Mordisco para Recordar

Capítulo 01.

**Lumos** Juro Solemnemente que no estoy tramando nada bueno **Lumos**

Hürrem se sentía adolorida, como... verdaderamente adolorida. El aire le faltaba un poco y su garganta quemaba desde adentro, se preguntó que tanto le estaría pasando para sufrir como lo estaba haciendo. Podía recordar su reclamó... los anillos de sus casas... el dolor de su magias quemando a través de sus venas... el dolor en su cabeza...

¿Qué le hicieron los anillos familiares?

¿Qué estaba pasando con su Magia?

Se quejó suavemente cuando involuntariamente una de sus manos se movió y provoco más dolor.

Fue una experiencia horrible como nunca antes había sentido, ni siquiera con las palizas de Vernon.

Dolor. Dolor. Dolor.

Estaba sollozando porque el dolor no podía entenderlo, no era físico... era algo más profundo dentro de ella que dolía y no sabía que era. Al fondo de sus propios sollozos escuchó voces y sintió su piel humedecida, inmediatamente supo que no se encontraba con los Dursley porque nunca se preocuparían tanto por ella de esta manera... pero tampoco estaba en Hogwarts porque Madam Pomfrey usaría hechizos o pociones para aliviarla. El mundano acto de limpiarla con un trapo húmedo y dejar otro en su frente no era propio de la Bruja o sus tíos.

Ante la bruma y bruma sus ojos se abrieron, su visión estaba bastante nublada, logró vislumbrar siluetas junto a ella. Dos de ellas con hermosos cabellos rubios casi blanco, había otro, una pequeña con cabellos oscuros y los ojos azules más lindos que nunca antes había visto. Algo tiró en su interior... pero Hürrem no vio mucho más antes de perderse entre la oscuridad que la reclamaba una vez más.

**Magia–Sangre** **Magia–Sangre**

— ¿Ya despertó la muchacha? —El Padre de familia hablo, mirando a su esposa en espera de una respuesta sobre la extraña niña sucia y maltratada que habían encontrado en el bosque.

—Solo un poco, pero volvió a desmayarse... estaba bastante herida.

Hubo un pequeño silencio durante la cena, los pocos involucrados que fueron testigos de rescatar a la niña y conocían sobre ella aun no podían pensar en quién podría haberla lastimado tanto. Especialmente porque era tan pequeña y delicada. Era bastante obvio que estaba huyendo, como también que poseía una importante herencia... el anillo en su mano era de oro sólido con piedras preciosas, el trabajo de tallado elaborado mucho más de lo que un artesano normal podría lograr.

Pero eso no quitaba que la niña seguía siendo tan pequeña...

La Madre de la familia había determinado que en realidad no era tan niña como pensaban, su apariencia tal vez figuraba como tal... pero su cuerpo contaba otra historia. La desconocida tenía la edad de la única hija de su familia y la estatura del hijo menor de la familia. Habían lastimado a la niña más que físicamente, no, no hubo violación de esa manera... pero hubo suficientes golpes para dañar sus pequeñas manos con dedos huesudos un poco desviados y frágiles.

—Hay algo más —ganando la atención de toda su familia, la Matriarca termino de servir otro poco de bebida a su esposo—... es como yo.

El Patriarca gruñó un poco, pero asintió al final— Entrénala, si puede ayudarte con tus deberes para nuestro Clan será un gran activo... ¿Descubriste algo sobre ese anillo en su mano que no puede ser retirado?

—La Magia es lo que ancla la joya a su dedo, ella, solo ella, puede retirarlo.

—Ese anillo es una pieza de joya bastante peculiar, Rebekah, cuando despierte vuélvete su amiga inmediatamente... puede que la niña nos guíe a su pueblo si insinuamos ayudarla a vengarse de sus agresores y quienes la han lastimado tanto.