El beso

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El beso.
Tú y yo habíamos quedado a las 18:30h en el Floco para tomar una infusión. Para las 17:45 me escribes: oye! Te aviso cuando vaya a salir de casa vale? Así no me esperas; a las 18:20h me escribes preguntando cómo voy; espérate no salgas-te dije- en 30-35min estoy en Badajoz; venga perfecto, sobre las 19h estoy allí, avísame si llegas antes que yo señora, y te busco por ahí-dijiste-. Llegué a las 19h al Floco, me hiciste esperar muy poco, te vi llegar de lejos, me puse un poco nerviosa al volver a verte, cada vez estabas más cerca de mi yo quería besarte.
Te doy un abrazo, me abrazas, te quiero besar los labios pero te beso la mejilla y seguidamente me das un pico a lo que yo me derrito al instante. Entramos en el Floco buscando una mesa para sentarnos, te digo: toma, te doy 3€ que vale el Té Blanco que voy a ir al baño ahora. Vuelvo del baño y los 3€ están en la mesa, sonrío, te pregunto y dices: es que al pedir las dos infusiones lo tenía que pagar con tarjeta y pagué lo tuyo también, así que guárdate ese dinero. Esperando al té empezamos hablar sobre qué tal estamos y yo deseaba hacerle muchas preguntas, como que por qué quería que me drogara en NocheVieja, porqué no se deja ver más a menudo, si era cierto que íbamos a ir al gimnasio juntos, cuando me iba a enseñar las imágenes eróticas que me sirven como material, que si tiene algún miedo en su vida, qué le sucedió con su anterior pareja y qué quiere él de mi...pocas preguntas eran... pero empezamos por la primera, lo que pasó en Nochevieja. Porqué querías verme drogada? -te pregunté, luego sonreíste y contestaste- quería que entendieras que no por meterte una vez eres una yonki, quería que entendieras que socialmente las drogas están muy mal vistas pero también que la sociedad hipócrita bebe alcohol descontroladamente siendo una droga y también esta encadenada al tabaco pero por meterte 4 veces al año M ya está muy mal visto.

Estamos de pie, acabamos de bajarnos de mi coche, estoy de espaldas a ti mirando las estrellas, llegas para abrazarme cruzando tus brazos por encima de mi pecho a lo que te digo: ten cuidado porque la última vez que hiciste eso hace 11 años en el gimnasio, te llevaste de recuerdo una cicatriz al clavarte mi colmillo. No te importó tener esa cicatriz, me gire y dijiste: que feliz estás, abrazada a ti te miré, me miras a los ojos, me miras a los labios, deseo y deseas besarme, no decimos nada, solo son actos, vas hacia mis labios y yo voy hacia los tuyos. Ese beso se siente como una explosión de emociones, deseaba tanto besarte, siento colores alegres, vibraciones armónicas, un sonido tranquilizador, siento que no existe la gravedad. Separas tus labios de los míos y comienzas a darme besitos tiernos por mis mejillas frías llegando a mi cuello, sigues dándome mensajes de cariño mientras cruzas tus brazos a la altura de mis omoplatos, siento mucho amor pero  de repente  me crujes los huesos de la columna vertebral y yo al instante grito del susto, a consecuencia tú te ríes diciendo: lo siento pero era un momento perfecto. Para mi estaba siendo el momento perfecto. No solo lo haces una vez si no, dos veces, nos reímos, sigo abrazada a ti, beso tus labios y me separo para preguntarte: tengo otra pregunta...qué quieres de mi?. A lo que respondes yéndote por las ramas, imagino que tienes miedo, no quieres decirme completamente la verdad, de que me amas y que es un secreto a voces que nos amamos, te respondo: David... sé claro. Me respondes: solo me estoy dejando llevar, y tú?. Yo me estoy dejando llevar, conteste también. Pensé que no estás en el punto como para comprometerte, no me frustré, no te obligo a nada, contigo aprendí a saborear el momento, a amarte en los pocos días que te dejas ver, verte de nuevo es como un regalo. Fluir, eso hicimos, di la vuelta alrededor de mi coche, me seguiste detrás, volví alzar la vista para mirar las estrellas, te abrí la puerta trasera, me dijiste: me estás invitando a entrar? - con la sonrisa con la que sueles mirarme- te respondí: solo te estás dejando llevar-sonreímos-. Entraste, entré, me muero de ganas de volver a decirte te amo; en la oscuridad busco tus labios, los siento