En un pueblo olvidado en lo más profundo de las montañas, se contaba la leyenda del Páramo de las Almas Perdidas, un lugar temido por todos debido a su conexión con el mismísimo Diablo. Se decía que en noches de luna llena, cuando el viento soplaba aullando entre los picos, el Diablo mismo emergía de las sombras para reclamar las almas de aquellos que se aventuraban en la oscuridad.
Cuenta la leyenda que hace siglos, un hombre desesperado, agobiado por la pobreza y la desgracia, hizo un pacto con el Diablo en el Páramo. A cambio de riquezas y poder, el hombre entregó su alma al maligno. Desde entonces, el Páramo se convirtió en un lugar maldito, donde las almas atrapadas susurraban lamentaciones y los árboles retorcidos parecían gemir bajo el peso de la maldición.
Un día, un joven llamado Andrés, ansioso de riqueza y ambición, decidió desafiar las advertencias y aventurarse en el Páramo. Con una linterna titilante, avanzó entre la niebla espesa y las sombras que parecían cobrar vida. A medida que se adentraba, las luces de su linterna parpadeaban con más intensidad, como si fueran testigos del mal que acechaba.
De repente, una figura oscura emergió de entre los árboles retorcidos. Andrés sintió un frío penetrante en su espina dorsal al reconocer al Diablo, con ojos ardientes y una sonrisa siniestra. El suelo temblaba bajo sus pies mientras el Diablo hablaba con una voz que resonaba en lo más profundo de su ser.
El Diablo le ofreció a Andrés riquezas más allá de su imaginación a cambio de su alma. Aunque la razón le advertía que huyera, la avaricia lo envolvió. Aceptó el pacto, y en ese instante, el Páramo se sumió en un silencio sepulcral.
Cuando Andrés regresó al pueblo con bolsas llenas de tesoros, su mirada estaba vacía, como si hubiera perdido algo esencial. Las noches siguientes, las risas del Diablo resonaban en su mente, y sombras lo perseguían por las calles desiertas. Cada paso que daba lo acercaba más al abismo de la locura.
Finalmente, en una noche de luna llena, el Diablo vino a reclamar su deuda. Andrés, con ojos enloquecidos, fue arrastrado al Páramo, donde su risa se unió al coro de almas perdidas. Desde entonces, nadie se atrevió a pisar el Páramo de las Almas Perdidas, temeroso de encontrarse con el Diablo y sellar un destino similar. La leyenda persiste como advertencia sobre la peligrosa tentación de hacer tratos con el mal...
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CUENTOS CORTOS DE TERROR [HISTORIA COMPLETA]
TerrorAdéntrate en un mundo de terror donde los juegos prohibidos desatan pesadillas inimaginables. Desde el aterrador ritual de Bloody Mary hasta el siniestro encanto del péndulo, mis cuentos exploran los límites de lo macabro. Descubre los secretos oscu...