Mírame | Goyuu

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N/A:

Para aclarar: cuando salga algo escrito en cursiva (en los diálogos) es porque es dicho en lengua de señas, ya escrito normal es porque es dicho con palabras xd

Y si, sé que dije que el final salía hace como cuatro días(? No me acuerdo, pero lo dije xd
Pero es que se me jodió el teléfono, lo mandé a arreglar y pus ya aquí ando.

También me decidí a agregar otros capítulos, pa no dejar cosas inconclusas.

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Sus manos están sudando y su corazón latiendo desenfrenado a consecuencia de los nervios. Sus ojos ansiosos ocultos bajo sus gafas redondas oscuras, se pasean de persona en persona. Sin embargo, Satoru hace el esfuerzo de tratar de mantener una postura segura y no romper su aura de superioridad.

Es febrero, día en el que se lleva a cabo una gala anual para que las familias más prestigiosas e importantes de Japón se reúnan. La sala está llena de gente soberbia, niñas consentidas y un par de famosos que en realidad no eran tan relevantes.

Gojo no puede escuchar ningún ruido, pero si se da cuenta de todas las miradas puestas en su persona, las expresiones que dejan saber que muchos están murmurando y apuntando hacía su dirección.

Porque ya ha pasado todo un mes desde que Satoru reveló a los medios su condición, así que no hay personas en esa reunión que no tenga conocimiento de su falta auditiva.

Un fastidio.

Era evidente que la noticia se volvería tendencia rápidamente, en especial por haber postergado tanto la revelación. Satoru pasó varios meses ocultando un dato importante a pesar de saber que era algo que debió haber sido dicho desde que sucedió. Los Gojo siempre han sido reconocidos, pues la cadena hotelera de la que son dueños no es lo único que tienen, son mucho más.

Claro que también estaban los Zen'in, famosos por su producción armamentista; los Kamo, dueños de hospitales modernos y privados. Pero los Gojo son otra cosa, superiores en la jerarquía y los de mayor fortuna. Por ello, la noticia de que el heredero de los Gojo, el albino soberbio y orgulloso; quedó sordo, fué todo un revuelo interno entre los peces gordos.

Para fortuna de Satoru, sus amigos y varios trabajadores se encargaron de dar la cara por él y dejarle en claro a todos que su falta auditiva no sería un impedimento para seguir cumpliendo con sus deberes. Claro que ahora tenía que tener todo el tiempo compañía por si las dudas, pero eso no era un problema para seguir teniendo el derecho de estar al mando.

El asunto continuaba igual, al parecer seguían sin dar su brazo a torcer y no querían cederle la razón, Gojo es consciente de la pérdida de respeto que está recibiendo, cosa que le frustra. Siempre ha sido alguien de imagen imponente, que intimida por su seguridad.

Parece que eso se está perdiendo.

Gracias a las enseñanzas ya finalizadas desde hace un mes y medio de Yuuji Itadori, el chico de cálidas sonrisas, Satoru ya maneja el lenguaje de señas y es medianamente bueno leyendo los labios, a palabras de Itadori solo era cuestión de práctica para ser todo un experto.

Satoru se dirige a pasos apresurados a dónde Toji tiene una batalla de miradas con sus parientes de la familia Zen'in, tomando su brazo para llamar su atención. El pelinegro lo mira inicialmente molesto, más al reconocerlo relaja su expresión y después de decir unas palabras, parece reflexionar y comenzar a hacer señas.