𝗧𝗪𝗢

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Cassia se levantó a las 5:00 a.m, alrededor de dos horas estuvo arreglándose, la primera materia que le tocaba indicaba una hora demasiado temprano. Al salir de la habitación se topó con su compañera de piso que apenas había entregado guardia y en sus ojeras era el notable cansancio que traía.

―¡Susy, te miras fresca!― bromeó tomando su bolso y celular.

La nombrada rodó los ojos deshaciéndose de lo que llevaba― Sí continúas serás la próxima en visitar la morgue.

―Pero que humor traes.

―Cuando te toquen las guardias me entenderás, ahora, voy a dormir.

―¿Faltarás hoy a la clase?

―¿Mis ojos cansados te dicen algo?

La castaña solo asintió ante la pregunta dando por finalizada la conversación con su amiga, la salida del departamento fue realmente rápida, era una suerte que para esas horas casi nadie ocupaba el elevador. Afortunadamente la universidad quedaba a dos cuadras, pero Cassia debido a la hora optó por tomar la ruta que justo pasaba por el lugar.

La primera materia de Cassia se trataba sobre el Derecho Penal, lo encontraba fascinante, totalmente digno de su atención, la castaña había elegido sentarse en el segundo tramo de los pupitres. Poco a poco el lugar se llenaba de estudiantes, detrás de éstos venía un hombre con traje impecable y portador de una elegancia envidiable e intimidante, los lentes que llevaba el hombre era un excelente detalle a su figura haciéndole ver la seriedad absoluta.

―Mi nombre es Cillian Murphy, especializado en Criminología y Criminalística ― mencionó en un tono de voz que resonó en los oídos de Cassia, causándole un pequeño escalofrío― Por un tiempo me verán en la universidad, seré yo quién les dé la materia― dijo deshaciéndose de su saco y dejándolo en el respaldo, a diferencia de otros profesores Murphy solo sacó un libro― Teoría del delito, comencemos.

⚖️


Las primeras horas habían sido ocupadas por la universidad, Estopier al salir comenzaría con las prácticas, los nervios de algo nuevo le invadía en el estómago, se vería incluída en lo que tanto anhelaba, peritaje forense.

Había quedado en el mismo lugar que Bailey, una razón más para no ceder ante los nervios. Aquel lugar estaba lleno de personas con experiencia y rangos que parecía imposible de obtener. La castaña caminaba por los pasillos verificando las chapas de las puertas, aquel lugar era tan inmenso que fácilmente te podías perder sí lo desconocías, justo un caso para la joven.

Una mujer alta y pelinegra se acercó a Cassia― ¿Cuál es su nombre? ¿Qué hace aquí?― preguntó con una seriedad que te podía helar la sangre.

―Cassia, practicante de forense― respondió la castaña con una seguridad fingida.

La mujer pareció analizar lo que la joven había dicho y asintió― Schulz, reinserción social― se presentó como usualmente era debido― Los practicantes están en el cuarto piso, lee chapas y encontrarás tu lugar.

Todo parecía haber terminado para Cassia pero, la misma figura masculina de la universidad se integró con un semblante de confusión― ¿Sucede algo?― preguntó a la vez que sacaba su cajeta de cigarros.

―Solo se trata de una practicante perdida― respondió Abigahil cruzándose de brazos ante la presencia del hombre.

Aquella mirada azul como el océano inspeccionaba a la castaña hasta que volvió a hablar― ¿Conoces el reglamento de la vestimenta?― aquella pregunta logró que las mejillas de Cassia se tiñeran.

Al parecer la joven había elegido mal vestir con un vestido de corte hasta las rodillas y chaqueta― No, señor― respondió casi en susurro lleno de vergüenza.

―Es nueva, ¿Sabes?― mencionó Abigahil.

―¿Te he preguntado sí lo es, Schulz?― Cillian miró a la pelinegra y ésta como respuesta rodó los ojos optando por seguir y continuar con su trabajo― Apellido.

―Estopier.

―No habrá un próxima― dijo Murphy encendiendo el cigarro― A su área.

Bien no había sido la mejor presentación de Cassia ante Murphy, deseaba regresar a casa y volver a comenzar, aquello solo era sinónimo de estar fichada por el hombre.

⚖️

Estopier miró su reloj inteligente que reposaba en su muñeca izquierda, faltaba menos para salir, con cansancio del largo día se deshizo de la bata que llevaba, acomodó sus lentes que caían sobre el puente de su nariz, tomó su celular y salió del despacho, moría por vaso de café. La cafetería del lugar quedaba en el segundo piso, debido a la hora el lugar estaba un poco lleno por los que cumplirían con guardias, además de practicantes y algunos jefes de otros departamentos.

Su humor no era tolerable para esperar, alrededor del lugar yacían más cafeterías así que Cassia caminaba a la salida del departamento para dirigirse a una, pero en su camino se tropezó con nada más y nada menos que el jefe del departamento de homicidio.

―¡Perdón!― exclamó la joven con vergüenza― Ha sido sin querer.

―Coincidido, ¿A dónde se dirige?― preguntó Murphy arreglándose los lentes.

Cassia vaciló antes de responder a la pregunta― A alguna cafetería que esté libre― respondió acompañado de una risita.

―Comprendo, a esta hora es imposible tomar un café aquí o cerca, lo digo por experiencia― Murphy hizo una pausa inspeccionando a su alrededor― Conozco un lugar, ¿Desea ir?

La castaña miró incrédula ante tal pregunta― ¿De verdad?

―Sí, señorita Estopier, ¿Parezco alguien qué suele bromear?

―En lo absoluto, señor Murphy.

―Solo Murphy.

―Solo Murphy― repitió Cassia en murmuro.



―Solo Murphy― repitió Cassia en murmuro

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𝗦𝗜𝗟𝗘𝗡𝗖𝗘 › 𝘊𝘪𝘭𝘭𝘪𝘢𝘯 𝘔𝘶𝘳𝘱𝘩𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora