• Lazos de sangre •

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~ Ah... senpai.

Le costaba mucho trabajo formular una oración, teniendo a Gojo lamiendo su pecho sin control y embistiendo sin piedad.
Esa mañana Yuuji se había ausentado de las clases por culpa de su período de celo, este llegó sin previó aviso y no tenía supresores de emergencia... en la enfermería no contaban con el indicado para su delicado cuerpo, así que le recomendaron esperar en la tranquilidad de su habitación hasta que este pasará solo.

Sin embargo, su soledad duro poco tiempo, pues un par de horas después Gojo apareció frente a su puerta golpeando y gritando desesperadamente que abriera. Yuuji no se tomó la molestia de avisar a sus compañeros de clase, así que su senpai se sintió ofendido y buscó por toda la escuela hasta encontrarlo.

No hicieron falta las palabras, una vez que estuvo dentro de su habitación se abalanzó sobre el Omega peli rosa para darle lo que su cuerpo tanto pedía.

Satoru se vio influenciado por las feromonas Omega, pero eso no evitó que su conciencia se mantuviera despierta.

Y ahí estaban, disfrutando del roce que había entre sus cuerpos.

~ Satoru-senpai.

Gemia el menor, sujetando con fuerza los cabellos blancos del más alto.

~ Necesito más, Satoru- senpai.

Suplicaba entre jadeos, moviendo sus caderas por cuenta propia esta vez... le gustaba sentir el miembro de Gojo muy dentro de él. Arremetiendo por fuerza en su agujero.
La habitación estaba llena de feromonas Alpha, lo que provocaba que Yuuji se excitara aun más.

El albino por su parte aprovechaba el momento, dejando marcas de besos y mordidas por todo el cuerpo de su Kohai... debía admitirlo de una vez por todas, estaba enamorado de ese pequeño tonto y esa oportunidad de unirse era maravillosa.
Estaba experimentando sensaciones nuevas.

~ Ah... ngh.

La voz del peli rosa era como una melodía dulce para sus oídos, jamás se cansaría de oírla.

Por fin alejo su rostro del pecho ajeno, saliendo de debajo de su suéter, esta vez buscando besar sus deliciosos labios rosados. Un beso tan profundo, que fue suficiente para que Yuuji terminara corriendose sobre el uniforme del mayor.

Estaba agotado, su cuerpo ya no podía más, necesitaba un descanso... pero le fue negado, de inmediato Gojo salió de su interior, dejando ver el preservativo lleno de su semilla y su verga aun muy animada.

Su primera ronda había terminado, pero eso no bastaría para dejar satisfecho a un Alpha tan activo como lo era ese chico  molesto e irritante.
Arrojó aquello al piso y buscó uno nuevo detrás de él, sin perder el tiempo se lo puso, ahora tomando al peli rosa por la cintura para darle la vuelta y dejar sus caderas al aire.

— Yuuji.— El peli blanco susurro cerca de su oído, embistiendo sin previó aviso al más bajo, quien gimio del placer.

El miembro de su senpai lo llenaba por completo, podía sentirlo cerca de su vientre.

~ Satoru-senpai.

Mencionaba su nombre de forma tan provocativa, que su contrario en cualquier momento enloquecería.

~ Satoru... quiero ver tu rostro.

Pidió con dificultad, y solo segundos después su petición fue cumplida. Conectando así su mirada con esos enormes ojos azul brillante, tan profundo como el mismo océano.

— Yuuji.— susurro una vez más. Frotando con ayuda de su mano los labios del más bajo, éste mostraba sus pequeños caninos, al salivar su boca, Gojo podía intuir que su Omega buscaba marcar a un Alpha.

Sin pensarlo mucho, o siquiera sin hacerlo, el más alto tiro de sus prendas para dejar al descubierto la tersa piel blanca de su cuello, sonriendo ampliamente.

— Vamos... no te contengas y muerde.— su familia sería un tema a tratar después, era la oportunidad perfecta para elegir a quien sería su futura pareja. No dejaría que sus padres le impusieran un matrimonio arreglado, no tendrían otra opción más que aceptar su decisión.

Los ojos de Yuuji brillaron como nunca, con rapidez se acerco, enterrando sus colmillos en la piel ajena, sintiendo una sensación de alivió... misma que vino acompañada por la marca de Satoru. Quien mordió de igual forma el cuello de Itadori para reclamarlo como suyo.

Un Omega lindo y perfecto para darle hijos en el futuro.

Sus respiraciones estaban agitadas, eso basto para que el Omega se corriera una vez más. Satoru por su parte pudo resistir.

~ Alpha... Satoru, mi Alpha.

Murmuraba por lo bajo, antes de caer rendido sobre las sábanas que cubrían su cama.
El silencio reino por los siguientes minutos... minutos en los que Gojo aprovechó para masturbarse sobre el peli rosa, corriendose por segunda vez. Seguido de eso, se puso de pie, acomodo sus ropas y ordenó un poco el lugar antes de encargarse del cuerpo ajeno, mismo que limpio antes de ponerle una muda de ropa, solo para después envolverlo en una sábana nueva y dejarlo dormir un poco.

— Tonto Yuuji...— susurro cerca de su oído.— tendrás que hacerte responsable de mí a partir de ahora.— su cuello dolía y sangraba un poco, pero no le tomó importancia, el vínculo estaba hecho, podía sentirlo. El Omega de Itadori se removió de felicidad en su interior.

Depósito un beso suave en su frente y salió del lugar, no sin antes esparcir un poco más de sus feromonas para tratar de alejar a los otros chicos. En una escuela de Alphas, era peligroso dejar a Yuuji solo en ese estado, pero debía irse, antes de que perdiera los estribos por completo y lo anudara, llenándolo con su semen.

A la mañana siguiente, él y Yuuji no se salvaron de recibir un fuerte regaño y una sanción por parte del profesor Yaga... aunque ya era un poco tarde para eso, su verdadero problema vendría después. Cuando tuviera que explicarle a los hermanos de Itadori y al clan Gojo lo que había sucedido entre sus estudiantes.

Como docente, había fallado en su misión de protegerlos.

Bajo la mesa, Yuuji y Gojo se sostenían de la mano con fuerza, todo lo que viniera de ahora en adelante para ellos, lo resolverían juntos... como la pareja que ahora eran.


























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✨ Parte única ✨

Paradise [GoYuu] [R+18] [One-shot's] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora