•La perspectiva aún la tiene el azabache.•
Al llegar a la habitación, ambos entraron y tras hacerlo, cerraron la puerta.
-Te veo serio.- Comenta el peliblanco mientras el chico de pelo carbón se tumba boca arriba en su cama, usando su propia almohada para recostarse.
El ya mencionado pelinegro coge su libro y lo abre por la página que estaba indicada con un pequeño, pero bonito y práctico marcapáginas.
-No lo estoy, siempre soy así.- le aclaré, aunque, el dato de que siempre estoy serio es correcto, ahora como bien había dicho el albino, estaba serio pero aún seguía molesto al recordar lo que había pasado hace un rato con el profesor, o lo que es igual a llamarle, desecho humano.
Por este mismo hecho, el de estar serio, pero no calmado, sino, molesto, he cogido el libro de nuevo; para leer, relajarme y despejar un rato la mente, pero conociendo a mí compañero, posiblemente este no lo entendería ni aunque hiciera el esfuerzo de explicárselo.
El albino con intenciones un tanto extrañas e impredecibles se aproxima lentamente al pelinegro.
-¿¿Y por que no sonríes de vez en cuando??- pregunta el pecoso.
-Por qué debería?- Esa fue la respuesta del azabache para tras hacerlo volver a continuar con la lectura del libro que sostenía entre sus pálidas manos.
Quizás el error que hizo el serio y calculador muchacho de hebras negrizas es restarle y dejarle de darle importancia al peliblanco, ya que, ahora tal y como se encontraba <«centrado y con la guardia baja»> estaba más indefenso de lo habitual.
Aparte de que hace un buen rato, ya harán 10 minutos o así, de que el truco que él mismo le habia aplicado a la pulsera para que ésta dejase de funcionar, se había desvanecido, es decir; el molesto aparato que todos tienen puesto en la muñeca, volvía a ser capaz de funcionar correctamente y anular las habilidades.
Y así es, el albino aprovechó que el ruso ha bajado la guardia y se sienta al lado suya empezando a acariciar la cintura o mejor dicho, cerca de la cintura del soviético en busca del punto débil de este. En resumidas cuentas, el joven de hebras blancas busca las cosquillas del flacucho cerca de su delgada cintura.
El ojos carmesíes aún tumbado en la cama, deja el marcapáginas en la hoja correspondiente y con un movimiento rápido, deja el libro en su mesilla de noche para evitar que su libro sufra cualquier tipo de cosa, como que el libro quede aplastado por culpa de los forcejeos que más adelante se llevarán a cabo por parte de ambos o porque alguna de las viejas páginas de su libro se arruguen o incluso rompan.
El chico sin poder evitarlo, se muerde la parte inferior del labio en un intento de aguantar lo que seguramente es su propia risa, pues el pecoso efectivamente había logrado hacerle cosquillas.
Para su desgracia, el ucraniano nota la cara que pone este y le empieza a acariciar aún más haciéndole el doble de cosquillas.
-Vengaa ríe un poquito ^^-. pide alegremente el albino, cosa a la que el pelinegro se niega ladeando la cabeza de lado a lado en muestra de que se reusa a cumplir su petición.Nikolai al ver que su amigo aún se negaba y no se reía, se aproximó más a él, estando prácticamente encima de él; pero, aunque pueda parecer que el albino pueda llevar dobles intenciones, no es así, ya que el solo intenta y trata de encontrar los puntos débiles del ruso para que este se termine riendo de una vez por todas.
![](https://img.wattpad.com/cover/361814280-288-k566462.jpg)
ESTÁS LEYENDO
~The Liberty Game~
FanfictionHistoria Fyolai/ Laifyo, la verdad es que es la primera historia que escribo, así que lamento cualquier falta de ortografía (◍•ᴗ•◍). -Un chico con cabellos azabaches llega a un correccional el Yokohama, aparentemente todo era normal, pero, con...