✶ ࣪˖ 𝐏𝐀𝐈𝐍𝐓 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐎𝐖𝐍 ˖ ࣪ ִֶָ ━━━━
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•₊°◞ 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 Seline se encuentra enredada en la vida de sus mejores amigos cuando se entera que Percy en realidad es hijo de un Dios Griego, dando a sí su mundo...
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Ante tal caminata en medio de la nada, por suerte conseguimos un taxi en medio de la ruta, el cual nos llevaría directamente a la ciudad de New York una vez más.
En mi cabeza no entraba la idea aun de que ese ya no es mi lugar, en realidad ya no sé exactamente donde pertenezco porque cuando creí que por fin lo hacía en un lugar, Hades, ¿Mi padre? Aparece para cambiar las miradas de todo el mundo, prefería cuando en el campamento hablaban de mi como la "no reconocida" a la "hija de Hades, debe ser terrible" a lo que me refiero, ni siquiera sabía que tenía poderes hace dos semanas, ¿Poderosa? Yo creo que se refieren a perdida porque eso es como estoy.
Annabeth a mi lado, en cuanto entramos a la ciudad, parecía una niña pequeña de la cual nunca había salido del campamento, viendo todo con emoción, inclusos sus ojos azules brillaban mucho más de lo que era posible. Grover a mi lado comiendo una manzana, con sus muletas falsas a un lado que no me dejaban acomodar bien en todo el viaje y Percy teniendo la buena vida estando sentado al frente, de vez en cuando me daba unas miradas a través del espejo retrovisor que hay en el medio con la intensión de que me sintiera mejor.
No hay mejor, sólo estrés y el posible hecho de que al llegar al Inframundo, mi padre me quiera matar.
El taxi se detiene en frente de la estación de autobuses, según Grover dijo, lo mejor era mantenernos en tierra ya que al querer volar en avión, estaríamos en territorio de Zeus y eso significaría que no llegaríamos vivos a ningún lado. Después de todo, podemos morir como humanos.
Los cuatro nos adentramos a la estación en donde Percy compra los boletos con la plata que le dieron los encargados del campamento para que se pudiera sobrevivir a este viaje. Por suerte consigue en donde estamos los cuatro sentados al fondo, ¿Lo malo? Es lo de estar sentados justo al lado del baño, por lo que nos espera un viaje bastante... exótico.
—¿Puedo abrir la ventana?— Pregunto por milésima vez a las personas que están allí, recibiendo negaciones al unísono por parte de cada uno.— Sabía que la gloria tenía un olor, pero no este olor, en cualquier momento voy a vomitar, chicos.
Apoyo mi cabeza contra el respaldo del asiento en lo que el autobús se mueve, noto que Percy, quién es mi acompañante por cierto, toma de su mochila para alejarla de mi... esperen, ¿De verdad cree que soy capaz de vomitar dentro de su mochila?
