[01: Termino bajo la lluvia por un piedra, papel ó tijera]

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—Deberías tomar un descanso.

  Ilian niega ante la propuesta de su compañero de entrenamiento, pero sus acciones sugieren lo contrario: estaba doblado sobre si mismo, con su mano libre sobre su rodilla mientras en la otra su espada estaba apuntando hacia el suelo, su respiración era ruidosa y agitada, y sus ojos permanecían cerrados.

—Ilian, te estás ladeando —repite e Ilian abre los ojos, pero no lo mira—. Al menos déjame ayudarte a que no caigas —ahora sí que lo mira, pero con ganas de estrangularlo.

—Si llegas a tocarme te mato —amenaza, pero sigue ladeandose y a penas logra mantenerse respirando.

—Para eso primero tendrías que poder moverte.

—Puedo hacerlo —escupe las palabras, su voz por unos instantes deja de sonar cansada y su respiración se calma.

—Yo que tú mantendría mi concentración en no caerme en lugar de intentar aparentar estar repuesto.

  Ilian se queja mientras se inclina hacia su acompañante, Luke, y se deja caer contra él como peso muerto. Luke se desequilibra y tropieza un poco hacia atrás antes de recobrar la postura y sostener al contrario para que no se deslize hacia el suelo.

—¿Rendido? —pregunta riendo.

—Cállate.

  Permanecen en esa posición un rato, el rostro de Ilian recargando todo su peso en el pecho contrario mientras Luke tiene sus brazos alrededor de su cabeza para evitar que se vaya hacia abajo. Por la manera en que los brazos le tiemblan, puede deducir que su compañero se está cansando de esa posición, así que termina haciéndose para atrás para poder enderezarse y mirar hacia su rostro.

  Por un momento se queda mirando únicamente esos ojos azules que le ven de regreso, pero cuando una sonrisa burlona se abre paso también, su mirada se desvía a ella y la devuelve.

—Deja de mirarme como si me fueras a besar —suelta con voz quejosa mientras empuja con su palma abierta el rostro de Ilian, quién se suelta para acercarse incluso más—. No, no.

  El moreno se ríe mientras camina hacia el rubio y abre sus brazos para intentar abrazarlo.

—Vamos, sólo un besito para reponer energías... —inclina la cabeza, haciendo que los rizos que se soltaron de su coleta le peguen en la cara.

  Luke hace un gesto pensativo, como si estuviera considerando los pros y los contras en la situación. Luego vuelve a aparecer esa sonrisa, esa maldita sonrisa que Ilian tanto ama.

—No lo sé, en cualquier momento tú padre puede entrar por esa puerta —pero contrario a sus palabras, da un paso al frente y toma por los costados su cabeza— y entonces nos vería.

  Ilian hace una mueca mientras se queja.

—No, ya suéltame. Aruinaste el momento —y siguiendo sus palabras lo suelta y retrocede intentando que deje su rostro—. Debería empezar a cobrarte por cada vez que arruinas mis momentos cursis.

—¿Ahora eres un hijo de Afrodita? —se burla a la vez que lo sigue, aunque no ocupa de avanzar mucho, pues realmente Ilian no quería alejarse

—No te recomiendo insultar a la Diosa. Recuerda que si sufres en el amor por daño colateral yo también lo hago.

  Acerca a Luke a si mismo por la cintura, sin despegar sus ojos el uno del otro.

—Eso sería horrible, ¿no?

—Bastante.

—¿Y si mi castigo es hacer que dejes de amarme?

—Nunca podría hacer eso.

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