Desde que están juntos, Nanon mira el mundo de manera distinta. Tal vez si era cierto lo que su padre le dijo: Tal vez Ohm era lo que necesitaba en su vida.
Una buena mañana, el viento fresco acariciaba sus rostros, el sol apenas había salido para brindarles un leve resplandor, no había rastros de lluvia, era un día perfecto para dar un paseo en bicicleta.
Nanon se alistó con ropa cómoda y cuando ya estaba listo para salir, ya su novio lo esperaba en la puerta con esa enorme sonrisa que hacía desaparecer sus ojos, y con algo en sus manos, Ohm le extendió un ridículo sombrero de campo, formando un puchero en sus labios, el rostro de Nanon se suavizó, suspiró y aceptó ponérselo. Salieron por fin del edificio, caminaban tranquilamente por las calles de la ciudad tomados de las manos y con aquellos sombreros graciosos, Nanon se sentía absolutamente ridículo, pero quería tanto a su chico, que no le importaba llamar la atención de las personas a su alrededor.
La pareja se encontraba ya en el sitio y Pawat estaba tan emocionado, había soñado con este momento por mucho tiempo.
— Ya vamos a alquilar las bicicletas, ¡aprovechemos el tiempo!—dijo mientras daba saltitos de alegría, Nanon lo abrazó y tomó su mano para ir juntos.
Tomaron cada uno una bicicleta y comenzaron el paseo, los amplios senderos llenos de hermosas flores y césped verde, con una vista espectacular al río y las montañas que rodeaban el parque, era simplemente especial, riendo y jugando, capturando momentos y los preciosos paisajes con sus cámaras fotográficas.
Pararon por un momento a un lado del sendero para beber agua y tomarse fotos juntos, se sentaron para contemplar la hermosa vista que se encontraba frente a sus ojos.
— Aprendí a montar en bicicleta a los 15 años — comentaba Ohm con un poco de vergüenza.
— ¿¡15 años!? Yo aprendí a los 6 o 7 años, un día simplemente me subí a la bicicleta y comencé a pedalear. Mi padre quedó sorprendido y grabó un video.
— Quisiera verlo, te imagino lindo y cachetón.
— ¿Cómo sabes?
— No sé, te imagino así.
Non besó la frente de su novio, estar con él era como volver a ser niño, era tan tierno e infantil, no importaban las circunstancias, él siempre lo veía con una sonrisa, podía sentirse en paz con él, lo hacía muy feliz.
— Una vez salí a pasear en bicicleta con mi mamá y casi me muero — Pawat habló con diversión.
— ¿Qué sucedió?
— Hacía una carrera con otros niños y aposté una funda de golosinas a quien llegara primero al final de la calle. Fui tan rápido que no me había dado cuenta que los frenos de mi bicicleta estaban en mal estado, tropecé con algo y volé.
Nanon se imaginó la situación al ver las expresiones del chico al contar aquella anécdota y quiso reírse pero se contuvo.
— Non, puedes reírte, yo veía desde arriba como la gente me observaba atónita, caí sobre el pavimento y me lastimé la pierna, no me rompí ningún hueso de milagro.
— ¿En serio?
—Ja, ja, ja, si. Me comencé a reír de los nervios mientras mi madre corría a ver si estaba bien. Al final llegué primero que el resto y gané la funda de golosinas.
— Qué manera de ganar una apuesta.
— Lo importante es que gané, desde ese entonces no he montado una bicicleta hasta hoy.
—¿Quieres volar entonces? Creo que debí pedir un casco también.
— No es necesario, ya aprendí la lección.
— Sabes que te voy a sostener muy fuerte cuando vueles y te caigas, ¿verdad?
— Si, eres mi héroe favorito.
— ¿O sea que hay más héroes?
— Tonto.
Ambos sonrieron divertidos y llenos de cariño, se levantaron y Ohm se acercó y rodeó con sus brazos el cuello de Nanon y lo besó. Terminaron el paseo y fueron a comer juntos, el tiempo había pasado tan rápido y sin darse cuenta, ya eran las 4 de la tarde y morían de hambre.
Compartieron juntos los buenos momentos, con muy buena comida. Saliendo un poco de la rutina del trabajo y la universidad, disfrutaron de su compañía hasta caer la noche entre risas, fotos y anécdotas, ambos disfrutando en la mesa bebiendo y comiendo. Estaban felices.
Llegaron cada uno a sus respectivos departamentos, agotados pero felices. La relación de Ohm y Nanon poco a poco se iba fortaleciendo, Nanon aprendiendo día a día a amar a ese muchacho de cabellos alborotados y ojos sonrientes, descubriendo todo lo que su corazón había estado guardando solo para él.
ESTÁS LEYENDO
Un gran desastre - OhmNanon ♥
Fiksi PenggemarOhm pondrá de cabeza el mundo gris de Nanon. ON ship - OhmNanon ♥ Única pareja. Boys love / BoyxBoy Soft / Fluff / Comedia romántica / Happy Ending ♥Adaptación del fic minimoni (BTS): pequeño GRAN desastre, de mi autoría. Habrá cambios significativ...