4. Miss Americana

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Sabía que Taylor pasaba mal rato con la comida, a veces me miraba mientras comía y eso me ponía nerviosa, no entiendo porq ella a llegado a esto y el porqué lo está haciendo.

No quise darle más rodeos al problema que tenía Taylor entonces decidí seguir comiendo, hasta que yo ya terminé de comer.

— ¿Terminaste? — me preguntó Tay.

— Si, ¿quieres algo más Tay? — pregunté.

— No, pero... ¿puedo quedarme en tu casa? — preguntó.

— Claro Tay — dije con una sonrisa.

Al rato después todavía estabamos en el restaurante hablando sobre cualquier cosa mientras que bebíamos yo en verdad muy poco.

A la hora de estar en el restaurante pedí la cuenta y pagué, Taylor quería pagarla pero no la dejaría, entonces de tanto insistirle ella aceptó.

Estábamos en mi coche llendo a mi casa, ahora era todo silencio pero un silencio tranquilo, a veces sentía la mirada de Taylor pero yo estaba centrada en el camino de casa, ella no quitaba su mano de la mía como antes de ir al restaurante, ella sin duda sabía como ponerme nerviosa, solo rezaba que no se me parase al lado de ella.

Al llegar a mi casa yo me bajé antes que ella para abrirle la puerta, ya era costumbre desde hace años que yo haga eso, en el coche le dije que yo por la mañana tendría que entrenar, ella quería ir a lo cual acepté no vendría mal que se despeje.

Entramos en mi casa riendo, Selena que estaba en el sofá nos miro con la ceja subida ya que eran las 2 de la mañana.

— Taylor, Maya ¿que horas son estas de llegar? — preguntó molesta.

— Nos quedamos hablando un buen rato — dijo Taylor mientras rodaba los ojos.

— Cierto es eso, ahora Tay vamos a dormir — dije agarrándonos de la mano para subir las escaleras. Perfectamente sentía la mirada de Selena.

Al llegar a mi habitación le di un pijama cómodo, cuando se lo di en las manos ella se metió en el baño. Yo aproveché y me cambié antes de que salga, pero escuche a alguien vomitando.

— Tay, ¿estás bien? ¿puedo entrar? — pregunté tocando la puerta.

Ella no respondió si no que abrió la cerradura del baño, y de ahí entre, entonces me senté al lado de ella y le sostuve el pelo para que no se lo manchara.

— Hecha todo Tay, estoy contigo — le dije acariciando su espalda. En el restaurante ella tomó mucho alcohol, yo le decía que le iba a sentir mal pero ella no me hizo caso.

Y así nos quedamos ella en la tapa del váter y yo aún lado suyo con una mano agarrada a la suya. La mano, Taylor me la dió y así dando suaves caricias en ella.

Un rato después ella se recargó en mi pecho, la acomodé para que se sintiera cómoda mientras que con la mano izquierda acariciaba su brazo y con la otra la tenía agarrada y entrelazada con la Taylor.

Taylor se quedó dormida encima mío entonces la agarré en brazos para llevarla a mí cama, iba a ir al sofá pero ella me sostuvo la mano impidiendo que fuera. Me posicioné entre las sábanas al estar ya Taylor se abrazó a mí poniendo así su mano en mi cintura abrazando así mitad de mi cuerpo, también acomodando su cabeza en mi pecho pero su aliento impactaba en el cuello.

omnisciente pov's

Lo que no sabía Maya es que cuando Taylor estaba ebria se volvía muy cariñosa, así recibiendo y exigiendo mimos por parte de Taylor, y ella con gusto se lo daba, pero había algo que se le rondaba en la cabeza de Maya.

La mejor amiga de mi hermana - Taylor Swift y tú (G!P)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora