SSS-CLASS SUICIDE HUNTER - NOVELA ESPAÑOL

Capítulos 126 al 130

C126. < El mundode los demonios. (2) >

Me quedé sin palabras por un momento cuando vi los ojos de Lefanta Aegim.

'¿Por qué tiene ojos así?'

He conocido a todo tipo de personas hasta ahora. Conocí a alguien que blandía una espada más sombría que un campo nevado. Conocí a alguien que tenía un corazón más frío que un lirio blanco. Sin embargo, fue la primera vez que conocí a alguien con ojos como el hombre que tenía delante.

Una hoja de papel en blanco.

Ninguna emoción, ningún recuerdo se reflejó en sus pupilas. No había fragmentos ni siquiera rastros de emoción.

"Oh..."

[¡Shiny se siente conmovido por volver a encontrarse después de tanto tiempo!]

Sintiendo mi vacilación sobre cómo responder, la Espada Sagrada reaccionó.

[Sin embargo, Shiny todavía no entiende por qué su antiguo dueño la traicionó. ¡Se pregunta si debería estar enojada antes de emocionarse!]

"...Tienes una espada bastante única".

Lefanta Aegim miró el cinturón de mi espada. La Espada Sagrada vibró, transmitiendo ferozmente sus pensamientos. La mirada impasible de Lefanta Aegim tenía un toque de curiosidad.

"¿Es una espada mágica? O tal vez una espada del ego... Deberías ocultar el hecho de que tienes objetos únicos tanto como puedas aquí, extraño. Hay muchas hienas que buscan apoderarse de las habilidades y equipos de los novatos que ingresan al piso 50".

'¿Eh?'

Yo sospechaba.

Fue raro. Lefanta Aegim hablaba como si fuera la primera vez que veía [La Diosa Guardiana]. Si el joven frente a mí realmente fuera el Asesino de las Constelaciones, no había forma de que no recordara quién era esta Espada Sagrada.

"Disculpe. ¿No reconoces esta espada?"

Me saqué la Espada Sagrada de mi cinturón y se la mostré a Lefanta Aegim. Cuando lo saqué un poco de su funda, una luz brillante brilló en la hoja.

"Mmm."

Sin embargo.

Lefanta Aegim se enfrentó a la luz de la Espada Sagrada, la manifestación de la Constelación que una vez fue como sus brazos y piernas, y... frunció el ceño, como si no supiera nada.

"No lo sé".

Su rostro de estatua se inclinó hacia un lado.

"Parece que el objeto tiene algún tipo de relación conmigo. Pero no lo recuerdo... No, sería insensible que esperara que recordara alguna conexión que alguna vez tuve".

"¿Qué?"

Entonces, Lefanta Aegim me dijo algo que no esperaba.

"Tengo amnesia. Extraño, no puedo recordar nada de lo que pasó hace más de una semana".

La expresión del hombre era serena.

3.

"Es peligroso seguir hablando en este páramo. Sígueme. Conozco una cervecería que es comparativamente más segura."

Dicho esto, Lefanta Aegim me guió hasta allí. Como era mi primera vez en el piso 50, seguí obedientemente su ejemplo.

"Oye..."

"Mira allí. Es el Asesino de las Constelaciones".

Nos cruzamos con algunos cazadores de camino a la taberna. Probablemente fueron los mejores cazadores de sus mundos. Pero incluso ellos dieron un paso atrás y se estremecieron cuando vieron al Asesino de las Constelaciones.