Bizarre Love Triangle Steve Harrington/ Eddie Munson +18

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Hawkins 1986  laboratorio, pasado

La batalla ya había terminado, todo está en paz, ya no había más guerra. Tanto como Hawkins y el laboratorio estaba destruidos, era triste pero a la misma vez esperanzador ya que los chicos no tendrían que luchar nuevamente con demogorgons o demobats no pertenecientes a su dimensión.
O eso pensaban ya que no todo estaba perdido en el laboratorio, quedaba un núcleo.

La ultima fase.

Todo salía perfectamente al plan.

En algún pueblo de Indiana 2018, actualidad

La castaña se encontraba conduciendo por la carretera ya de vuelta de la casa de Nance, en el auto que tomó "prestado"

No pasaban de las 10 PM, era tarde Hawkins queda algo lejos de casa de la morena, en el camino la luz era poca y eso hacía que todo parezca un poco espeluznante, sobre todo si no hay nadie en las calles, pero valía la pena la vista de las estrellas y la luna.

Para poder relajarse puso algo de música.

-¡Me lleva!- exclamó al momento en que casi un rayo color rojizo le diera a su auto -¿pero que carajos?- dijo observando el cielo que se hacia cada vez más rojo

Un chico de pelo largo aproximadamente de su edad se cruzó preocupado frente al auto de la morena.

No alcanzó a frenar a tiempo y lo topó con el vehículo.

–¡Mierda!– Exclamó asustada.

Se bajó del auto lo más rápido posible para ver si el chico estaba vivo ya que cayó al suelo desplomándose.

Se veía mal, cubierto de sangre, tierra y sudor. Tenia que actuar rápido antes de que alguien pasara y la viera.

–No, no, no– se pasó las manos por la cara preocupada – ¿ahora qué hago?- se pregunto a si misma

Comenzó a levantarlo para llevarlo al auto. El chico pesaba, pesaba demasiado, la castaña pudo a duras penas.

Antes de recostarlo en la parte de atrás noto que su camiseta decía "hellfire club" se sorprendió al reconocer eso nombre a la perfección, debido a su padre. Una vez ya en la parte trasera se subió al auto para conducir aún impactada.

A estas alturas solo podía llamar a una persona.

–Thomas– Exclamo alterada una vez que el respondió su llamada.

–Maya– respondió – oye sabes estaba pensand...

–Thomas– lo interrumpió – escúchame, es un asunto de vida o muerte, más de muerte – el contrario se quedo en silencio para que su amiga hablara –¿te acuerdas de esa vez que hablamos y quedamos en el acuerdo de que si mataba a alguien el otro tenía que ayudar a esconder el cuerpo?-

—Me estás asustando–respondió

–Thomas arroye a alguien sin querer –respondió soltando la bomba– ósea arroyar no, pero si le di un pequeño/gran golpe con el auto y no sé qué hacer, por el momento lo estoy llevando al hospital.

–Maya ¿Dónde estás?– preguntó exaltado

–En la carretera– respondió un poco más calmada- vengo desde casa de tía Nance.

–Okey– hubo un silencio –iré a tu casa, para ayudarte.

-¿después o antes de ir al hospital?

–Maya, no seas necia– respondió rodando los ojos –no vayas al hospital, te pueden ver. lo curaremos en tu casa, abriré la cochera. Hay que esperar a que se haga más tarde para que tu padre no esté en pie–.