cálidos, blandos, pasionales, me encanta estar a tu lado. Tus manos comienzan a tocar mi cuerpo intensamente, me dices: me gusta mucho tu camiseta-, como antes, mis brazos te rodean por encima de tus hombros mientras te beso y nos excitamos, con tu cabeza buscas mi cuello y me besas, te huelo, me encanta tu aroma, te digo:me encanta como hueles; no paro de esnifar tu amor mientras te beso y comienzo acariciando con mis dientes tu cuello, busco tu oreja, me muero por decirte que te amo, te muerdo levemente y te lamo, sueltas el aire de tus pulmones de golpe y me miras, yo te sonrío, me preguntas: de qué te ríes?; me gusta verte así -respondí-, me dices: oye antes me dijiste que fuera claro no? Pues tengo unas ganas tremendas de comerte el coño. Me aparto, te bajas los pantalones, me los quito también junto a mi camiseta, preguntas: no sé si quitarme la camiseta- me miras y dices- me la quito si. Ufff...estás tan bueno...-pensé-; te tumbas y me haces señas para colocarme en tu boca, gimo mientras me lo comes y te tocas, te digo: joder me tienes que enseñar hacer eso...; gimo, estamos para mi gusto, demasiado tiempo así, no se donde colorar mis rodillas, el lugar es un poco incómodo, dices: bájate un poco más- mientras me lo sigues comiendo intensamente-; gimo y te digo: necesito que me folles; me haces una seña, me aparto, te doy un preservativo, te miro con lujuria. Estamos sentados en los asientos, me coges de la cintura y me colocas encima de ti, me miras como diciendo -no puedo más-, me ves chupándome mi palma llevándola a mi parte íntima, entras, gimo, joder que ganas te tenía, me golpeas con tu miembro repetidas veces dentro de mi muy rápido, paras, te huelo, esnifo tus feromonas, separo mi torso de ti, estoy hacia atrás con mis piernas a tus laterales, conectados, muevo mis caderas, resoplas, sonrío, me coges de la lumbar para colocarme tumbada en el asiento, me miras con lujuria, deseas estar dentro de mi, entras y no paras de darme cariño mientras gimo, entiendes que me encanta y deseas verme mientras me corro, cojo una de tus manos para colocarla en mi pecho y me la aprietas fuerte, me agarras con la otra mano mi cuello, te miro de placer, pones tu empeño y exploto en sensaciones, la piel de mi pecho se torna roja, mi vagina se tensa, mi clitoris se vuelve muy sensible, sigues dándome cariño, gimo intensamente, tienes muchísimas ganas, la posición no es perfecta y no logramos estar suficientemente cómodos, te apartas y me colocas de espaldas a ti, entonces mis rodillas están apoyadas en el asiento y mi torso mirando al maletero, intentas ponerme a cuatro y me follas, gimo intensamente, acabas de hacer que me corra, te encanta escucharme, paras y te sientas, deseo que te corras dentro de mi, es un espacio pequeño. Mientras estás sentado te beso tus labios cálidos, con tu mano izquierda me agarras fuerte de las raíces de mi cabello tirándome hacia tu lado, estoy tumbada sobre tus piernas, te chupas los dedos y me tocas, gimo, metes tus dedos dentro de mi, dices: dios que caliente estás...; me chupas un pecho, gimo intensamente... paras, nos besamos, me incorporo y te digo: si no te corres te duelen los huevos?, a lo que me dijiste: probablemente...; deseo ver cómo te corres, lo tenemos pendiente del 1 de Enero-pensé-. No me canso de besarte, me encanta verte excitado y te encanta verme excitada, te muerdo el cuello, te lamo, llego a tu oreja y te la muerdo con ternura, gimes, resoplas, no aguantas más, me colocas debajo tuya, estoy tumbada con mis talones en tus hombros y dices: pienso correrme en tu pecho; te digo: venga ya, no me seas, aquí no puedo limpiarme, ponte el preservativo y córrete dentro de mi; no paras de darme cariño, lo haces tremendamente rápido a lo que me da por pensar que puedo tener otro orgasmo y empiezo a tocarme, escucho tus gemidos, cada vez más intensos, te fuiste dentro de mi muy intensamente, estás muy sensible, me abrazas con fuerza tu frente está pegada a mi pecho, tu orgasmo duró mucho tiempo y dices: es que hay veces que tengo mucha más sensibilidad de normal...; me miras, te sonrío y dices: joder que guapa eres; pongo mis manos en tus mejillas y te beso, el beso duró la vida entera, me separo y te digo: me encanta verte así; te quedas abrazado a mí por un momento, sales y te sientas, me dan ganas de acurrucarme contigo si este sitio fuera una cama, me gustaría acariciarte el pelo a lo que te digo: me encantan tus rizos-acariciándote la cabeza-; si lo mantengo largo molesta-dijiste-. Sentados, me miras, te miro, vuelvo a besarte, toco tus músculos y digo: me encantan tus tetas; te lamo tu pecho y paramos porque si no íbamos a estar otras dos horas y media en mi coche. Comienzas a buscar tu ropa en la oscuridad, yo no encuentro mis bragas, los móviles están en los asientos de delante y no podemos usar la linterna. Ya las tengo y me pongo los pantalones también a lo que dices: que agilidad tienes; a ver estamos en un lugar pequeño pero de alguna forma habrá que vestirse sin tocar el barro que hay en este camino-pensé- me reí. Nos ponemos la parte de arriba (y no quiero acabar de escribir esta parte porque el final está cerca y quiero que dure para siempre), abro la puerta del coche, apoyada con las manos en la puerta, mis rodillas en el asiento y ya vestida, miro al cielo, me preguntas: a qué miras?; a las estrellas-te conteste-. Después de un momento contemplándolas volví dentro del coche y me puse mis botas, salgo del coche y tú sales, vuelvo a mirar las estrellas, me abrazas y me besas, me separo de ti y abro la puerta del copiloto para coger mi abrigo, me lo pongo y me voy a mi puerta. El coche está muy empañado por dentro, pongo el calefactor, espero un momento y nos vamos de allí. De camino me preguntas: tú ahora a donde tienes que ir?; al centro-le dije-; ¿pero el sitio al que tienes que está en el centro? Me puedes dejar donde quieras y yo voy andando eh-dijo-; a ver yo tengo que ir al guiñol pero aparcaré en casa- le dije-; ¿oye qué música sueles escuchar?- me preguntó-; creo que es más fácil decirte la música que no escucho o darte mi móvil directamente- sonreí y le di mi teléfono-; anda mira si también tienes una lista de reagetoon, te voy a buscar mi lista porque te va a gustar, yo me la pongo para ir al gimnasio-dijo-. Aparqué mi coche en mi casa y nos fuimos andando al centro, de camino íbamos hablando muy simpáticamente hasta que nos despedimos; te di un abrazo, me diste un beso en los labios, me dijiste: pásalo bien con tus amigas!; y no te volví a ver.
Una semana después te interesas de nuevo, te mando un mensaje sobre los días libres que tengo y también sobre ir juntos al gimnasio,pero me dices que tienes que pasear a tu perra Nora y que vaya con él. Yo ya estaba llegando al descampado detrás de tu casa y te veía de lejos, sentía nervios, no sabía muy bien si no mirarte o mirarte desde lejos como una obsesa, Nora es la primera en sentir mi presencia y va hacia mí mientras que te arrastra con la correa, Nora te arrastra a mi lado; cómo me vas a saludar hoy? -pensé-, me pasaste tu brazo por encima de mi hombro y me diste un beso en la mejilla... ;yo quiero un beso en los labios, David-pensé-, y comenzamos el paseo hacia el parque canino y hablando de la vida, de la que no entraré en mucho detalle, pero aprendí que por ser simpática con la gente acabas agobiada y que aunque la gente sea mucho más mayor que tú no le quitan que sean gilipollas. Estuvimos hablando sobre bloquear perfiles en Instagram, no se les puede llamar personas a la gente que se comporta así, me comentaste que por hablar con una chica ella te obligaba a quedar solo para follar, te hizo sentir como un objeto, no como un ser humano y decidiste bloquearla. Esa historieta me tranquilizó de alguna forma, aunque ya quedó claro en su momento, lo recuerdo, en Nochevieja te dije: si en algún momento te agobio dímelo y paro de insistirte para quedar; -a lo que me dijiste- que dices tonta, no me agobias, no suelo responder al teléfono, tú insísteme - y después me cogio del culo con fuerza apretándome contra su torso dándome un beso pasional muy intenso...ojalá verdad?, bueno de sueños se vive-. Cuando llegamos ya al parque canino, solo pensaba en pegar mi cuerpo con el tuyo, en abrazarte y besarte, en cogerte la cara con mis manos y decirte muy cerca de tu boca- te quiero-. Pero no fue así, tú estabas distante, a tu bola, estabas cómodo conmigo,

Amar en Pírez revueltosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora