~The Liberty Game~

CAPÍTULO 1: La llegada

•Perspectiva de Fyodor Dostoyevsky.•

Después de un largo viaje, para mí desgracia llegué a un correccional, ubicado en Yokohama, en el que accedí junto a otras personas trajeadas con una vestimenta más formal, puedo deducir que eran los guardias de este sitio que se convertiría en mi nueva "casa".

Al entrar en el correccional me llevaron y me presentaron ante el director de este sitio. Tras hablar con ese hombre un tanto misterioso y siniestro me llevaron a una gran sala, probablemente la más grande del correccional.
Habían muchas mesas, sillas, demasiada gente y un fuerte olor a comida. En el ambiente se captaba un repugnante aroma a huevos fritos y a beicon. Ese olor no me resultaba agradable en lo más mínimo, pero era normal ya que era la hora del desayuno.

El lugar no era demasiado llamativo, era algo aburrido. Mi principal objetivo era ahora escapar y huir de este sitio. El lugar era bastante amplio y espacioso, parecía un sitio normal y corriente, aunque tenía un ambiente algo extraño, seguro eran simplemente sensaciones mías. Mientras caminaba acompañado de los guardias ví en una mesa cercana por la que iba pasando a un joven que aparentaba tener mí edad, posiblemente era mayor que yo. Tenía el pelo blanco y pulcro como la nieve, era largo y lo llevaba en una trenza que colgaba por su hombro derecho. El albino tenía un parche en uno de sus ojos, el derecho para ser preciso y por su ojo izquierdo surcaba una línea vertical. Su ojo era de un tono azul-grisáceo, bastante extravagante y extraño, con una luz algo bromista pero serena. Junto a él había otro chico sentado, más o menos de la misma edad, pero no me resultó muy interesante.
Dejé de mirar al peliblanco ya que tampoco me parecía intrigante, simplemente en su apariencia y aura había algo que sobresalía del resto, y continúe el camino que iban guiando los guardias de allí.

•Cambio de perspectiva momentáneamente a Nikolai Gogol.•

Me encontraba desayunando hablando un poco aburrido junto a mí amigo hasta que ví al novato.
Sus pelos azabaches le llegaban muy cerca de los hombros, pero no llegaban a ellos y tenía una profunda y penetrante mirada carmesí, aunque también pude apreciar tonos morados en sus ojos. El azabache tenía un cuerpo bastante delgado y flacucho, su aura era fría y misteriosa, se notaba su desagrado por el sitio, o por lo menos creo que era por eso, ya que en un principio nos suele pasar a todos.
No quería distraerme con el puesto que probablemente sería como el resto de gente de este sucio y asqueroso lugar, además, yo estaba ocupado, así que le ignoré y continué comiendo.

•De vuelta con la perspectiva del ruso.•

Seguí el camino que me indicaban los guardias y llegué a una habitación, me entregaron una llave de metal, quizás era de hierro, y me comunicaron que tenía un compañero de cuarto. "Genial, ahora iba a tener que convivir con un completo extraño". Eso fué lo que se me cruzó por la mente, pero mi expresión facial era fría y seria, como de costumbre. Simplemente asentí, agarré la llave y entré en la habitación.
Tras entrar cerré la puerta y me acerqué a la cama que quedaba libre, ya que eran dos camas separadas y a los lados habían mesillas de noche, pero sin lámparas. También a un lado de la habitación, que no era muy grande, había un armario separado en dos compartimentos, seguramente ambos lados estarían ocupados por mí compañero. Coloqué algunas de mis pertenencias en la cama y me quedé sentado en ella.
Revisé con la mirada la habitación pero no observé nada fuera de lo común, solo objetos de lo que supongo que serían de mi compañero de cuarto. Me pasé la hora entera del desayuno allí, esperando pacientemente a que dieran la hora del comienzo de las clases.