💘Diez💘

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Había sido difícil, pero louis pudo encontrar un nuevo trabajo para harry, en donde la paga era mejor y solo trabajaba los fines de semana. El alfa trabajó ahí por cinco meses y luego de esa discusión con su omega de la que no se hablaba, la relación había mejorado, estaba más reforzada y se amaban aún más.

El último día de trabajo había sido memorable, harry estaba muy feliz porque al fin podría estar todo el fin de semana con su omega, había sido duro despertar a las 5 de la mañana y regresar a las 10:00 de la noche a casa, sumándole que no debía descuidar sus estudios, solo le quedaban unas semanas para acabar la escuela. Todos los fines de semana, besaba a su omega en la mañana y regresaba en la noche para ducharse juntos y dormir abrazados.

Este día se había levantado con más ganas sabiendo que regresaría más temprano.
- me voy, boo.- le dijo acariciando su cabello.- mi vida, me voy.- le dijo besando sus mejillas.

El omega frotó su ojito suspirando.
- te amo alfa.- lo besó y lo marcó con su aroma.

- yo más, príncipe, recuerda que vuelvo a las 4 .- sonrió viendo que su omega asentía con sus ojitos cerrados.

Salió de la casa de su omega en silencio para llegar a la parada de buses, ahí tomó uno que se demoraba 40 minutos en dejarlo cerca de donde tomaba un taxi que en 15 min, ese taxi lo dejaba en una esquina y de ahí debía caminar 15 minutos más para llegar a la casona de su jefe, ya habían terminado la construcción de una nueva piscina a un costado de la casona, también un jardín y una fuente de agua, hoy era un día para despedirse y recibir su último sueldo.

Cuando llegó esperó la llegada de sus compañeros para divertirse un momento, todos bebían alcohol, menos harry, él lo hacía en casa ya que en su interior sentía que era una pequeña falta de respeto llegar oliendo a alcohol a casa en donde su omega lo olería, él solo bebió gaseosa. Hicieron una barbacoa deliciosa, los señores con los que trabajaba harry eran muy simpáticos y sabían cocinar rico. Él era el único joven, todos los demás tenían sobre 40 años.

- hey harry, cómo va todo con tu omega?.- le preguntó Miguel, él le había ayudado mucho escuchándolo cuando no se sentía muy bien.

Harry sonrió al recordar a su dulce criatura.
- muy bien, estamos muy felices, él es...increíble.- dijo suspirando.

El señor de 50 años sonrió.
- estás tan enamorado.- dijo riendo.- es lindo sentirse así, yo también me sentí así cuando joven, y aún lo siento así, cada vez que llego a casa mi omega me espera con un beso que... ya sabes... teniendo 36 años juntos he recibido muchos de esos pero cada uno se siente especial.- sonrió y harry se vió reflejado en un futuro así con su omega.- que nadie te diga que el enamoramiento es temporal, porque con la persona correcta, te sientes enamorado cada día.- terminó para sacar una foto de su omega de su billetera.

- es lindo que hable así Don miguel, quiero que a la edad de usted yo pueda decir lo mismo.- vió la foto que le mostró.

- y lo podrás decir, conozco los ojos que pones cuando hablas de él y son los mismos que yo comencé a tener a los 15 años.

Harry apreció al omega en la foto de miguel, era un hombre bajito, delgado, con algunas arrugas y dos personas a su lado, eran muy parecidos a miguel.
- es lindo.- dijo sin soltar la foto.- quienes son ellos?.- preguntó por los demás.

- son mis cachorros, este de aquí es Carlo, un alfa testarudo pero de buen corazón.- harry rió bajito.- y la hermosa de aquí es Vivian, una alfa amorosa y amante de los niños.

Harry sonrió.
- solo tiene dos hijos?.- preguntó sin querer posiblemente tocar un espacio delicado.

Miguel asintió guardando la foto cuando harry se la entregó.
- sí, mi omega sufrió mucho teniendo a los mellizos, entonces decidimos solo quedarnos con ellos, también tenemos 6 nietos, dos de Carlo y cuatro de Vivian.

Lovers [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora