consuelo en medio de todo esto.

Los ojos de Martin lo miraban, buscando decifrar sus pensamientos. Juanjo bajó la mirada, procesando las palabras de Martin. - No me estoy justificando, solo quiero que entiendas mi perspectiva en ese momento y que nunca fue con la intención de herirte - agregó.

Juanjo sintió que era su culpa, sus inseguridades siempre terminaban afectando al resto – Lo siento, yo no... Sé que te duele, pero es que no sé cómo pueda reaccionar mi familia, mis amigos, la gente que nos mira... Lo siento - dijo, su voz sonaba un poco apagada.

- ¿Qué? No, no pidas disculpas. - Dijo Martin, tomando su mano - Nada de todo esto es tu culpa, ¿vale?

Martin continuó hablando - Juanjo, entiendo que esto te haya afectado y lo siento de verdad. Nunca pensé en lastimarte a propósito. No deberías disculparte por sentir lo que sientes. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para que podamos superar esto juntos.

Juanjo asintió levemente; sus palabras lo hicieron sentirse mejor, pero no podía evitar sentirse vulnerable. Ambos se quedaron en silencio por un momento, sumidos en sus propios pensamientos.

- Tenemos que aclarar lo que realmente queremos - dijo Martin rompiendo el silencio.

- Sí, creo que es necesario. Pero quiero que sepas que no es solo por lo de Álvaro, sino por otras cosas también. No sé si podemos seguir así, Martin. Necesitamos encontrar una solución que funcione para ambos - levantó la mirada, encontrándose con la mirada de Martin viéndolo fijamente. – Yo no quiero que te sientas cohibido de ser tú.

Martin asintió, entendiendo la gravedad de la situación. – Y yo no quiero que te sientas presionado ni mucho menos expuesto. - Ambos sabían que había problemas más profundos que debían abordar si querían que su relación tuviera futuro.

- Estoy dispuesto a trabajar en esto, Juanjo. No quiero perderte, te quiero muchísimo. Hagamos lo que sea necesario para que funcione.- Dijo sonriéndole un poco melancolico.

La mirada de Martin revelaba sinceridad y determinación, y Juanjo lo pudo ver. Sin decir una palabra más, se abrazaron con ternura, buscando consuelo mutuo.

El cálido abrazo sirvió para liberar las tensiones acumuladas. Se sintieron más cerca, más unidos.

- Yo también estoy dispuesto - dijo Juanjo, sintiendo cómo la presión se aliviaba poco a poco.

Martin sonrió, viéndolo con cariño. No sabían en qué punto terminaron acurrucándose; Martin tenía su cabeza sobre su pecho mientras Juanjo le hacía mimos en el cuello. Ambos sabían que no todo estaba arreglado y que ambos se habían lastimado, pero el simple hecho de estar juntos los hacía sentir tranquilos.

𝐶𝑜𝑛𝑓𝑢𝑠𝑖𝑜́𝑛 /// Martin x JuanjoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora