4. Zee

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—¿Zee?

Cuando abrí mis ojos, Gun estaba delante de mí, agarrando dos bolsas con Ride, el nombre de su tienda de motorista, escrito en el frente. Con Off inclinado contra el marco, mirando en silencio, disfrutando de la escena frente a él.

Después de mi ducha, me había vestido con jeans negros y una camiseta de color negro, y luego me dejé caer en mi silla. Debí haberme quedado dormido. Volví mi atención al desconocido.

Seguía igual.

―¿Estás bien, Zee? ―La voz de Gun atrajo mi atención, sus cejas fruncidas.

Asentí y dije con signos:

¿Estás de acuerdo con limpiarlo? ¿Off te explico?

Gun se acercó más, su cabello rubio revuelto, vestido con jeans negros ajustados y una camiseta negra de Los Verdugos, su chaleco de cuero con la leyenda Propiedad de Off en la parte de atrás.

El rubio se detuvo en el borde de la cama y acarició la cabeza del chico. Mi cuerpo se congeló, mi estómago revuelto con posesividad. No me gustaba que nadie, salvo yo, lo tocara. De repente sentí las ganas de arrancar el brazo de Gun de su rotula.

Pellizcando el puente de mi nariz, tuve que contenerme de taclear a Gun fuera del camino.

¿Qué mierda, hombre? ¡Consigue tu mierda junta! Me dije a mí mismo.

Gun fijó sus ojos cafes en mí. Vio el conflicto en mi jodida mirada psicótica. Estaba seguro de ello.

―Es hermoso. ―Su frente se arrugó―. ¿Él solo salió de la nada, herido?

Sacudiendo mi barbilla, le ordené a Off que se fuera. Él asintió, cerró la puerta, y yo permanecí contra la pared y suspiré:

Él apareció sangrando, muriendo y cubierto de suciedad. Necesita limpieza. No voy a hacerlo. Solo confío en ti. Es por eso que estás aquí. Él no puede salir todavía. Demasiados militares sobre nuestras espaldas. Necesito descubrir quién carajos es y por qué está aquí.

Pude ver las preguntas arremolinándose en sus ojos cafés, pero supo que no debía indagar. Gun, el mejor de todos los chicos. Sabía cuándo cerrar su maldita boca, a diferencia de la mayoría de las putas que cubrían el bar.

―Voy a limpiarlo, cambiar las sábanas, y conseguirle algo de ropa. Te llamaré cuando termine si lo deseas.

Inclinando mi barbilla en acuerdo, dejé a Gun con el desconocido, sus ojos quemando agujeros en mi espalda. Me dirigí a la sala de estar, haciendo señales a Net para que se uniera.

Net se alejó a regañadientes de Dream y Got chupándose las tetas la una a la otra, dando a los chicos un espectáculo porno entretenido, y me siguió dentro de mi oficina.

―¿Qué pasa Zee? ¿El puto está bien? ―preguntó Net cerrando la puerta.

Encogiéndome de hombros, me senté detrás de mi escritorio.

―To... todavía no es sé... seguro. G ... Gu ... Gun está limpi... limpiándolo

Él dio una palmada en mi hombro y sin decir una palabra se sentó.

―¿Quieres hablar?

―Qué... queda entre nosotros, ¿corr... correcto?

―Correcto.

Hice una pausa, reuniendo mis sospechas.

―Te... tene... tenemos una r... ra... rata.

Net se congeló y habló con los dientes apretados.

▪︎𝐇𝐀𝐃𝐄𝐒 ▪︎[𝑍𝑒𝑒𝑁𝑢𝑛𝑒𝑤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora