Te encontré (JENLISA G!P)

III

Jennie

Un poco más de las doce.

Cuando había salido del café, mi cabeza aun daba vueltas con aquella información que me había dado Doña Milagro. Mi corazón latía y mi curiosidad ganaba por llegar a las doce de la media noche al lugar, y encontrarme con aquella desconocida que se suponía, estaba comenzando a detestar.

Pero entonces en ese caso, ¿que excusa pondria?, ¿agradecerle por el suéter cuando ya estaba yo completamente segura de que ella se iba a encargar de cumplir con su promesa no pedida?, ¿o tal vez podría preguntarle sobre el collar y la íntima razón del por que se dignaba a regalarle algún collar tan caro como lo era ese a una desconocida?. Además de que, para serme sincera a mi misma, tenía ansias de verla pasar por aquí otra vez.

En fin. Ahora estaba fuera de mi casa tecleando en mi móvil, mientras esperaba en la acera hasta que mi aún mejor amiga Rosé, y su actual esposa, Jisoo, me recogieran para como ellas me habían propuesto, salgamos un rato. Aunque en realidad no había querido salir de la oscuridad de mi habitación y la ausencia de luz que habia por la casa debido a que solo estaba yo, de verdad no quería rechazar su propuesta tan amable de invitarme a comer para despejar un poco mi mente. Y, en realidad, era justo lo que necesitaba.

Luego de un buen rato, en el que mi zapato comenzaba a pizotear contra el suelo, pensando de mil formas porque ellas habrán de dejarme plantada, fue cuando pude ver que un Lexus lx 570 de color blanco frenaba frente a mi como si de una motocicleta se tratase. Me reí internamente cuando Rose salió como una torpe del asiento del copiloto, acercándose a mi con los tacones en la mano y una sonrisa temblorosa pero a la vez que detonaba el chiste común en sus ojazos rasgados.

—Lamento haberte hecho esperar tanto tiempo, Jendeukie —comentó cuando se acercó a mi, tirando los zapatos para abrazarme y dejar dos besos en ambas de mis mejillas.

—La pregunta es, ¿cuando no? —me fulmino con la mirada y me limite a guiñarle el ojo de manera juguetona. Ella se carcajeo antes de tirar un brazo por encima de mis hombros, ahora con los zapatos nuevamente en una de sus manos.

—Jisoo me contó que no querías salir el otro fin de semana y que estabas un poco deprimida.

—Esa chismosa —proteste apretando la mandíbula—. Cuando la vea le voy a arrancar la...

—¡Jennie!, más bien deberías agradecerle porque solo se estaba preocupando por ti. Además, la única que le va a arrancar algo a alguien soy y es a ti, porque, ¿que te hice para que ya no quieras contarme lo que te pasa?

—Nada...—murmure con una mueca de incomodidad, en realidad no me gustaba hablar de como me sentía de verdad con las personas. Ni aunque sean tan cercanas como Rosie Posie.

Rose se limito a respetar mi espacio asintiendo con la cabeza, mientras ambas caminábamos al mismo tiempo hasta el lujoso coche Lexus que tenía enfrente. Finalmente me adentre en la parte de los pasajeros mientras Rose en el del copiloto. Cuando estuve dentro de este, la que como había suponía hacía ya un tiempo, Jisoo, me veía desde el retrovisor con una sonrisa de lado.

—Parece que ya estas mejor y también con mejor ánimo, ¿No es así, Jendeukie? —mencionó esta con alta voz luego de unos minutos viéndome, a la vez que arrancaba el motor del automóvil.

—Si. Parece que solo era un poco de estrés, no se preocupen por nada respecto a ello, ¿Vale?—comente con una sonrisa amplia y sincera, estaba siéndole abierta a mis amigas.

—¿Y que te estresa? —interrumpió Rose en nuestra platica curiosa, mientras disimulaba su intriga tocando algunas cosas que se alojaban en el coche.