El sabor del primer beso.
Había escuchado un sinfín de anécdotas sobre ello de amigos, familiares y uno que otro desconocido en la calle.
Ronald jamás le prestó atención a ello porque no estaba realmente interesado en el amor, hasta ese día que le tocó filmar aquella desastrosa escena que le mostraría de lo que se estaba perdiendo.
—Bien, deben besarse y luego de ahí haremos salto de escena a...—El director daba órdenes.
Ronald estaba tan calmado como siempre, pero su co-estrella; Rafael, "Raphinh" estaba temblando como si fuera una hoja de papel.
—Nunca he dado mi primer beso.—Confesó con voz bajita el omega brasileño.
Ronald no le había preguntado, y no es como que llevarán una relación magnífica pese a trabajar juntos, pero sintió la necesidad de decirlo.
Jamás pensó que su primer beso sucedería en un set de grabación con un Alfa al que apenas y conocía.
Ronald por su parte, sentado a su lado en aquel sofá que forma parte de la escenografía, le miró sin realmente una emoción que Raphinha pudiera leer.
—Yo tampoco.—Respondió escuetamente, porque no iba a mentir. Él tampoco había dado su primer beso, aunque no estaba tan preocupado como Raphinha por ese detalle porque, como dijo, él no estaba interesado en el amor.
—Bien, tomen posiciones.—Ordenó el director.
Se supone que en la trama de la serie, Ronald y Raphinha no son pareja, pero se atraen. La escena del primer beso se daría en el que se suponía era el departamento del Alfa después de aceptar un par de cosas tras beber cerveza.
Raphinha debía actuar como un omega con cero tolerancia al alcohol, y Ronald como el Alfa consciente que no se propasaría con Raphinha porque estaba ebrio, pero no demasiado como para volverlo incapaz de robarle siquiera un beso.
Ambos tomaron posiciones.
Raphinha estaba tendido sobre el sofá de tres plazas, sus piernas sobre las de Ronald que yacía sentado.
El omega comenzó a hablar cosas inentendibles, tal como un joven muy ebrio y Ronald solo le miraba, soportando el impulso de aprovecharse un poco de su estado y probar sus labios, aunque no le funcionó por demasiado tiempo.
Pues en algún momento, tras debatirse mentalmente que estaba mal, pero era algo que realmente quería hacer, se movió lo suficiente para poder quitar las piernas de Raphinha de encima suyo, acercarse a él, y tras sujetar sus manos contra el sofá, recibir la mirada del lindo omega sonrojado y alcoholizado debajo de él, expectante, pero no ajeno sobre lo que iba a hacer.
Inclinándose lo suficiente, cerrando sus ojos solo un poco y susurrarle un "Me gustas mucho, Raphinha", lo besó.
Un beso casto que comenzó con un suave roce, y un tenue sabor a pay de limón.
Ronald sintió como si su paladar hubiese recibido una explosión de sabor, en un acto reflejo o tal vez un impulso, y sin escuchar la voz del director que gritaba "¡Corte!" a todo pulmón, lo profundizó, deseando volver a sentir aquella inesperada sensación.
Su lengua saboreando los labios y el interior de la boca de Raphinha, sin darse cuenta, con anhelo, ganas de más.
Mientras que Raphinha se encontraba salivando debido a ese intenso sabor a duraznos del que quería probar más y más.
Final y forzadamente se separaron debido a la falta de aire.
Sus cabezas se encontraban un poco mareadas, sus extremidades hormigueaban y sus corazones latían fuertemente contra sus pechos.
Había sido por actuación, pero ese primer beso había sido simplemente... Delicioso.
—¡Terminamos por el día de hoy!–Gritó el director.
—Ustedes no planeen ensuciar mi set, mejor consiganse una habitación o algo.—Les dijo, con tono avergonzado.
Alfa y Omega lo ignoraron.
Estaban demasiado sumergidos en la mirada del otro, intentando procesar lo ocurrido hasta que quedaron solos, y una vez más, decidieron volver a degustar el sabor de ese beso que terminó por descolocar a ambos de su camino a seguir para llevarlos al sendero que los conduciría a un romance bonito que ninguno esperaba, pero cuidarían como si siempre lo hubieran deseado.
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Luces... Cámaras...¿Gol? 《Barça Hollywood Version》
AcakHistoria hecha en conjunto con Pato