CAPÍTULO 12 (Parte 1)

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'did you hear what she said?'

Camila se había dormido nada más volver a entrar en la habitación, y Lauren aprovechó ese tiempo para salir a correr mientras pasaba por el supermercado para comprar algo de cenar. Decidió comprar el salmón, ya que era bastante saludable y tenía esperanzas de que Camila se lo comiera.

Una vez volvió a casa, se asomó a la habitación para ver cómo estaba la pequeña, que definitivamente seguía dormida, con la mitad de su cuerpo en el colchón y la otra mitad se extendía por el suelo. Lauren se rió en voz baja, apagó la luz y cerró la puerta, para que la pequeña no oyera ningún ruido y pudiera dormir tranquila mientras ella hacía la cena.

Ella siempre ha preparado el salmón como su madre, añadiéndole unas sustancias para mejorarle el sabor, pensaba que si lo hacía más dulce tal vez Camila se lo comiera, pero ella había descubierto que nunca sabes lo que realmente le va a gustar a la pequeña.

Se oían unos pasos bajando por la escalera justo cuando Lauren estaba poniendo la comida en el plato, alzó la vista encontrándose con la mirada cansada de Camila.

"¿Qué es ese olor?", preguntó Camila.

"La cena, o sea salmón", contestó Lauren mientras dejaba los platos sobre la mesa y sacaba dos vasos, "¿Qué quieres beber?"

Camila no respondió y cuando Lauren se dio la vuelta, se encontró a la pequeña con el dedo hurgando el salmón mientras arrugaba la nariz. Lauren se mordió el labio y dejó las copas a la vez que Camila levantaba la vista.

"No tengo hambre" dijo dándose la vuelta para irse.

"¿Estás segura?", preguntó Lauren vacilante. Ella sabía que no era por su forma de cocinar, porque antes cuando le ponías un plato se lo comía, pero las cosas han cambiado desde entonces.

Camila murmuró un 'sí' y desapareció escaleras arriba.

Lauren suspiró y encorvándose hacia abajo en una de las sillas, empezó a hurgar con el tenedor en su propia comida y obligándose a comer un poco, ya que necesitaba fuerzas para seguirle el ritmo a Camila.

Una parte de ella se sentía frustrada, ya que había intentado con toda su alma para comprender a la pequeña, pero le parecía todo tan confuso, si la comida es buena para el ser humano, para poder seguir viva, ¿Por qué Camila iba en su contra?¿No podría ver lo buena que está?

Lauren acabó de cenar y dejó todo en el fragadero, ya que más tare lo recogería, ahora solo le importaba una cosa y era Camila.

La puerta de la habitación estaba cerrada con llave.

"¿Camila?", gritó llamando a la puerta con ansiedad, momentos después la puerta se abrió.

"Estar mal es una mal hábito", Camila se encogió de hombros, volviendo de nuevo a la cama antes de Lauren tuviera la oportunidad de responder.

Lauren cerró la puerta silenciosamente mientras estudiaba a la pequeña.

Parecía que había estado llorando. Su cara estaba roja, y había tratado de limpiar el maquillaje que había quedado arruinado por las lágrimas para que pareciera como si no hubiera estado llorando, pero las manchas de rímel en sus mangas dijeron lo contrario.

"¿Qué te pasa?", preguntó Lauren colocándose torpemente delante de la puerta.

"¿Cómo sabes que me pasa algo?", Camila se quedó pensando con ansiedad si saber que prueba se había dejado sin tapar.

Lauren sólo suspiró y se sentó en el extremo opuesto de la cama de Camila, señalando las mangas. Camila miró hacia abajo y se maldijo por ser tan descuidada, al poco cruzó las manos en su regazo para tapar las mangas y se mordió el labio, "Todo el mundo se puede manchar las mangas, es lo normal"

"Vale", Lauren sabía que se tenía que pensar bien las respuestas que darle a Camila, "Estoy aquí por ti, así que dime lo que quieras"

Camila observa como Lauren coge el rotulador y se vuelve al mismo sitio donde había estado pintando. Camila no había tenido la oportunidad de ver lo que la ojiverde había dibujado, pero desde donde estaba sentada se podía distinguir las letras de las canciones pintadas en la parte inferior de la pared hasta donde empieza la alfombra.

Observó un poco más como Lauren dibujaba, hasta que sus fuerzas se empezaron a gastar.

Lauren era una gran artista, Camila siempre había dicho que Lauren tenía una mente maravillosa y que algún día le gustaría explorarla.

"¿Por qué no te has rendido conmigo?", Camila habló antes de que su mente pudiera darse cuenta de lo que estaba diciendo y vio como Lauren se tensaba, pero está no se giró para mirarla.

"Porque yo no creo que estés acabada y si tú lo piensas, yo voy a intentar todo lo posible para que no sea así" Lauren contestó después de unos segundos de silencio.

Camila respiró hondo y Lauren tuvo que dejar de decir esas cosas que tanto hacían que se le rompiera el corazón.

"¿Tú no estás enfadada conmigo ¿no??", Camila preguntó suavemente. Esta vez, Lauren se dio la vuelta y echó la cabeza hacia un lado confundida ante la pregunta.

"¿Por qué tendría que estarlo?"

Camila se mordió el labio y bajó la cabeza, mirando sus manos que estaban en su regazo, "No he comido", dijo en voz baja, "Pensé que te había molestado que te dejara sola", su voz salió muy débil, pero lo suficientemente alta para que Lauren la oyera.

"Yo... ¿Por eso estabas llorando?"

Que Camila no le respondiera fue suficiente para Lauren, y se puso de pie, sentándose con cuidado en la cama junto a Camila.

"Mírame"

Camila respiró hondo, "¿Qué?"

"Quiero que me mires, así sé que me estás escuchando mientras hablo."

Camila levantó la cabeza y una lágrima cayó por su mejilla, Instintivamente, Lauren se acercó para limpiar los ojos de la niña con la manga de su sudadera, Camila se tensó cuando notó su tacto, pero no se apartó esta vez.

"No me has defraudado, pero tampoco tendría que importarte eso, ahora mismo solo te tienes que preocupar por ti, ¿Vale?"

"Solo que... le dijiste a las chicas que estaba "mejorando"", susurró Camila.

"Y aún estás mejorando, solo que no te debes decaer por tener un mal día, todo el mundo tiene un día malo, ¿Vale?" Lauren alisó el pelo de Camila, por lo que notó el escalofrío que recorrió el cuerpo de la pequeña.

"Si...", suspiró suavemente. Camila ya no sabía qué hacer, "Me voy a la cama", murmuró, arrastrándose hacia el extremo opuesto del colchón y desapareciendo bajo un torbellino de mantas.

Lauren se quedó al final de la cama, mordiéndose el labio, sus palabras le habían salido exactamente como quería y si Camila no seguía su consejo, ¿Cómo quiere que le ayude?

"Yo también", suspiró Lauren, había sido un día muy largo. Se cambió de pantalones y se acostó en su lado de la cama. Tan pronto como apoyó la cabeza en la almohada esperó a que Camila se abrazara a ella como todas las noches, pero esa noche solo se mantuvo a su lado.

Eso le molestó más de lo que se esperaba a Lauren.


Débil (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora