~The Liberty Game~

CAPÍTULO 5: Su lealtad y mí confianza {Parte 1/2}

—•Perspectiva de Dostoyevsky y momentáneamente de Gogol•—

Volvimos a la habitación y ahora todo me era más incómodo que antes, por lo menos así era para mí, pero no le dije nada a Nikolai por no hacerle sentir peor.

Una pequeña parte de mí le quería contar algo sobre mí, por muy poco que fuera, pero, no podía hacer eso, no podía contarle información personal sobre mí. Debía poner fin a este tonto juego de emociones y centrarme en mis objetivos actuales; salir del correccional utilizandole como una mera herramienta y cuando ya no me fuera útil, abandonarle. No podía dejar que mis emociones o sentimientos como la culpa y el remordimiento se entrometieran en mis planes y corrompieran mis planes.

No debía ser impulsivo.

Ya tenía más claro cuales eran sus sentimientos hacia mí; él me quería, pero yo a él no. Además, aún no confío plenamente en él, aunque en verdad, dudo que alguna vez vaya a confiar en él, quizás termine confiando en él un poco, pero es poco probable.

Después de este ¿accidente? ¿Pelea? Lo que fuera, desde entonces pasó una semana. Por fín había terminado de recorrer todo el correccional siguiendo el mapa que había hecho Kolya. El mapa era correcto y preciso; no me había engañado. Sin embargo, eso no prueba nada, aún no confiaba en él, pero bueno, al menos eso me dejaba claro que sí quería salir de este lugar y estaba dispuesto a seguir mis ordenes para hacerlo, aunque tampoco lo tengo del todo claro, me pregunto que más estaría dispuesto a hacer por salir de aquí.

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Estaba a mitad de la clase de matemáticas, hoy no había atendido mucha gente, así que mejor para mí, no me gustan las aglomeraciones. Como de costumbre, mi compañero -Nikolai-, estaba sentado al lado mía, recostado en la mesa durmiendo y con el libro también encima de la mesa verticalmente de pie. Giré la cabeza hacia su lado y le ví.

—«Era hermoso, sus ojos estaban plácidamente cerrados, parecía estar totalmente cómodo y tranquilo.
Sus pestañas eran finas y del mismo color que su pelo, desde luego resaltaban del resto de su cara.
Su pelo, tan blanco como la nieve, estaba despeinado y repartido por la mesa y cubría gran parte de su cara, diría que su aspecto encaja con la definición de «belleza» de los griegos. Sin embargo, aunque parecía un ángel él sin duda sería la decadencia de un ángel.»—

...No entiendo ni como he llegado a pensar en ese tipo de cosas en relación a él o su apariencia física, pero mi corazón se aceleró mientras pensaba en lo bien que se veía, no entiendo bien por qué, pero tampoco puedo decir que fuera mentira, aunque no sé... Es raro..y más si se me acelera tanto el corazón por pensar en algo tan tonto como su apariencia...

Los confusos pensamientos del azabache fueron interrumpidos por la voz del profesor de matemáticas que llamaba a su compañero de al lado para que este se despertase y prestara atención a la clase.

Después de unos segundos más de insistencia el albino se despierta vagamente cansado y frotándose suavemente los ojos con una suave y dulce sonrisa en la cara sonriendo al profe. El profe de matemáticas siempre le ha caído bien.

–No se vuelva a dormir Gogol, por favor.—Le pide el docente a Niko de forma seria pero a su vez suave.

Tras decir eso el profesor se gira y mira al pelinegro.