Capítulo 1. Descubierta.

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Es mediodía, acabo de salir de la casa de mi amiga Vanessa, organizo una fiesta donde nos divertimos bastante, tanto que al despertar me encontraba en una cama con Stephen, el único chico importante de la clase que me interesaba con el que no había logrado acostarme.

Cuando estoy por entrar a mi departamento me doy cuenta de que algo va mal, la puerta esta entreabierta y la cerradura parece haber sido forzada, saco mi pistola y entro al departamento, hay un hombre intentando abrir la puerta de mi habitación, me acerco sin hacer ruido, cuando se da cuenta de que estoy ahí es demasiado tarde, ya estoy detrás de él, lo golpeo en la cabeza noqueándolo y luego lo amarro a una silla.

Reviso el resto de la casa y preparo mis maletas en lo que despierta, después de eso me siento frente a él con mi pistola en la mano para interrogarlo.

− ¿Quién eres? – le pregunto en cuanto despierta.

− Nadie importante.

− ¿Qué haces aquí? – mantiene su boca cerrada, apunto el arma a su cabeza – será mejor que hables si no quieres morir.

− Me contrataron para secuestrarte.

− ¿Quiénes?

− Cazarrecompensas, dijeron que tenían cuentas pendientes con tu padre.

− ¿Y aceptaste sabiendo quién soy?

− Jamás me dijeron que sabías manejar armas, solo dijeron que eras una adolescente, supuse que sería fácil secuestrarte.

− Ya veo, ¿entonces no sabías quien soy? Bueno te presento a Lía Bianco Rossi.

− ¿La heredera de la mafia Bianco? – me pregunta nervioso.

− La misma, sin embargo, tienes suerte, estoy aquí encubierta así que no te mataré, te liberaré y podrás irte, pero no quiero volver a verte, ¿entendido?

Él asiente y yo lo libero, cuando estoy guardando mi arma escucho como él saca la suya, pero soy más rápida me giro aun con mi pistola en la mano y le disparo cuando apenas me está apuntando, ¡diablos! ¿Y ahora que hago con un cuerpo en mi sala? No puedo llamar a mi padre ni a mi tía por lo que decido llamar a mi prima con mi teléfono de emergencias.

− ¿Bueno?

− Rosella, ¿sigues en Oxford o ya estás en Pisa?

Tarda un rato en responder, y cuando lo hace está hablando en italiano.

− Sigo en Oxford, no he podido viajar por las tormentas de nieve, pero ¿a qué viene la pregunta? ¿y por qué estas usando este teléfono?

Supongo que no está sola y que por eso cambio de idioma así que le respondo también en italiano, igual así evito que si algún vecino me escucha sepa de que hablo.

− Necesito que me ayudes con un cuerpo.

− Espera ¡¿cómo?!

− Ellos me encontraron.

− Necesito que seas más específica, Lía.

− Algunos cazarrecompensas contratados por los enemigos de mi padre consiguieron mi localización y mandaron a uno de ellos para que me secuestrará, el pobre no sabía con quién lidiaba, conseguí sacarle toda la información posible así que lo iba a dejar ir, sin embargo, cuando estaba a punto de liberarlo el idiota intento matarme así que le dispare y ahora tengo un cuerpo en mi departamento.

− ¡Maldición, Lía! No puedo viajar en este momento si despego desde suelo británico derribaran mi avión.

− Bueno entonces iré a Oxford y llevare el cuerpo.

Lady Mafiosa AmericanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora