CAPITULO 8: DETRAS DE LA MASCARA

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-eso no-

-dijiste que me enseñaría cualquier cosa-

-pero no mi cara- puso su manos entrecruzados

-vamos-

-mi cara es algo personal-

-por favor-

-mejor sigue llorando- se va caminando por el pasillo, sin importarle nada, yo por mi parte comencé a seguirlo

-quiero ver tu rostro- le suplicaba

-no te lo enseñare-

-hare lo que tu me pidas si me lo enseña- se detiene para respirar hondo por solo un segundo cuando siguió caminando

-Edward- le tomó de su brazo y lo mire con mis ojos suplicantes- te lo ruego quiero conocer tu cara-

-cuando digo no es no-

-cuando suplicó se tiene que hacer- se quería safar de mi brazo pero no lo dejaba - por favor-

-no- de una vez que lo sueltose, se dirijio a su habitación, estaba a punto de cerrar la puerta cuando yo entro y le sigo exigiendo

-sal de mi cuarto- lo único que hago es bajar mi cabeza en señal de rendición

-tu rostro no es una mascara no la escondas-

Lo mire, se quedo pensativo por un buen rato, mi mente suplicaba que dijera de acuerdo a este asunto de mostrar su rostro, se vuelve a mi y me agarra mi mano

-bien, pero si me perdonas por no agarrarte cuando manejaba esa bicicleta-

-te perdono- le hago los ojos en blanco, lo que quería ver era su rostro.

Se dio la vuelta con ese arrepentimiento, se empezo a quitar la máscara lentamente, estaba nerviosa, ni sabia porque, el que deberia tener la garganta seca era Edward, cuando hubo tirado la mascara al suelo siento esa emoción de conocer el rostro que escondia, no me importaba si era horrendo, quería ser su amiga pero necesitaba ver su cara.
Muy despacio se vira hacia mi y levanta su rostro, tenía ojos marrones, nariz perfecta, todo su rostro era perfecto no tenía palabras, al fin pude lograr ver como es en verdad, como era él en realidad, aunque me esperaba algo peor, me aparecio la sorpresa que era sumamente "guapo".

-ahora me dejarás de molestar- me quede pasmada y nerviosa en que responderle

-si..m..e ten..go q.ue i.r- no puede creer que tartamude, abri la puerta y sali corriendo de su habitación, tenía miedo de decirle que su rostro era una verdadera hermosura, no entendía porque mi mente pensaba en esa cosas lindas de él, es que era un angel caído de cielo, ayyy Lisa controla tus pensamientos.

-Lisa no te vallas- gritaba por el pasillo, me estaba siguiendo como yo lo hacía anteriormente

-es complicado verte sin máscara es todo, solo déjame procesarlo-

-hablame Lisa no seas una cobarde- me agarra de mi brazo para dejar mi espalda en la pared

-¿dime de lo que piensa?-

-no sé porque mi mente piensa cosas de ti- estaba nerviosa

-¿como que cosas?-

-de que eres lindo- le fui sincera al instante, pero no resistía estar tan cerca de él y verle su rostro que me hacía decir: como nunca antes lo había visto, lo aparte de mi camino para encerrarme en mi cuarto, pensando de que Edward diría sobre mis pensamientos extraños, ¿porque tuve que decirle eso?

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Kevin era un chico entendible, y simpático.

Megan y el se pasiaban cada habitación colores todos los días sin falta, los científicos les advertían de que si entrában a una habitación sin su permiso, saldrían en grandes problemas, ellos siempre tratában de mostrar los inocentes de ese lugar, seguían todos sus normas sin importar cuánto costaba hacerlo, porque ambos eran cobardes y no querían salir herido como varios niños ya había pasado.
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