Quien paga manda, literalmente en su caso. Jeon Jungkook es un hombre sin corazón. Park Jimin es un hombre sin nombre. No tienen nada en común, pero sus demonios internos, a primera vista, comienzan a enviarse ardientes saludos. Ambos casi no tienen...
A Jungkook le gusta una persona específica. Y esta persona es un hombre. Jungkook sigue siendo heterosexual, pero eso no le molesta. Le importaría un carajo si Jimin fuera completamente asexual. Jungkook no sabe casi nada sobre Jimin, pero lo siente como si fuera parte de él mismo, receptivo, cálido, acogedor, lleno de amor. La parte que le fue separada al nacer y que parecía perdida para siempre. Jimin huele a casa. Jungkook quiere volver a él una y otra vez: verlo, respirarlo, estar con él, estar en él, sumergirse y disolverse en él sin dejar rastro. Jungkook nunca amó a nadie. Ni sus padres (Dios no lo quiera), ni sus amigos (todos mentirosos patológicos y traidores cobardes), ni su prometida Haneul (voluble y tonta, pero de sangre azul), ni todas las chicas que la precedieron (si tan solo pudiera recordar qué parecían). Jungkook no tenía sentimientos cálidos por nadie. Hasta que fue a celebrar el cumpleaños de Aran, la próxima novia de Taehyung, a ese desafortunado bar de karaoke. Jungkook maldice ese día. Maldice su encuentro con Jimin, porque debido a este arrogante tipo descalzo, perdí por completo el sueño, la razón y el respeto por mí mismo.
Después de su segundo encuentro, Jungkook duró vergonzosamente poco tiempo. Sólo por una semana. Para ser más precisos, seis días, veintidós horas y cuarenta y tres minutos - contó los minutos desde que se separaron, desde que Jimin salió de su casa. Y Jungkook pudo aguantar exactamente ese tiempo antes de apresurarse a buscarlo. Tenemos que empezar por el maldito bar de karaoke. El administrador se niega a cooperar durante mucho tiempo: no proporcionan información personal sobre clientes y empleados: seguridad, confidencialidad, bla, bla, bla. Jungkook solo necesita hacer una llamada a la autoridad adecuada: inmediatamente recibe un contrato con Jimin. Contiene los datos de su pasaporte y su dirección residencial. Jungkook hace una pausa y lo hojea. ¿Qué, disculpe?... ¡¿Este niño descalzo con jeans rotos tiene veintiséis años?! ¿Jimin, con sus diminutos brazos y piernas, su cara infantilmente ingenua y sus mejillas regordetas, es sólo dos años menor que Jungkook? ¡Sí! Jungkook está realmente perdido. Por un lado, se alegra de haber resultado ser simplemente un hombre gay obsesionado y no un pedófilo gay obsesionado. Por otro lado, está profundamente desconcertado: Jimin no es en absoluto lo que parece, pero se desconcierta aún más cuando llega a la dirección especificada y se da cuenta de que allí no vive nadie. La zona es pobre. Jungkook nunca había estado en algo como esto antes; ni siquiera sabía que la gente podía vivir así. Los niños de todos los patios se quedan mirando su coche: probablemente piensen que es Batman. Sólo que perdí a mi Robin en alguna parte. Jungkook va a preguntar a los vecinos más cercanos. Solo tiene una foto de Jimin: tomó una foto con su teléfono de una tarjeta fotográfica adjunta al contrato de trabajo.
Jungkook muestra la foto a sus vecinos, pero ellos simplemente niegan con la cabeza, diciendo que no conocen a nadie como él y que nadie ha vivido en este apartamento en la azotea desde hace seis meses. Antes de tiempo, Jungkook no entra en pánico. Llama a su hombre a la policía y le pide que identifique a Jimin usando los datos de su pasaporte. Se las arregla para parar en un café y tomar café para animarse. La policía le devuelve la llamada: fulano de tal, una persona con esos datos de pasaporte no existe, pero revisaron todos los Park Jimin, eliminaron a las chicas entre ellos y dijeron que Jungkook tardaría un par de meses en verificar cada dirección: ¿enviar una lista de mil personas? Jungkook suspira fuertemente y cuelga. Considerando la posibilidad de participar en conexiones más globales. No soporta permanecer despierto un día más (después de una semana sin dormir) mientras cuida a Jimin en el bar de karaoke. ¿Qué podemos decir de un par de meses más? Pero la posibilidad de que Jimin venga a trabajar es mínima.
El administrador confirmó que Jimin aparece en su casa dos o tres veces al mes. Ya trabajó en dos de ellos, y Jungkook le dio tanto dinero que Jimin fácilmente puede no presentarse a trabajar durante otros seis meses. Jungkook morirá antes. Está en un callejón sin salida. Y todavía no ve una salida. Maldice que vive en una metrópoli. Qué más simple sería todo si fuera un pueblo de mil habitantes; sí, Jungkook, inspirado por el amor, correría alrededor de él en un día, llamando a cada casa y mirando debajo de cada piedra. Jungkook está cubierto de desesperación y desesperanza. Ya no puede vivir sin este maldito Park Jimin, ¡y parece haber desaparecido bajo tierra! Entonces deberíamos haber mirado su pasaporte; lo más probable es que fuera falso, pero ¿y si no lo fuera? Jungkook nunca creyó en el destino. Hasta que conocí a Jimin, mi castigo por todos mis pecados, y había una lista de más de mil "buenas" acciones. Y dado que Jungkook ha aceptado la idea de que este bonito y pequeño íncubo es su destino y el amor de su puta vida, definitivamente se encontrarán. Sólo desearía poder sobrevivir. Jungkook toca música en el auto. Tiene un track list con clásicos. Primero suena "El lago de los cisnes" de Tchaikovsky y Jungkook suelta una risita nerviosa. Recuerda su loca improvisación nocturna y el loco baile de Jimin... Y entonces Jungkook se da cuenta: música, danza, contemporáneo. El círculo de búsqueda se está reduciendo rápidamente. Jungkook vuelve a llamar al lugar indicado. Solicita información sobre todos los estudios de danza y cualquier organización que ofrezca danza moderna.
Comienza su recorrido desde el área actual, sugiriendo que Jimin difícilmente se arrastraría al otro lado de la ciudad para bailar. Sherlock puede estar orgulloso de él, aunque no sean parientes. La primera dirección y Jungkook está en su destino. El maestro contemporáneo no solo reconoce inmediatamente a Jimin en la foto de baja calidad, sino que también comparte información personal con Jungkook. Todo el mundo de Jungkook se pone patas arriba cuando el maestro le dice que Jimin es de una familia disfuncional, que su padre le debe mucho dinero a una pandilla local que protege las zonas pobres, de la cual tomó préstamos para apostar, y que fue despedido de su trabajo por embriaguez. Cuando los cobradores, los seis bandidos, regresaron a casa para deshacerse de la deuda de Park, estalló una pelea. Y en la pelea, la madre de Jimin resultó gravemente herida. Ella todavía está en el hospital y los médicos siguen luchando por su vida. No pueden encontrar a su padre: hace mucho tiempo que no regresa a su antiguo departamento y el hermano menor de Jimin fue acogido por familiares en una ciudad vecina. La maestra no sabe dónde está Jimin ni qué le pasa, pero ella le da a Jungkook la dirección del hospital y él inmediatamente corre allí.
Jungkook asume, aunque no está seguro, que hay cosas que el dinero no puede comprar, pero hay problemas que el dinero y las conexiones pueden resolver rápida y eficazmente. A Jungkook no le cuesta nada organizar un traslado en helicóptero al hospital central, donde la madre de Jimin ya está esperando a los mejores médicos que remendaron al propio Jungkook más de una vez y lo miran como nuevo. Los deportes extremos no han sido cancelados. Y entre los ricos, especialmente los jóvenes dorados, son extremadamente populares. Si no eres drogadicto, entonces eres cien por cien adicto a la adrenalina. No sobrevivirás de otra manera. Jungkook resuelve todos los problemas y paga los gastos, pero los médicos del hospital local aún necesitan un consentimiento por escrito para transportar al tutor del paciente, Park Jimin, y llamarlo al número que dejó. La voz de Jimin al otro lado de la línea suena asustada: cree que lo están llamando para decirle que su madre ha muerto. Jungkook le pide el teléfono a la enfermera de turno y ella cede después de sonreír brutalmente dulce.
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