Capítulo 221

132 26 0
                                    

En el momento en que ella lo miró a los ojos. La respiración de Kanna tembló ligeramente.

Fue un sentimiento muy extraño. Se sentía como si hubiera venido de algún momento del pasado.

En ese momento.

Se apoyó contra la puerta, estiró los brazos, bajó la cabeza y luego la levantó ligeramente.

" Ese esfuerzo."

"Pruébalo por mí".

Kanna inconscientemente se tapó la boca con una mano temblorosa.

Sentía calor por dentro. La ardiente sensación de ser atravesado a través de sus barrotes, la sensación de él penetrándola en un destello de su pasado, perturbó su respiración.

En ese momento, Alessandro frunció el ceño.

"¿Qué estás haciendo aquí?"

"..."

"¿No sabes que no puedes entrar a esta habitación?"

Kanna tragó. Sus labios se separaron, apenas capaz de superar el calor abrasador en su garganta.

"¿Por qué estás aquí?"

"No es asunto tuyo."

Él la ahuyentó sin rodeos. Luego se volvió de nuevo hacia la ventana.

"Solo sé que me viste aquí".

"..."

"Salir."

Ella no salió. Ella más bien se acercó a él.

Un paso, otro paso.

Cuanto más se acercaba, más sentía que su espalda se ponía rígida.

Alessandro se volvió de nuevo y miró a Kanna.

"¿No me oíste decirte que te fueras?"

"¿Le pasaste el título a Orsini?"

"Kanna."

"Entonces, ¿cómo debería llamarte ahora?"

"..."

Las cejas de Alessandro se estrecharon. Kanna parecía avergonzada mientras se acercaba a él sin siquiera escucharlo.

"¿Como deberia llamarte?"

Finalmente. Kanna estaba justo frente a él.

Cuando llegó al frente del hombre que era mucho más alto que ella, la extraña tensión que sintió en su cuerpo hizo que su piel temblara.

Siente como si su cabeza se hubiera vuelto loca.

Ella no tenía ninguna intención de actuar así.

"Ni siquiera eres mi padre".

Kanna no tenía ninguna intención de decir esto en absoluto.

Su cuerpo y su boca se movían como quería, atrapados en un intenso calor ardiente.

Kanna bajó la cabeza. Ella miró fijamente su palma grande y callosa, que colgaba, y la estiró como fascinada.

Justo antes de que Kannq lo alcanzara, dio un paso atrás.

"¿Qué estás haciendo?"

Era una voz que revelaba un filo agudo. Cuando levantó la cabeza, lo vio mirándola con ojos severos.

A través de los ojos de un cuidador.

En ese momento, el calor se escapó como una mentira.

Kanna parpadeó. Algo que parecía que iba a explotar de repente se dispersó como aire. La boca de Kanna se abrió ante ese sentimiento de desesperación.

MI CUERPO HA SIDO POSEÍDO POR ALGUIENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora