WINDY SPRING XII

CAPITULO 9

Jin se quedó sin aliento cuando los espesos árboles del bosque dieron paso a otros más delgados y la luna iluminó el valle debajo de ellos. Ya habían alcanzado la cima de las montañas y se dirigían colina abajo hacia Windy Spring, pero la vista era mucho más de lo que esperaba o podría haber soñado.

Después de haber vivido toda su vida en la ciudad, Jin sólo había visto lugares como este en películas y libros. Nunca pensó que vería un lugar tan pintoresco en la vida real, o se mudaría allí. No había un montón de luces encendidas en el valle, pero lo suficiente como para decir que había una pequeña localidad ubicada más en abajo.

Jin podía ver algunas luces más lejos y alrededor de la cuenca, y un par más arriba en las montañas circundantes. No podía imaginar el paisaje del lugar invierno, cubierto de nieve. Esperaba estar allí el tiempo suficiente para averiguarlo.

—Ya casi llegamos —dijo Taehyung, entrelazando sus dedos sobre la parte superior del asiento de coche de Jinnie, algo que tuvieron que comprar antes de salir de la ciudad.

Yoojung no le había dado uno. Yoojung no le había dado muchas cosas. Jin estaba empezando a ver que necesitaría encontrar un trabajo de inmediato. Todavía estaba tambaleándose por la cantidad de cosas que Jinnie necesitaba. Era una tonelada.

Los árboles se espesaron a medida que se acercaban al pie de la montaña, oscureciendo la vista de Jin, pero una vez que llegaron al fondo del valle, los árboles se adelgazaron nuevamente y se convirtieron en tierras de cultivo. Las casas salpicaban el paisaje aquí y allá, rodeadas de pastos y tierras de cultivo.

Cuando llegaron a las afueras del pueblo, Jin estaba bastante seguro de que nunca había visto un lugar más bonito, y aún no lo había visto durante el día. No podía esperar para explorarlo todo.

—Tengo un pequeño apartamento a una manzana de la calle principal —dijo Taehyung—. No es mucho, pero está limpio y bien mantenido. —Taehyung sonrió ampliamente. —Y tengo mi propio baño.

—Vas a tener que hablar con Chani sobre alquilar uno de sus apartamentos más grandes —dijo Taeil desde el asiento delantero—. Los dos viviendo en ese pequeño apartamento ya va a ser lo suficientemente difícil. Con el bebé agregado a la mezcla, necesitarás más espacio.

—No puedo permitirme un lugar más grande —dijo Taehyung rápidamente—. Incluso si Jin encuentra un trabajo de inmediato, el bebé necesita cosas, muchas cosas. Yoojung nos dio algo, pero no lo suficiente.

Jin miró a los dos hombres y luego a John, que conducía. No quería que Taehyung tuviera que irse a causa de él o Jinnie.

—Vi las bolsas que Dejun trajo al restaurante. No había suficientes cosas para cuidar a Jinnie durante una semana. —Taeil frunció el ceño. —Cómo esa mujer pensó que estaba bien deshacerse de un niño, y no aportar nada, nunca lo sabré.

Jin no sabía por qué sentía la necesidad de hablar por Yoojung, tal vez porque ella era la madre de su hijo, pero lo hizo. —Yoojung tiene buenas intenciones, pero dudo que sea material de madre. Ni siquiera tenía que tener a Jinnie, y mucho menos dármelo, así que no puedo culparla por eso.

—Es muy lindo —dijo Taeil mientras bajaba la mirada hacia Jinnie. Probablemente no podía ver mucho desde el asiento delantero ya que el asiento de coche de Jinnie miraba en la dirección opuesta, pero eso no parecía importar. —Ella podría haber conseguido mucho dinero por él en el mercado negro.

A Jin se le heló el corazón. La idea de que Yoojung vendiera a Jinnie a unos desconocidos le hizo querer vomitar. Desde el momento en que tuvo a su hijo en sus brazos, la idea de renunciar a él solo había pasado por su mente una vez, y eso había sido por el bien de Jinnie. No podía hacerlo entonces y no podía hacerlo ahora.