CAPITULO 25: BIENVENIDO AL EQUIPO COLOR

2 2 0
                                    

-de casualidad no podrías pensar el lugar donde vive cada uno para asi no estar manejando kilometro- ya habiamos pasado tres horas dentro de un carro, dirijiendonos a la casa del primero de la lista. Habia una calor horrendo y eso que habia encendido el aire del auto.
No culpo a amarillo de su cansancio, todos estabamos cansado, esas unicas horas que descansamos no fue suficiente para nosotros.
Y como estoy tan cansada no tengo la fuerza suficiente para hacernos trasportar a nuestro destinos.

-amarillo puede quedarte en silencio- con una paciencia le pide turquesa- no eres el unico que esta agotado, todos lo estamos-

-pero Megan ¿no lo puedes hacer?- pobre amarillo me suplicaba

-no tengo la fuerza suficiente para hacerlo- se lo digo como una disculpa

-y si te compro una soda ¿te ayudara?- aunque dudaba que habría tienda cerca, supongo  que si me ayudaria.

-si- le respondo

De imediato detuvo el auto, ya que era el conductor.

Se bajo y se fue corriendo hacia un señor que tenia una bolsa llena de soda. El señor tomaba su soda tranquilamente, esa aquella sodas estaba sobre una mesa cuando amarillo llego a quitarselo deliberadamente.
Yo solo me reia con la situacion que veia. Amarillo corria rapidamente hacia el auto, fue más que huia de un asesino.
cuando llego, se subio velozmente para avanzar el paso, estaba loco, de verdad estaba tan cansado que no queria manejar.

Bueno aunque Edward se habia ofrecido a manejar, amarillo no quizo, que no nos culpe por dejarlo manejar tres horas.

-aqui tiene- me entrega la soda rapidamente- ahora bebelo y trasportanos a nuestro destino- sonrio como un angel inocente, pero no era inocente con lo que ocurrio hace unos tres segundos antes de que entrara al auto.

No dije mas nada, bebi la soda, respire, y ya cuando iba a cerrar los ojos para trasportarnos, Edward me agarra de la mano, yo lo miro esperando que me dijera algo pero fue como una conexion que tuvimos cuando supe que me decia si estaba segura que estaba bien para hacerlo. En realidad la soda no me ayudo mucho para relajar mi cansancio, pero cuando lleguemos donde Terracota nos podria ofrecer agua y todo lo que necesitabamos para terminar con este cansancio que teniamos.
Asenti la cabeza segura de hacerlo.
Edward miro a los demas para que se acercaran mas hacia mi.
Lo proximo que hice fue cerrar los ojos pensar en Terracota y a donde el vivia, el pueblo Bar Harbor. Abri mis ojos y ya estabamos justo en frente de su casa, era pequeña y de madera.

Me sigue facinando mis poderes, ¿porque antes no me habia acordado de los poderes que tenia?, ah si por la amnecia.

-¿solo entramos y ya?- la pregunta de turquesa me saco de mis pensamientos.

-toquemos la puerta, luego esperamos a que nos abra y finalmente hablamos- explique

-de acuerdo, lo que tu digas, pero creo que no quiere nuestra visita- amarillo señala en la entrada donde Terracota corria, mas bien escapaba de nosotros.

-¿quien lo trae?- Edward estaba de todo convencido que el viniera con nosotros

-ya estoy cansada para correr-murmure

-yo maneje tres horas- mascullo amarillo

-y yo te di animo para que siguieras manejando- los animos fueron besos en su cachete- el unico que no ha hecho nada es Edward- todos nos viramos donde Edward, él solo miraba la casa con extrañeza, de repente se dio cuenta que nosotros tres lo mirabamos, levanto las manos

-disculpa, yo no he robado nada- menciono.

Yo trataba de no reirme, si veia tan inocente.

-se un buen chico y traeme a ese bastardo que corre como un cobarde- se lo dije con mi voz tierna y suplicante, hasta le hice los ojos de una pobresita niña.

Experimento violeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora