Humano | Extras

Demasiado fácil, demasiado divertido (J&Y)

[Los errores serán editados después.]

Cuando llegó a la Guarida, aún tenia el film protector puesto y algo ensangrentado. Se acercó al salón; bueno, a lo que nosotros llamábamos "salón", que no era mas que una colchoneta sobre el suelo y un par de cojines donde recostarse para ver la tele; y se inclino para darme un beso.

-Oye, bebé, me molesta un poco, ¿es normal que sangre tanto?

-Joder...- murmuré, tirando de la muñeca para verlo mejor. Yoongi me miró con preocupación y solto un leve gruñido de miedo y ansiedad-. Hay que amputar el brazo...

Tardo solo un momento en ladear la cabeza y dedicarme una expresión sería de párpados caidos. Con una sonrisa afilada en los labios, le llevé al baño y le expliqué que debería haberse quitado el film y habérselo lavado antes.

Era un tatuaje grande, aunque solo fuera una elegante letra en negro, le cubría casi al mitad del amplio antebrazo. Le ayudé con las curas y le eché la crema protectora que, evidentemente, había olvidado en el coche como si aquello solo se tratara de una recomendación y no algo muy necesario.

Yoongi gruñía un poco, quejándose por la sensación y aquel aroma extraño e intrusivo en su cuerpo de orgullosa peste a Macho muy feliz.

-¿Te habías creído que ibas a ir a la tienda de tatuajes, hacértelo, y salir de alli con la piel ya curada, león? - Yoongi alzó la cabeza con orgullo, pero no respondió. Si, si que lo habia creído -Pues tienes que echarte la crema varias veces al día, y espera a que empiece a picarte... ya verás que gracia.

El lobo no lo pasó demasiado bien, estuvo un poco gruñón durante unos dias porque odiaba echarse la crema con toda su alma, pero siguió mis indicaciones al pie de la letra y el tatuaje se fue pelando con el paso del tiempo, dejando una marca imborrable en su piel.

-Culpa a Sullivan la próxima vez que lo veas- le había dicho una noche en la cama, evitando que el lobo se rascara el tatuaje a mis espaldas, como si no me fuera a dar cuenta, -fue él quien te dio la idea...

Solto un gruñido bajo de queja y terminó por abrazarme bajo el edredon.

-Le dare un puñetazo si alguna vez le encuentro por ahi -me aseguró.

Frunci un poco el ceño y ladeé el rostro.

-Espera... ¿le has dejado de ir a ver?-pregunté- No me lo habías dicho.

-Hace bastante, bebe- murmuró cerca de mis labios, cortando sus palabras con golpes de aire, porque mi pregunta le había hecho gracia. Entonces me dio un beso y suspiró mientras cerraba los ojos -Ah, y Namjoon me ha dicho que quería verte-recordó de pronto-, que fueras a su despacho mañana, si podías.

Frunci más el ceño, olvidando al instante el hecho de que Sullivan siguiera mandando fotos a Yoongi aunque hiciera tiempo que el lobo había dejado de ir a verle. Resultó que el nuevo y repentino tatuaje no fue la única sorpresa de noviembre. El Alfa me tenia preparada otra sorpresa cuando fui a hablar con él a aquel despacho que, juro, olia tan mal que me estaban dando arcadas. Trataba de respirar lo menos posible mientras él me decia:

-Yoongi está haciendo un gran trabajo, pero sospecho que todas esas buenas ideas que tiene vienen de otra fuente, ¿me equivoco, Jungkook?

-Namjoon, nos conocemos ya de sobra. Déjate de gilipolleces, dime lo que quieres y, más importante aún, qué me vas a dar a cambio...

Eso nos ahorro mucho tiempo a ambos. El Alfa fue directo y claro: le preocupaba Han, el nuevo Macho de la Manada, y queria un consejo de alguien con experiencia en jóvenes problemáticos. Su idea era mandarle al puerto con Jimin, a lo que yo me limité a encogerme de hombros. No conocía al Lobato, pero por lo que Namjoon decia de él, parecia el típico crio subnormal que se creia el rey del mundo.