Por Cody Anderson //Fanfic Noco. Total Drama

La secuela y el final

¿Recuerdan la final y la secuela?
¡Pues como soy una loca voy a cambiar parte de ese capítulo!
Está mini historia es como un what if de detrás de Cámara, recuerden, no es el mismo AU.

Pov Noah

Me acaban de hacer unas preguntas con esa horrible máquina.
“¿Eres realmente homosexual, usaste a tu exnovia Emma—rió esa rubia tarada—y te sientes atraído por Cody Anderson?”
Las respuestas verdaderas son “si”, “si” y “si”. Pero como tengo sentido común, negué todo. Y luego la máquina dijo que era mentira.
Y aquí estoy. Terminó la grabación. Varios me miran a mí, aunque la mayoría a Harold y a Duncan (se reveló que ellos habían sido novios).
Siento una mano agarrarme. Me doy vuelta, temiendo y a la vez deseando que sea Cody, pero es Izzy. “Guau. Genial”, pienso con desgano.
Ella me arrastra junto con los demás y luego, de repente, me hace doblar en un pasillo y me mete en uno de los camerinos, que decía “Geoff” en la puerta.
Mierda.
Cody está enfrente mío, dios. ¿Izzy hizo esto?
Intento darme la vuelta para salir, como el orgulloso miedica que soy, pero la puerta está cerrada con llave. Intento forzarla pero no puedo. Cody murmura algo y me quedó paralizado sin saber que hacer.
—¿Que?—es lo único para lo que me llega el aire.
—¿Era verdad?—repite ahora más alto y más claro—o la máquina tenía razón.
—Yo...—no planeaba seguir, y aún así Cody me interrumpe:
—Yo estuve consciente en la reunión, Noah. Fui yo quien se acercó para dormir cerca tuyo en la primera temporada. Fui yo el que te recostó sobre mis piernas en la tercera esa vez que estábamos esperando, y fui yo el que te llevó hasta esa habitación. Pero nunca te das cuenta.
¿Que?
No, de verdad...
¿QUE?
—Y te escuché. Recuerdo cada una de tus palabras—murmura y sonríe—“Cody, quiero que me hagas perderme entre mis sentidos, que me vuelvas loco y que no me dejes pensar en nada más que en ti tocándome, en tu cuerpo, en como te amo y no en qué no quiero que recuerdes estas palabras... Te amo, Cody Anderson, incluso si para ti soy solo un chico con el que puedes acostarte. ¿Puedes hacer eso?”—repitió—“En como te amo”.
Me acerco a él temeroso.
—Bueno, si—mi voz tiembla. ¿Esto es una broma? Tiene que ser algo así.
Mis manos temblorosas se acercan a su cintura, y el, sabiendo que estoy apunto de hacer, se deja agarrar y me mira profundamente, embobado. Las pupilas de sus hermosos ojos celestes se dilatan, sus labios, como los míos, también tiemblan.
Me acerco. Estamos a solo centímetros, respirando uno sobre el otro, puedo sentir como respira agitadamente.
Dejó uno de mis brazos rodeando su cintura y subo uno hasta su rostro, para tomar su mejilla y acariciarla lentamente con mí pulgar.
—Te amo—admito.
—Te... amo—contesta él, en voz baja y cortando las palabras.
Corto la distancia entre nosotros. Lo beso. Ha pasado poco: uno, dos días o tres, desde que lo besé por última y primera vez, pero se siente como tanto tiempo y anhelaba tanto volver a hacerlo.
—¿Vamos con los demás?—dice y reposa su cabeza en mí pecho, dejándome cubrirlo con mis brazos.
—Pueden esperar un poco más.