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Recordé una pequeña caja donde tengo todos los pequeños recuerdos de mi vida, encontré unas tarjetas de Lisa, Sam, Dan, incluso de Abigail (la persona que mas me odiaba en la vida) y una carta de reconciliación por una pelea que tuve con Sam, un muy buen amigo.

Se me hizo familiar una papel muy desgastado, todos los recuerdos se apoderaron de mi mente mientras la abría, y sentí unas lágrimas caer en mi rostro.

Alana:

No soy bueno con las palabras, nunca lo he sido, lo sabes más que nadie, pero quiero decirte que te amo, te amo como nunca he amado, ni siquiera a mi mismo.

Gracias por demostrarme que es amar, por darme tu alma y tú corazón. Con el tiempo entendí que te necesito, me haces mejor persona, quiero ser mejor persona, por ti. Llegaste en el momento que más te necesitaba, mi vida se estaba derrumbando y todo se tornaba asqueroso, pero tú te encargaste de salvarme y de encontrarme, gracias por entregarte a mi y por todo tú amor.

Te amo, eres todo para mi, no me importa nada, sólo me importas tú, todos mis pensamientos se han consumido en ti, soy una persona terrible y no te merezco, pero sabes que haría cualquier cosa por ti, y puedo jurarte que te amaré por el resto de mis días.

Si un día el futuro se empeña en alejarte de mi, quiero que sepas que mi alma es tuya y mi corazón está perdidamente enamorado de ti.

Te amo, por siempre.
Chris.

Sostuve su carta en mi pecho por mucho tiempo, me pregunto que será de él, dos años es mucho tiempo.

Busque mi antigua agenda y encontré el número de Lisa, espero que no haya cambiado teléfono.
"¿Hola? ¿Quién habla?" reconocí rápido la voz de Sam, no pude evitar reírme.
"Tu maldita conciencia, Sam" reí, la línea quedo en un profundo silencio.
"Santa mierda, santa mierda, ¡santa mierda!, ¿Alana?" Sam lloró atrás del teléfono y mis ojos se quebraron con el.
"Basta, me harás llorar" dije.
"¿Cuando saliste? ¿Te imaginas la falta que nos haces? No nos dejaban verte, fuimos a buscarte todos los días por un año, e incluso fuimos cada sábado de éste" gritó.
"Samuel, sabes que no era mi culpa, lloraba todos los días, lo único que quería era salir a abrazarlos, sabes que me quitaron todo" dije llorando.
"Ya por favor, ya, no llores, los chicos andan comprando algo de comer, tenemos muchas nuevas que contarte, llegaremos en 20, ¿estas en casa, no?" preguntó un Sam ansioso.
"Si estoy aquí, los espero, los amo" solté.
"Te amamos más, pequeña" dijo y colgó.

Me tiré a la cama y suspire lo más fuerte que pude en la vida.
"¿Con quien hablabas, cariño?" dijo mamá entrando.
"Con Sam, vendrán pronto" una enorme sonrisa marco el rostro de mamá.
"Iré a cocinar algo" dijo saltando de alegría.

Weightless.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora