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Ohm y Nanon  preparan galletas de chocolate.

Tras largo rato de insistencia, Non accedió a comprar los ingredientes y ya estaba en la cocina del departamento observando la receta.

— ¿Cremar el azúcar y la mantequilla?—Preguntó Nanon con curiosidad mientras pesaba el azúcar en la balanza.

— Quiere decir que hay que mezclar hasta que quede como una cremita — respondió Ohm con obviedad, haciendo reír a su novio.

Ya han pasado 8 meses desde que empezaron a salir y cada día es una aventura. Ohm ha llenado el departamento de Nanon de color, plantas y mucha alegría y Nanon a su vez, llena su corazón de amor y más amor. Desde hace un corto tiempo había estado tomando fotografías de su novio sin que se diera cuenta. Sus álbumes, su gran tablero de corcho colgado en la pared y cada rincón de su dormitorio, tiene diminutas fotos de Ohm, las cuales, Nanon atesora como si fueran lo más preciado de su mundo.

Ohm canturreaba, mientras leía la receta y batía la mezcla de mantequilla y azúcar. Nanon solo le pasaba los ingredientes y contemplaba embelesado cada movimiento de su chico.

La pareja se divierte jugueteando y robándose besitos mientras reían y disfrutaban de su compañía. Non solo se conforma con observarlo, aquello lo hace muy feliz.

— ¿Ya decidiste acerca de tu proyecto?

— Estoy pensando en un jardín vertical, pero necesito diseñarlo.

— ¿O sea que yo estoy pintado?—comentó Nanon fingiendo molestia— soy el mejor diseñador de la ciudad, ¿y no me pides ayuda?

— Tonto, es que ahora estás trabajando más y no quiero molestarte con mis cosas de la universidad.

Nanon dejó a un lado las cosas que estaba realizando se acercó a Ohm y lo miró directamente a los ojos, aquellos grandes ojos cafés brillantes que lo miraban sin pestañear. Besó su frente y le sonrió.

— Eres mi prioridad ahora. Es cierto que ahora tengo más trabajo, pero para ti siempre tendré tiempo, yo te ayudo con el diseño de tu jardín, ¿si?

—Voy a llorar, ¡eres tan lindo!

Pawat envuelve sus brazos alrededor de Nanon, sentía que se había ganado la lotería con ese hombre, por poco se suelta a llorar, ya que es demasiado sensible, se sentía mimado, especial y único junto a él. Ambos sonrieron y metieron las galletas al horno.

—Dice 15 minutos a 180°C.

—Bien.

Empezaron a limpiar los mesones y los trastes, mientras Ohm jugaba con los restos de harina y manchaba el rostro de su novio con ella, Nanon empezó a perseguirlo por todo el departamento hasta caer rendidos de tanto correr y reír sobre el suelo.

—Vamos a tener que limpiar todo el piso, está lleno de harina.

—Si, amor, no seas tan maniático de la limpieza, luego limpiamos.

Se quedaron acostados unos minutos más hasta que sonó la alarma que indicaba que las galletas estaban listas. El olor de las galletas recién salidas del horno, inundaba el lugar, se veían espectaculares y no esperaron a probarlas, pero estaban muy calientes.

— Por tu culpa, voy a terminar diabético.

— No seas exagerado, solo es una galleta.

Esperaron un poco más a que se enfriaran. Terminaron de limpiar todo el lugar, mientras Pawat tomó la escoba para usarla como un micrófono y cantaba a todo pulmón.

"Dear future husband

Here's a few things you need to know

If you want to be my one and only

All my life.Dear future husband

If you want to get that special loving

Tell me I'm beautiful each and every night..."

Ohm tomó de la mano de Nanon y comenzaron a bailar, era muy gracioso, siendo tan grande y atractivo, no era muy bueno para el baile, parecía un robot gigante que necesitaba de aceite. Pawat por otro lado sonreía alegremente mientras daba vueltas junto a su chico, en su mente pensaba que nadie más que él podría ser tan especial, estaba agradecido.

Terminaron de bailar, o eso intentaron y ya las galletas estaban listas para comer, se sentaron en el mesón con un vaso de leche fría para disfrutarlas mejor.

— Están deliciosas — comentaba Nanon remojando la galleta en la leche.

—¡Siiiii! Hay que llevarle a Mark.

—Es cierto, guardemos en un tupper unas cuántas y se las llevamos más tarde. Oye amor, ya tenemos algunos meses de estar juntos y estuve pensando y quisiera que conozcas a mis padres.

—Tus... ¿Tus padres?— casi atragantándose con la leche, Ohm comenzó a toser. Non lo miraba divertido, dando pequeños toques en su espalda.

La expresión de Pawat cambió por completo, se puso tan blanco como una hoja de papel, Nanon al verlo soltó una gran carcajada, pero al verlo de vuelta sabía que realmente se había puesto nervioso.

—¿Estás seguro?

—Totalmente.

— ¿Y si no les agrado? ¿Y si rompo algo? ¿Y si quemo la casa?

— Amor, mis padres están ansiosos por conocerte, no vas a destruir nada porque yo esconderé todas las cosas frágiles para que no las puedas romper — dijo mientras intentaba no reírse— y no vas a quemar la casa.

—¡Nanon!—gritó soltando una risa al escucharlo.

—Escúchame, te amo mucho y quiero que conozcas a mis padres, te prometo que te van a encantar, vamos a estar bien. Es posible que te hagan unas preguntas con un polígrafo pero no te preocupes, pasarás la prueba.

—¿Un polígrafo? Nanon, no me dejas más tranquilo, ¿en serio tienen eso en casa?

—No, tonto; claro que no, estoy bromeando, no tienes que tener miedo, ¿si?—respondió riéndose.

Ohm asintió, aún nervioso pero al ver la confianza que le transmitía Nanon, se quedó un poco más tranquilo. Nunca había conocido a los padres de alguien más que no sean de sus amigos, esta experiencia era nueva para él, quería impresionar a los padres de su novio, quería caerles bien, quería que ese encuentro sea perfecto.

Dirige su mirada a Nanon que está metiendo su galleta en el vaso de leche nuevamente para remojarla, lo observa por unos minutos, y sí, era como un niño grande con el rostro de un hombre, hacía pequeñas muecas y hablaba entre dientes como si estuviera jugando, era gracioso, el tan serio y a la vez tan tierno, esto hizo calentar el corazón del chico, que acarició con la mano su mejilla.

— ¿Qué fue eso?

— Eres precioso, eso es todo.

Nanon agachó la cabeza mientras sonreía con timidez, sus hoyuelos se asomaron a ambos lados de sus mejillas, al sonreír ampliamente, tomó la mano de Pawat y la besó.

— Tú eres más precioso.

Luego de comer, lavaron los trastes y se sentaron a ver películas, al caer la noche, se despidieron y Ohm volvió a su departamento. Con el corazón lleno de amor y con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

Nanon terminó de ordenar, ubicando los cojines en su sitio, mientras recordaba todo lo que ha estado sucediendo en su vida. Era feliz, por primera vez en su vida, lo era. Y Pawat era el motivo. Recordó vagamente cuando pensaba que jamás iba a poder tener una relación con él, se da un golpe mental y ahora piensa en un futuro a su lado, qué irónica es la vida. Encuentras el amor donde menos lo esperas.

Dear future husband - Meghan Trainor.




Un gran desastre - OhmNanon ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora