El bien, el mal y tres inseparables amigas desde la infancia que se adentran a su propio cuento de hadas.
-¡No deberíamos de estar aquí, pertenecemos a Gavaldon!-
-¡No debería de estar aquí, pertenezco a la escuela del bien!-
¿Tendrán un final feli...
El viento soplaba fuertemente durante la noche roja.
Sophie seguía su camino a las afueras del pueblo, casi llegando al letrero que indicaba que estaba por salir de Gavaldon. Al llegar a este se detiene a leerlo, y respira profundamente, intentando llenarse de valor para continuar.
De pronto, escucha un extraño sonido a su alrededor, busca con la mirada de dónde proviene, su corazón empieza a latir con más fuerza, pero no se mueve de su lugar por miedo a que algo pueda saltar hacia ella, entonces logra identificar unos raros gruñidos provenientes de unos arbustos a unos metros adelante de ella. Sólo la luz de la luna ilumina el lugar y con todas sus fuerzas intenta agudizar su vista para saber quién provocaba tales sonidos.
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POV T/N.
Agatha y yo corríamos lo más rápido que podíamos, en el camino intenté resumir todo lo que estaba pasando, o lo que creía que podía pasar.
-¿¡Te volviste loca!?- exclama Agatha mientras se detiene en seco. Me detengo al momento que sentí que ella ya no me seguía. -¿Te perforaste el cerebro con una de tus flechas o qué te pasa? ¿En serio creíste la historia de la señora Deauville?-
Me acerco desesperada a ella y la tomó de la muñeca con un poco de fuerza, nos quedaba poco tiempo antes de que podamos llegar a perder a Sophie para siempre..
-Carajo Agatha, no estoy jugando, al inicio tampoco le creí a la señora Deauville..- saco de uno de mis bolsillos la carta con la insignia marcada en esta y se la muestro. -Pero esto, me confirma que algo de todo eso es real. Esta carta estaba en la canasta en donde me encontraron mis tíos.- Agatha sólo abre los ojos, ahora ambos estamos llenas de preguntas. -Sigo sin entender qué sucede, pero vayamos por nuestra amiga, puede correr peligro.-
Termino de hablar y sólo recibo un asentamiento de la morena, volvemos a empezar a correr en busca de Sophie. Estábamos cerca, podía sentirlo, pero también sentía que había algo más en el bosque, y no me refería a animales...o personas.
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Los gruñidos se seguían intensificando a su alrededor, cierra sus ojos para intentar calmarse, tal vez sóloera una mala jugada de su imaginación.
De pronto siente que algo la toma por los hombros haciéndola ahogar un grito por la sorpresa, al ser girada rápidamente por las manos ajenas, se encuentra con sus dos agitadas amigas.
-¡Oh por dios! Son ustedes...- Suspira aliviada la rubia, sentía que el corazón se le iba a salir del pecho por el miedo de hace unos segundos. -¿Qué hacen aquí?- pregunta una vez calmada.
-¿Qué hacemos aquí? ¿¡Tú qué haces aquí!?- reclama Agatha. -Ibas a huir después de todo...- dice en un tono de voz enojado y decepcionado.
-Chicas por favor perdónenme, debo hacerl- Unos gruñidos resonan a su alrededor.
-¿Qué fue eso?- habla con temor Agatha.
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