Débil (Camren)

CAPÍTULO 3

Someone to believe in you

Camila no se dio cuenta de que se había quedado dormida hasta que abrió los ojos y parpadeó debido a la luz que entraba por la ventana. Bostezó, haciendo una mueca debido al tirón que le había producido el IV al estirar los brazos, en silencio, tiró del tubo de plástico, retirando con él la aguja del brazo y volviendo más tarde a anudar el tubo en el brazo para aparentar que aún lo llevaba puesto.

Al girarse, se dio cuenta que Lauren aún seguía ahí, habrá dormido en la silla, porque la postura que tenía, estaba en el suelo, menos la cabeza que la tenía en el culo de la silla. A Camila lo que le sorprendió es que Lauren no se hubiera ido mientras ella estaba durmiendo, ya que, le debería resultar molesto quedarse aquí con ella.

Ella realmente no quería que se fuera, le gustaba estar con ella, pero le ponía muy nerviosa, pero conseguía aguantarse, lo único que le molestaba era la bondad que le estaba dando, ella tenía miedo de las verdaderas intenciones de esta niña de ojos verdes.

Camila se acabó sentando, odiaba admitir que en ese momento se estaba muriendo de hambre, intentó ignorarlo lo mejor que pudo, sin embargo sus ojos se fijaron en el bol de las uvas de la noche anterior y le salió una sonrisita, mientras se inclinaba a robarle el recipiente y ponérselo al lado.

Le lanzó una uva a Lauren, cayéndole en el brazo.

A la segunda, pudo oír como Lauren emitía un gemido que la hizo reír.

"¡LEVÁNTATE! ", tatareó, mientras que otra uva le rebotaba a Lauren en la cabeza

Lauren murmuró algo que Camila no llegó a oír, como veía que no conseguía despertarla, cogió un puñado con la mano y se las lanzó.

"¡Vale, vale!¡Ya me levantó!", Lauren se quejó, levantando las manos como acto de que se rendía, pero rápidamente se incorporó viendo como Camila reía sentada en la cama.

"¡Buenos días!, ¿Y ese humor?".

Camila arrugó la nariz y se encogió de hombros, "No lo sé, me gusta molestarte, es divertido".

Lauren puso los ojos en blanco y echo su cuerpo hacia atrás con la silla incluida, mirando a Camila con una cara de molestia. Camila satisfecha con su logro, cerro la caja de las uvas y las lanzó lejos de ella.

"Me va a tocar dormir en esta silla dura otra noche, ¿o prefieres venirte conmigo?", preguntó después de unos minutos en silencio, mientras observó cómo Camila vacilaba y le pareció ver un poco de miedo en sus ojos, pero al poco se recompuso, sin embargo le contestó.

"Pero lo que no entiendo, es porque te tienes que quedar aquí hasta que yo me vaya contigo", Camila suspiró, sacudiendo la cabeza y levantándose de la cama. Al instante Lauren se levantó para detenerla, pero se dio cuenta que Camila no tenía ningún problema estando de pie.

Camila, olvidando que aún llevaba pegado el tubo IV en el brazo, comenzó a andar hacia su mochila, que se encontraba en el otro lado de la habitación, pero al dar unos pocos pasos, notó que algo le tiraba del brazo.

"Mierda", susurro muy bajo para que Lauren no la oyera, pero esta la oyó, que cuando se encontró con sus ojos que la estaban observando, instintivamente se mordió el labio inferior.

"Se... me había olvidado... que lo llevaba...", se sonrojaba con cada palabra.

Lauren se acercó al tubo, que ahora colgaba de la pieza de metal a la que estaba enganchada, arrancándola de golpe mientras la inspeccionaba le levantó una ceja a Camila.

"No hay ninguna aguja, has sido tú, ¿no?".

Camila ahora mismo se sentía como una niña que le acababan de pillar haciendo algo que no debía, pero al poco se puso firme y miró directamente a Lauren a los ojos.