Leyendas de Potter

Cap 33

Capítulo Trece - Navidad Hols

El final del semestre estaba cerca y se acercaban las vacaciones. Harry había logrado completar su proyecto de botas, calcetines incorporados y todo. Solo tenía que acordarse de limpiar mágicamente el interior de las botas después de usarlas.

Ahora tenían varios lugares de reunión más de Death Eater. La mayoría fueron pequeñas reuniones que Harry hizo él mismo o llevó a uno o dos amigos a ayudar. Tomó diferentes cada vez para que todos pudieran obtener la experiencia necesaria. Hasta ahora, no más los mortífagos fueron asesinados por sus amigos, pero algunas de sus víctimas tuvieron que ir a St. Mungos para tratamiento. Las lesiones fueron en su mayoría huesos rotos o sangrado interno. Harry se negó a curarlos, ya que nadie estaba muriendo de inmediato.

Además de encaminar a los Mortífagos de sus escondites, Sirius estaba ocupado en el Wizengamot impulsando mociones para que el Ministerio congelara todos sus fondos. Esto fue para asegurarse de que ni Voldemort ni ninguno de sus lacayos tuvieran la capacidad de llegar a esos fondos. No era ningún secreto que cuando le sirves a Voldemort tenías que darlo todo, incluido tu oro.

Voldemort estaba sintiendo el apretón. Había perdido bastantes reclutas de Death Eater en estas redadas y mucho acceso al oro. Se dio cuenta de que deben haber tomado la información sobre las ubicaciones de Wormtail cuando fue capturado, además de cualquier morguibuer después de eso. Tendría que empezar a proteger la información con más cuidado, pensó, y ocultarla de sus morífagos que aparentemente no podían hacer rela resta de estos magos golpeados.

Voldemort cambió sus arreglos de vida alrededor de algunos y se aseguró de que los barrios estuvieran más fortificados. También hizo que los espías vieran los escondites conocidos restantes e informaran de lo que estaban viendo en estas incursiones. La mayoría de sus espías tampoco regresaron, pero los pocos que lo hicieron informaron que a veces solo enviaban lo que parecía uno o dos magos golpeados en función de la cantidad de mortífagos que había en la casa. Una vez que terminaron de capturarlos, llamaron a las auroras para que se los llevaran antes de cambiar todas las salas.

Con esa información, Voldemort decidió poner una trampa. Donde un lugar normalmente solo tenía dos o tres mortífagos, tenía unos diez más esperando para unirse a ellos tan pronto como se derribaron los barrios. Él estableció esto en todos los pequeños campamentos de del Mortífago restantes asignando diez Mortífulos por ubicación para monitorear los barrios y llevar las llaves de puerto preestablecidas dentro de la casa inmediatamente después de que los barrios fallaran.

En una misión en particular, Harry había ido solo a lo que pensaba que era solo un hogar de un mordún de dos personas. Era un equipo de marido y mujer que había mirado una semana antes. Aterrizó fuera de sus barrios y rápidamente los derribó. Harry agitó con la mano sus botas desterrando las suelas. Aparecieron cuatro agujeros en la parte inferior de cada bota, dejando el resto de las suelas en tacto debido a las runas talladas en ellas. Harry descubrió que empujar el aire a través de los cuatro agujeros en realidad le dio más empuje, ya que el aire estaba comprimido ahora.

Usando su elemento elemental de aire, voló rápidamente a la casa y entró por una ventana del segundo piso después de desaparecer el vidrio. No había nadie en el segundo piso, pero cuando Harry llegó a las escaleras encontró a una docena de Morífagos esperándolo. Harry ya había lanzado salas antiapariciones y anti-portkey. Los Death Eaters también los habían lanzado. Eso simplemente significaba que todos estaban atrapados allí juntos.

Vio a los doce Morífagos levantando sus varitas cuando llegó a la cima de las escaleras. Pensando rápidamente, Harry sacó su mano izquierda frente a él y los derribó con una feroz ráfaga de viento. Los que están delante cayeron de nuevo en los que están detrás de ellos, así que básicamente cayeron sobre sí mismos. Tan pronto como detuvo el viento, Harry saltó sobre la barandilla y aterrizó justo en medio de ellos. Usó su elemento de aire para ralentizar su caída.