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Habían pasado un par de meses de mi pelea con German, y todo parecía ir de mal en peor.
Con Danilo casi ni hablaba, me enteré que se puso en algo con una de las pibitas del barrio, que no sé ni como se llama, ni desde cuando es del barrio, pero bueno. Hablamos poco y nada, y solo cuando viene a mí casa con su hermano.
Con el cochi, bueno, sigue casi todo igual, y podría decirse que un poco mejor. Por lo menos ya no me grita y me deja salir más. Sí, ahora que no me hablo con Danilo me deja salir el muy cajetudo.
Con Carlos, por suerte estaba todo bien, seguía viéndome con él y siempre me escuchaba hablar del mismo tema, de Danilo...
— ¿vo' decí que me extraña? — le pregunté una vez más y lo ví rodar los ojos.
— juli, te dije ochenta vece' que seguramente sí, y si no e' así, déjalo que se maneje — dijo ya harto de la situación, pobrecito, lo tengo re cansado.
— si mal, ya fué eh — le resté importancia y seguí caminando. Estaba acompañado a Carlos a su escuela, era entretenido llevarlo y buscarlo, por lo menos no me aburría en mí casa.
Bueno, no tanto. Antes era más divertido porque estaba con Danilo, pero ahora me toca entretenerme sola. Ni cabida igual, siempre fuí yo.
— ¡ah! ¡pelotudo de mierda! ¿con qué me tiraste? — observé como se sobaba la pierna adolorido, mientras que veía a Danilo caminar hacía nosotros.
— con una piedrita — se burló.
— ah ya estás grande para eso, pajero — exclamó enojado mi amigo Carlitos — déjaselo a lo' chico'
— buueeno bueeno, bajá un poquito el tono — le pidió Danilo tratando de calmar a Carlos, quien parecía enojado por lo que había hecho su amigo hace unos segundos atrás — ¿qué onda a dónde va'? — preguntó curioso, y por primera vez desde que llegó, me dedicó una mirada.
Sin sonrisa esta vez eh, que se la meta en el orto.
— y al colegio, a dónde voy a ir...
— ¿vamo' a Liniers? — preguntó dándole un codazo a Carlos para que lo mire.
— ¿a qué? — lo miró.
— al club, a probarno'
— ¿ahora?
— no, mañana — soltó irónico, reí. — si ahora, dale vamo'
Carlos chasqueó su lengua — no puedo.
— ¿por qué no podé'? — preguntó confundido. Los tres empezamos a caminar, y mientras ellos hablaban, yo solo caminaba cabizbaja escuchando lo que decían.
— porque no tengo ropa, y tengo que estudiar. Encima, si mi viejo se entera que me rateé me va a cagar a pedos — se quejó — mi vieja se quedó medio mal por lo del Jony... no sé, no quiero traer más problemas a casa — comentó.
