Prólogo

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Ramón está solo, sus hermanos se fueron, su abuela murió, está gris y no tinene a nadie que lo quiera, nadie.

Todos parecen alejarse de él al ver su falta de color, es como si tuvieran miedo de quedar como él y eso lo frustra y lo hiere más de lo que está, apenas tiene seis años y se comporta como alguien de diez, se obligo a si mismo a madurar para sobrevivir solo, porque nadie quiere un troll gris, y lo a aprendido de la peor manera posible.

El rey Peppy y su pequeña hija Poppy de tres años parecen ser los únicos que no lo ignoran e intentan “arreglarlo”, invitándolo a fiestas e intentando de que su color vuelva y que alguien más lo cuide, pero nada funciona y cada rechazo de parte de un troll solo hace que su corazón ya roto se rompa más.

Pensó en construir un búnker pero apenas tiene la emoción de levantarse cada día y seguir con su vida, a pesar de ello, poco a poco a empezado a cabar, decidido a hacer su lugar seguro y estar lejos de los bertenos o animales peligrosos del bosque.

Solo quiere volver a sentir cariño, quiere volver a oír la voz de su abuela, quiere volver a estar rodeado de sus hermanos, quiere a su familia devuelta, y ese deceo hace que llore por las noches en el orfanato en dónde está, aprendió a llorar en cilencio, a derramar lágrimas de tal forma que nadie lo noté y es por eso que los niños que perdieron a sus familias en la estancia en el Árbol Troll o en el escape no ven su dolor, ni siquiera los adultos, quienes intentan alejar a los pocos jóvenes que intentan ser sus amigos para verlo feliz.

Quisas porque está arto de que todos lo miren con asco o pena, quisas porque ya no soporta los murmullos de los troll al verlo, quisas porque ya no decea seguir ahí es la razón por la que agarro sus pocas cosas y corrió hacia su búnker en una noche desolada y fría, empezando a cabar con lágrimas en los ojos y dispuesto a alejarse de todos esos troll que no lo quieren y lo rechazan.

Está arto de ser jusgado y apartado de todo, está arto de ser lastimado con comentarios hirientes de parte de trolls que no les importa su estado, está arto de que lo obligen a ingerir cantidades exesibas de azúcar, está arto de que sus oídos le duelan por la incontrolable música que escucha todo los días, ya no quiere más estar serca de ellos, ya no quiere seguir sufriendo y si el aislamiento y el vivir como un ermitaño lo ayudara, pues esconderse en su búnker todo lo que pueda será lo que hará.

Está llorando y no le importa, no le importa como su cuerpo y ropa se ensucian, quiere terminar con eso lo más rápido que pueda y es por eso que no para incluso si sus brazos le piden a gritos que se detenga y tome un descanso, estará ahí hasta que se desmaye.

Hay planos esparsidos a su alrededor y es iluminado por una lámpara echa por él, con muchas luciérnagas de gran energía encerradas y reboloteando apenas haciendo ruido. La luz de la luna le da una mano, casi como si se apiadará de su sufrimiento y lo ayudara con su búnker por su potente brillo.

Deja escapar un solloso ahogado mientras clava la pala en el suelo una vez más, deteniéndose de inmediato al oír algo que llama su atención.

¿Saben algo?, A parte de que le dijeron “cantas como los angeles” tantas veces que lo arto, también le an dicho que tiene el oído más agudo de todos, puede escuchar a un troll respirara incluso si está a dos metros de él, es por eso que tiene miedo de que sus oídos exploten con tanta música y es otra de sus razones para extender su búnker lo más hondo posible.

Volviendo al presente, sus orejas se alzan en señal de alerta y aguanta el llanto, dispuesto a correr hacia un lugar seguro si es que alguna criatura peligrosa logró esquivar una de sus tantas trampas.

Está atento a cualquier movimiento, ya sea con los oídos u ojos, se mantiene firme y estático, con la cabeza apuntando a un costado y sus ojos entrecerrados en un intento de ver mejor.

¿Que Paso? (Troll AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora