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El peliazul sorbio la nariz mientras se acurrucaba en los muslos de Jungkook.
–Le grite a YoonGi, Kookie. Nunca le había gritado–hablo entre sollozos– El siempre es tan tierno y cuida de mí. Soy el peor novio.
–Lo se, Jimin. Lo vi. –Dijo mientas acariciaba la espalda de su amigo.– ¿Que sucedio?. Tú nunca antes haz tenido un arranque así.
Jimin volvió a sollozar.
–Yuna, hablo conmigo antes de que Hyung viniera con mi almuerzo. Me dijo que estaba gordo. Que YoonGi Hyung se buscaría a alguien mejor que me dejaría para siempre. Que con alguien tan enfermo como yo nunca estaría tranquilo.
Jungkook solto un suspiró. Entendiendo la situación de Jimin.
–Mimi –dijo con voz suave– creo que deberías... tomarte un tiempo con YoonGi y volver a terapia.
–¡No! –se incorporo inmediatamente mientras negaba no quería alejarse de su Hyung.
Jungkook tomó su rostro entre sus manos. Y lo obligo a mirarlo a los ojos.
–Cielo, los ataques se están volviendo más fuertes. No es el primer arranque que tienes en el ultimo mes. Ya no comes, ni cuidas de ti mismo. Estas recayendo. Tienes que volver a Terapia.
El peliazul observo los ojos preocupados de su amigo. Tal vez Yuna tenía razón y él deba volver a curar sus heridas y lo haría hasta que cicatrizaran totalmente.
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