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Llega un momento donde te miras, está tan alto y puedes ver todos tus pasos, pero mientras vas subiendo sigues pensando en la caída, tratando de seguir volando.

Las alas no te ayudarán al caer.

A los 15 años sufri un trastorno alimenticio, anorexia nerviosa. No comía, pasaba días sin comer y podía seguir así, pero no quería morir, así que siempre terminaba comiendo algo.

"Alana" dijo Joseph, interrumpiendo mis pensamientos.
"¿Qué?" respondí calmada.
"Tienes que comer, ya van tres días, come o le diré a mamá y te llevará a ese maldito hospital de nuevo" dijo mi histérico hermano.
"Sería increíble volver a ver a Frank, no lo había pensado, dile Joseph, por favor dile" Frank es un señor muy elegante de 80 años, es mi mejor amigo, está en el hospital por una gran depresión, perdió a su esposa hace dos años; quisiera tanto volver a verlo.

Frank es un gran señor, él es como mi abuelo y como mi papá, pasaba hablando horas con él, siempre tiene muchas historias que contarme, y yo a él también, somos muy buenos amigos.

Entré a mi habitación y recordé las palabras de Frank: me harás una infinita falta, pero recuerda esto: come. Las grandes personas siempre tienen que luchar con algo, prometelo Alana.

Me acosté y pensé, me gusta pensar, me pregunto que será de los chicos, que será de la escuela, que será de todos. Tengo muchísimo de no verlos, me hacen mucha falta, los llamaré mañana.

Weightless.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora