Es un viernes por la tarde. La Bandita del Club de Mates se encuentra en una heladería, a la que fueron después de la sesión del Club. Las chicas del Club de Literatura también fueron invitadas, pero por distintos motivos, ninguna pudo ir. Los cuatro chicos se acomodan en una de las mesas, y comienzan a discutir sobre los sabores que van a ordenar.
Ryoko: Por cierto, el sábado me pasó algo re loco. ¿Quieren que cuente la historia?
Daiki: SEEE.
Haruto: ¿Podríamos primero decidir qué sabores vamos a pedir?
Tadashi: A-A mí me interesa la historia.
Ryoko: Listo, la mayoría quiere storytime, así que vamos con eso.
Haruto: Ahora viene la parte en la que perdemos media hora en una anécdota sin sentido...
Ryoko: Exactamente. Bueno, resulta que el sábado yo tenía que ir a la casa de esta chica que tiene exactamente dos neuronas y se llama Sayori porque bueno, habíamos quedado en que nos juntábamos para que yo la ayude con la tarea de mates, y bueno, si nos sobraba el tiempo, también podíamos quedarnos charlando un rato o jugando a algún jueguito. Como antes del sábado viene el viernes, claramente me había ido de gira la noche anterior. Y bueno, me desperté a las cuatro de la tarde y dije "¡Rayos y centellas! Se me ha hecho tarde".
Daiki: JAJAJAJA. ¿De verdad dijiste eso?
Ryoko: Claramente no. No soy tan esquizofrénica como para hablar sola.
Daiki: *se ríe de forma más tranquila*
Ryoko: Volviendo... me levanté, me cambié la ropa lo más rápido que pude, me peiné con el cuidado de que mi ojo quede tapado, me puse mi característico moñito negro y salí. Primero, pasé por una cafetería para tomar un café frío de esos que tienen hielo, chocolate y MUCHA azúcar, como para no tener tanta resaca. Cuando me terminé el café, salí, me prendí un pucho y empecé a caminar hacia lo de Sayori y bueno, en el camino me encontré con una florería y pensé "No sería una mala idea regalarle flores como compensación por mi demora... de hecho, eso es lo que voy a hacer. Oh sí, ¡SOY LA CHICA MÁS INTELIGENTE DEL MUNDO!".
Daiki: JAJAJAJ. No hay chance de que hayas pensado todo eso...
Ryoko: Y no. Estoy exagerando algunas partes con el fin de que mi narración sea más elocuente.
Tadashi: ¿P-Pero qué pasó después?
Ryoko: Como buena persona que solo sabe de flores de faso, compré el ramo más genérico que vendían. Había rosas, margaritas y demás flores que me chupan un huevo. Sigo entonces mi camino, con el ramo en una mano y el pucho en la otra, re contenta por la genial idea que se me había ocurrido. Durante mi caminata, me terminé el pucho. Tiré la colilla en un tacho de basura y seguí caminando un poco más, hasta que finalmente llegué a la casa de Sayori. Toqué la puerta y esperé unos segundos hasta que Sayori abrió suavemente la puerta. Fue ahí cuando yo le dije "BOEEENAS. Sé que la re flasheé cayendo a esta hora, pero bueno, te traje este ramo como compensación".
Daiki: intenta aguantar la risa
Ryoko: Entonces, ella responde algo tipo "¡Yaaay! ¡Muchas gracias!". ¿Y saben qué pasó después?
Tadashi: ¿A-Agarró el ramo?
Ryoko: Sí. ¿Y después?
Tadashi: ¿P-Puso las flores en un vaso?
Ryoko: SEEEE. ¿Y después?
Daiki: ¿Te dio un beso?
Ryoko: Naaa. Ya tenías que cagarla... Bueno, lo que pasó fue que estornudó. Y yo, ante semejante sonido de pato de goma siendo aplastado, tuve que dar mi mejor esfuerzo como para no cagarme de risa ahí nomás. Después de eso, me invitó a su habitación y me dijo "acomodate por ahí y hacé lo que te pinte". En realidad no me lo dijo con esas palabras, pero a esta altura, creo que eso ya es más o menos obvio.
Daiki: JAJAJAJA. Claro.
Ryoko: Recapitulando... entré a su cuarto y me senté en su cama. Saqué mi teléfono y empecé a mirar el WhatsApp... hasta que me di cuenta de que había entrado Sayori cuando volví a escuchar el sonido de ratón teniendo un infarto.
Daiki: JAJAJAJA. ¿Hace falta que lo digas así?
Ryoko: SÍ. En ese momento, no pude contener más la risa y me reí un poco, hasta que Sayori me preguntó "¿El ramo que me diste... tenía lavandas?", a lo que yo respondí de forma sincera "no sé". Entonces, fuimos a revisar el ramo, lo miramos con cariño y vimos que sí, efectivamente tenía lavandas. Ante semejante hallazgo, le pregunté a Sayori "¿Cuál es la causa, motivo, razón o circunstancia por el que las lavandas resultan desagradables a tu vista?", a lo que ella responde "no es que me resulten desagradables, es solo que..." y volvió a estornudar de forma chistosa y para nada tierna. A esta altura, ya entré a cagarme de risa y le dije "no bueno, no me digas que sos alérgica". Y ella me contestó diciendo "sí, pero no te preocupes, ahora se me pasa". Y bueno, yo quedé tipo "wow... llegué a cualquier hora, le regalé flores a las cuales es alérgica y encima me cagué de risa en su cara, soy nefasta". Entonces, como ella entiende mis sentimientos mejor que yo, al ver que me quedé completamente dura, me dio un abrazo y me dijo "ey, no sabías que yo era alérgica, tranquila". *se sonroja al recordar lo sucedido*
Daiki: Bueno, al menos parece que te gustó el abrazo...
Ryoko: ¡¿POR QUÉ DECÍS ESO?!
Daiki: Porque estás roja como un tomate.
Ryoko: No.
Daiki: Sí.
Haruto: ¿Podemos no entrar en este tipo de discusiones? Así Ryoko termina de contar la historia de una vez por todas.
Daiki: Ta bien.
Ryoko: Bueno, volvamos a lo que nos compete. Después del abrazo, yo le dije a Sayori "Perdón por todas las cagadas que me mandé hoy, y gracias por consolarme. Si querés, podemos tirar el ramo". Y ella, fiel a su estilo, me respondió "Las flores tampoco tienen la culpa. Podrías llevarlas a tu casa cuando te vayas, así no estarían cerca mío pero seguirían viviendo", a lo que yo le contesté "no es mala eh". Aparte, esto me daba la oportunidad de ver algún que otro estornudo más durante la tarde, no porque me parezcan tiernos, sino porque me parecen graciosos.
Daiki: Eso último no te lo creés ni vos...
Ryoko: ¡CALLADITO TE VES MÁS BONITO! Bueno, el resto de la tarde transcurrió de forma relativamente normal. Al final no estudiamos un carajo, nos quedamos hablando pelotudeces toda la tarde, Sayori estornudaba de tanto en tanto, yo me reía y bueno, lo típico. Cuando ya se hizo de noche, me despedí de Sayori, tomé el ramo de flores, y antes de que cruce la puerta, la muy atrevida me dio un pequeño beso en la mejilla. *se sonroja*
Daiki: Evidentemente, te gustó ese beso.
Ryoko: ¡NO!
Daiki: Tu cara dice lo contrario.
Haruto: Chicos...
Ryoko: Bueno, la cuestión es que después de eso, me fui a mi casa y bueno, fin... ¿les gustó?
Daiki: SEEE:
Tadashi: F-Fue una historia muy linda.
Haruto: Interesante anécdota, pero innecesariamente larga.
Tadashi: ¿A-Ahora podemos pedir los helados?
Daiki: SEEE. Propongo que pidamos un kilo y compartamos entre todos. ¡Yo pido banana split!
Tadashi: A-A mí me gusta el de dulce de leche con nuez.
Ryoko: *de forma extremadamente tierna* ¡Yo quiero chocolate con almendras! ¿Y vos, Haruto?
Haruto: Menta granizada.
Ryoko: ¡SOS UN HIJO DE PUTA!
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Doki Doki Math Club!
Humor¿Alguna vez se han preguntado cómo sería el Club de Matemáticas de la escuela de Doki Doki Literature Club? Esta colección de historias intentará responder esa pregunta. ¡Espero que te guste!