• Snowballing •

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— ¡Yūji! ¿Qué estas haciendo?— Satoru estaba sorprendido, no esperaba que el peli rosa hiciera eso apenas cruzará por la puerta de su hogar.— ¿No crees que primero deberíamos comer algo?— dijo con nerviosismo.

Sin embargo, fue cruelmente ignorado por el joven, quien se veía sumamente concentrado en lo que hacía.
Yūji estaba molesto, muy molesto... y no escucharía de razones hasta que aclarará sus dudas por cuenta propia.

— Cierra la boca...— ordenó, llevando sus manos a la ropa interior del albino, listo para bajarlos hasta sus tobillos, justo como hizo con sus pantaloncillos momentos antes.

— Pero Yūji... ¿Qué está sucediendo?— realmente no entendía.— ¿Por qué tienes tanta prisa?, normalmente me toma una hora convencerte para hacerlo.— sonreía un poco.

No era broma.

— No planeó dejar que metas tu verga en mi culo hasta serciorarme que no te has revolcado con alguna zorra mientras yo no estaba en casa.— soltó sin cuidado.

Logrando que los ojos de Satoru se abrieran de sobre manera.

Gracias a su vida en el último año de la Universidad, el peli rosa menor pasaba mucho tiempo fuera de casa. Y ya que no quería distraerse con nada hasta que pasarán todos sus exámenes, le pidió al peli blanco abstenerse de tener relaciones sexuales... quien aceptó de mala gana, pues era su actividad favorita con Yūji.

Eso le quitó un gran peso de encima.

Aunque su tranquilidad duro poco tiempo.

Pues una tarde que volvió temprano a casa, sin querer escucho una llamada telefónica de Gojō con una persona a la que no reconocía, creyó que eran cosas del trabajo, hasta que su conversación se tornó algo distinta.
Mencionando que estaba emocionado por verse de nuevo, que extrañaba su presencia y contaba los días para abrazarla de nuevo.

Eso le hizo dudar un poco, pero no actuó de forma irracional... dejó que los días siguieran pasando de forma normal, al menos hasta que tuviera el tiempo para enfrentarlo correctamente.

Y el momento había llegado.

Sobre todo porque ya estaba cansado de la actitud tan rara que estaba teniendo el mayor con él.

— ¿De que estás hablando?— su semblante cambió a uno serio.— ¿Revolcarme con quien? Yūji, creo que te estas equivocando, yo no he tenido relaciones con otra persona que no seas tú... ha sido así por años.— respondió.

Sin apartar la mirada del peli rosa, quien no detuvo sus acciones.

Apenas los calzoncillos estuvieron abajo, el menor tomó el pene de Satoru y comenzó a masturbarlo.

— Eso lo comprobaré yo mismo.— dijo con molestia.

— ¿Y como se supone que harás eso?— tenía la duda, intentando que su voz no saliera rara.

— Voy a probar tu semen...— respondió de inmediato, antes de meter la extremidad del albino en su boca.

Lamiendo y succionando de forma rápida para acelerar el proceso.

— Ahhh... Yūji, espera...— tomó sus rosados cabellos.— Eso no... ahhh, no tiene sentido.— hablaba entre gemidos, sintiendo el calor de la boca ajena.

Tenía que reconocerlo, era bueno.

— Si tu cantidad de semen es menor a la habitual o no tiene la consistencia adecuada entonces no dudaré al creer que me eres infiel, maldito bastardo.— se lo sacó por unos momentos para responder.

No media sus palabras pues estaba realmente molesto.

— Yūji...— no sabía si alegrarse porque el peli rosa estaba celoso, o molestarse por la desconfianza que había.

— Dije que te calles.— mencionó, antes de volver a su actividad.

— Espera... eso ni siquiera tiene respaldo científico.— intentaba defenderse, aunque no muy bien.

Su mente comenzaba a nublarse.

No hubo más respuestas.

Sólo podía observar atento como la boca de Yūji se tragaba toda su verga, al mismo tiempo que lamia cada rincón, mientras que sus manos se aseguraban de masajear sus bolas.

Se estaba volviendo loco.

— Ahhh, Yūji...— se dejó llevar por el momento, sujetando la cabeza del contrario para obligarle a ir  más profundo.

Escuchando como el menor se atragantaba con su pene.

El sonido vulgar que hacía sólo conseguía calentarlo más.

Algo a lo que no pudo resistirse, dejando que su semen saliera disparado, entrando a la boca de Yūji, manchando su lindo rostro en el proceso.

— Ahhh... ahhh.— su respiración estaba un poco agitada.

El peli rosa por su parte se quedó de rodillas sobre el suelo, escupiendo el líquido blanco en una de sus manos para verlo mejor.

— Satoru...— llamó por su nombre, aunque no logró mencionar más.

— Escucha, cariño...— tomó su rostro con una mano, obligándole a levantar la vista, no estaba molesto, sólo quería dejar las cosas claras.— Ni en un millón de años pensaría en engañarte.— dando un beso blanco muy corto.

— Entonces explicame a quién mierda le decías que extrañabas su presencia.— habló.

— Jaja, así que de eso se trata.— reía.— ¿Quieres que llame a ese número de nuevo y le diga a mi madre que te explique por qué razón la extraño?— mencionó.

— Pero...— sus palabras no salían, la vergüenza inundaba su ser.

— Hay un registro de llamadas en ese teléfono...— señalo.— Podemos tomarnos todo el tiempo que quieras para marcar a cada uno de los dueños y te des cuenta quienes son.— no tenía nada que esconder.

— No, no es necesario yo... yo l-lo siento...— sus mejillas se sonrrojaron.— por un momento creí que estabas viendo a otra persona.— explicó.

Provocando una risa en el rostro del albino.

— Cariño... sabes perfectamente que en mi corazón tu eres el único que ocupa un lugar... no sería capaz de traicionar tu confianza con algo pasajero.— lo beso de nuevo, esta vez fue más largo que antes.

— Perdón... no volveré a desconfiar de ti, los exámenes me traían vuelto loco y no pensé que podría tratarse de un error.— se excusó.

— Bueno, heriste mis sentimientos, una disculpa no basta...— fingió molestia.

— Estoy dispuesto a hacer lo que sea con tal de arreglar mi error .— habló sin pensar.

— ¿Lo que sea?— sonreía.

— Si...— no titubeo.

— En ese caso...— se reía, y con un movimiento rápidamente levanto el cuerpo de Yūji, cargando con él mientras daba pasos lentos... sus pantalones aún estaban en el suelo.

— Satoru...— ahora tenía miedo.

— Tranquilo, solo voy a cobrar por los daños.— dijo, antes de cerrar la puerta de la habitación que compartían.

Retomando la actividad que momentos antes habían pausado.

Se entregaron a sus bajas pasiones sin ningún tipo de vergüenza.
Tras varias semanas de abstinencia por fin lograban unirse de nuevo, dejando que el vulgar ruido de sus pieles desnudas al chocar, los fuertes gemidos y el rechinar de la cama inundaran el silencio que había al interior de esa casa.










🌸 " Snowballing "  [GoYuu] [UA] 🌸

✨ Parte única ✨

Paradise [GoYuu] [R+18] [One-shot's] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora